Boda entré extraños (1° Parte.)

4: trato.

—Esperare ese día con ansias.

Esas Palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza trago el nudo que se instala en mi garganta, oí  la voz de mis hermanos y mi madre llamarme pero no me de tuve, seguí corriendo viendo borroso las lágrimas salían de mis ojos sin parar, cogí el vestido por adelante y lo eleve para correr más rápido, a menos de un metro de mi al lado de  las escaleras se encuentra abandonando la mansión Lucan y su tres hombres, sigo mi camino sin pararme e intentando correr lo más que puedo, Llegué a las escaleras y subí lo más rápido que mis piernas me permitían.

Entro  a mi habitación y está oscuro cierro la puerta y pongo el seguro. No quiero ver a nadie y muchos menos hablar.

Llaman a la puerta y seguido escucho la voz de mi padre.

—Adara, abre la puerta.

Habla tras las puertas, me quedo en silencio y sacude fuerte la puerta sin lograr abrirla.

—por favor pequeña.. quiero hablar contigo.

dice con voz cansada.

Si fuese otra ocasión ya abría abierto la puerta y hablando tranquilamente pero hoy no es el caso.

—Quiero estar sola, por favor...

Le pido con voz temblorosa.

—Esta bien... Mañana hablaremos, solo espero que me perdones algún día.

Dice bajando el tono de voz y después escucho sus pasos alejarse de la puerta.

La luz de la luna me hace camino hasta mi cama donde me siento con las piernas en el pecho, de nuevo ese olor vuelve a mi miro por toda  la habitación hasta  que veo en la puerta  una  silueta de un gran cuerpo. Cuándo nota que le estoy mirando fija  sus ojos en mi y estos ¿brillan? Me hecho para atrás todo lo que puedo deshaciendo el moño que tanto trabajo les costaron hacerme.

Con paso lento se acerca dejando que la luz de la luna ilumine mitad cuerpo, como una niña pequeña asustada  escondo mi cabeza sobre mis piernas temblando de arriba a abajo como si eso lo hiciera desaparecer, Noto que está cerca, huelo y lo siento.

Siento su mano en mi cabeza quedo de piedra sin saber que hacer, con calma quita las horquillas de mi recogido aliviando y dejando un hormigueo donde se encontraba recogido, cuando ya no queda ninguna más toca mi pelo.

— Mírame.

Elevo mi cabeza y lo veo de pie al frente de mi y noto de nuevo que sus ojos se han vuelto negros.

—desde hoy quiero tu pelo suelto.

Trago Saliva y asiento quito su mirada de mi y enciendo la lámpara.

Me dedico a mirar su rostro y es realmente atractivo, no se porque pero siento rara... aun que lo que mayor mente me provocaba es miedo hay algo en el que me hace sentir protegida.

Su mandíbula es muy marcada y fuerte cubierta por una ligera de barbar, labios rosados y gruesos unos ojos repleto de pestañas largas.

"Quiero ver el verdadero color de sus ojos.."

Pienso y como si abría leído mi mente los abre.

Son de un tono azul cielo y al rededor de la pupila amarillo, nunca había visto un color de ojos así, al darse de cuenta que no aparto la mirada de sus  ojos vuelve ponerse serio.

- ¿Cómo has entrado...?

pregunta mirando tras del el..
Aparto la mirada y miro la tela de mi vestido.

A una velocidad que me desconcierta me levanta la barbilla y hace que lo mire a los ojos, me mira frunciendo el ceño.

- No tienes elección, desde hoy en adelante haras lo que yo diga.

No sé qué decir sus palabras dicen solo más que verdad, es ley de vida que con el tiempo unos tarde otros temprano encuentra a su pareja, pero No estoy preparada además de que siento que solo me traerá problemas..

Lucan juguetea con un mechón mientras me examina el rostro, se acerca más a mi, como acto de reflejo me hecho para atrás chocando con el cabezal, me levanto de la cama y me alejo de el.

Lo veo y sigue de espaldas a mi, corro hacia la puerta estoy a centímetros de coger el pomo pero en un abrir y cerrar de ojos estoy contra la pared acorralada por Lucan, lo empujo pero no se mueve ni un milímetro lo único que  consigo es que me aplaste con su cuerpo.

-  me haces daño...

Le hago saber removiendo me entre sus brazos pero el parece no oírme.

Me pone debajo de el y aparta mi pelo  besando mi cuello repetidas veces, un sudor frío se instala en mi baja espalda.

"Me quiere marcar"

Pienso y abró los ojos como platos.

—¡por favor, no lo hagas!

Ruego cerrando los ojos aguantado las ganas de llorar.

—Soy Tu Alpha y tu mate tengo que hacerlo aún que no quieras.

Saca la  cara de mi cuello y escapó de sus brazos, desde donde estoy  le miro fijamente y se relame los labios .

—Pero no ahora por favor, hoy no...

suplicando con la mirada.

—Dame una razón.

sentenció apoyándose en la pared donde estoy no logro ver y eso me hace ponerme en alerta.

—No estoy preparada.

Silencio por su parte.

Un fuerte empujon me tira  a la cama ruedo sonbre mi lo mas rápido posible pero siento que tira de mis  tobillos hacia abajo, sin que me lo espere el cuerpo de Lucan está en cima de mi, jadea, me besa y muerde mi labio  haciéndome  gemir de dolor y  aprovecha  explorando cada rincón de mi boca, a falta de aire se separa de mi y une su frente a la mía.

—  Esta vez aceptaré tú petición.

Su voz sale ronca y sus hermosos ojos me miran con detalle.

—¿puedo pedirte algo​?

pregunto incómoda, me mira esperando a que hablara.

—no compartiré cama Contigo.

Sonrojada aparto la mirada de el.

Quito sus manos de mi cintura y se incorpora sin decir nada se da media vuelta y mira la habitación con desinterés.

—No puedes pedirme eso.

—Si lo puedo hacer o... ¿prefieres que te rechace?
-digo hecha un manojo de nervios.

—¿Me estás retando?

Me encara levantando un ceja.

—Tomalo  como tu quieras.
- le digo,no se ni como tuve valor de decir eso.

—Tu ganas no te tocare, pero si una cosa que no voy a pasar por alto.

—¿El que..?

—te marcare y serás mía aún que no toque tu cuerpo. -me mira de arriba abajo.
— no estarás con ningún otro hombre.

—No hay problema.

Camina hasta la terraza, y sin dar una mirada atrás se aleja, me acerco para comprobar  que  se sido.

salta la barandilla  y corro tras viendo  como en el aire se transforma en un lobo negro enorme en cuanto toca tierra corre dentro del bosque.

Suspiro y vuelvo a la habitación cierro la ventana, me tumbo en la cama y las lágrimas regresan a mi lloro por horas hasta que me quedo dormida...

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