31: Triste Realidad.

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Narra Adara.

Mientras subo las escaleras un nudo se  atorado en mi garganta, Max nos dirige a una habitación y ahí veo tumbada a Valeria con el rostro de pálido y una chica a su lado, ella me mira y me quedo plantada en mitad de la habitación, Ella... La chica de mis visiones está justo enfrente de  de mi, Max tira de mi mano acercándome asta donde están ellas.

-¿Que tengo que hacer?

Pregunta Máx y antes de que hablara una voz femenina habla tras mis espaldas.

-Tienes que cortarte y rociar tu sangre en la herida.

Sara y Lucan entran por la puerta con paños.

Marce inca las uñas en su mano y rocío en la erida de Valeria, esperamos por unos segundos pero nada sucede, la cara de ambos se desencajan.

-no está funcionado...

Max pega un puñetazo en la pared.

-probaré yo.

Todo se vuelve en silencio solo se olle la respiración de Max, miro la mesilla y veo un pequeño cuchillo.

- haz lo tú por mi, yo no soy capaz.

Le pido a Max y este se niega al igual que Marcel.

-Deja que lo intente saldremos de duda.

La voz Sara rompe el silencio. Lucan me quita el pequeño cuchillo de mis manos temblorosas mientras asiente en dirección a Máx.

Levanto la mano temblorosa y hace un corte en mi palma muerdo mi labio por el escozor, me cierra en puño dejando derramar mi sangre en la herida de valeria, Según mi sangre hace contacto con la herida sana sin dejar cicatriz, miro sorprendía a Max este me devuelve la misma mirada.

La cara de valeria vuelve a su tono normal incluso despierta, me hago para atrás y Max se pone de rodillas delante de la cama, No se que hablan ya que lo hacen en susurros, busco algo que pare el corte pero no lo consigo así que solo aprieto el mi mano.

-ten .

Dice Lucan pasando me una pequeña toalla, lo miro por unos instante sus hermosos ojos y cojo lo que me ofrece, doy pasos hacia atrás y salgo de la habitación dispuesta a irme. Bajo las escaleras lo más rápido que puedo siento que toda esta situación me ahoga, una vez fuera puedo respirar con normalidad .

-¿todo bien ?

Habla Lucas a mis espaldas, lo miro y no tiene ningúna emoción en su rostro, niego con la cabeza y le doy la espalda.

-¿Vas a aplicar la ley del hielo en conmigo?

Me en cojo de hombro sin mirarle y muerdo mi labio inferior, me da media vuelta y descubre mi mano con el corte.

No lo miro ni siquiera le dirijo la palabra, descubre mi herida y la limpia un poco con el paño. Cierra la mano en puño y derrama de su sangre en mi herida haciéndola curar.

- ¿pasa algo Lucan? .

La pelirroja habla desde la entrada. Quito mi mano de la suya rápidamente Alejandome, tal gesto parece causarle gracia ya que sonrió de lado.

Boda entré extraños (1° Parte.) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora