- Adara -
Los tres hablan sobre el día de la boda, lo único que puedo pensár es que no quiero que ellos dos peleen por mi... No esta bien que Khelian lleva al cabo este plan no... me niego rotundamente,no quiero que nadie salga herido.
-¿estáis locos?
Digo poniéndome de pie mirando a los tres desde donde estoy.
-Adara se que..
Khelian se pone de pie.
-dejarnos a solas, por favor.
Dice Khelian dirigiéndose a Lissete y Yadiel, ellos asienten y salen por la puerta cerrando la tras de si, una vez solos continua a hablando.
-Adara, se que lo amas... Y se tan bien que nunca lo olvidarás por que es tú verdadero Mate y contra eso... No puedo hacer nada.
aparta la mirada de mi por unos segundo y después me vuelve a mirar acercandose a paso lento.
- pero recuerda que esto se trata de venganza,"tú venganza"¿sabes que es lo peor para mi?
Niego lento sin apartar nuestras miradas.
-Que aun que nunca puedas amarme... yo moriré amándote.
Sin previo aviso me besa, quedo estática por unos segundos sin saber muy bien que hacer, cuando coje mi cintura reacciono y lo empujó haciéndolo que se aleje.
-¿desde cuando tienes tanta fuerza?
Se rie con los ojos como platos, yo misma me sorprendí al igual que el.
-No... No vuelvas a besarme jamás en tu vida ¿entendiste?
Le digo enfadada aun que mi voz falla, Khelian balbucea palabras sin sentido, me doy cuenta que mira tras de mi, cuando yo lo hago me doy cuenta que el peine, el vaso que antes había zumo y una silla está levitando, doy un grito y todo cae al suelo de nuevo.
-¿Cómo has hecho eso Adara?
Dice sorprendido, doy medía vuelta
Y me en cojo de hombros..- no lo se...
Aun si creerme lo vuelo a mirar las cosas que estaban levitando. Khelian carraspea y se pone frente de mi.
-¿Vamos a entrenar?
Me dice con una sonrisa maliciosas a lo que yo le fulmina con la mirada.
-pero que mal pensada eres...
Rie a carjada y me doy cuenta que aún le siguen saliendo hoyuelos en sus mejillas como cuando era niño, sin poder evitarlo pongo mi dedo en su mejilla.
-te ves muy tierno con esos Hoyuelos.
Le digo riendo y el se sonroja lo que provoca que me salga una carjada.
-¡siempre odie que hicieras eso!
Río aún más fuerte mientras salgo de mi habitación con khelian pisando me los talones.
-Lo se, por eso lo hago.
Lo oigo gruñir bajo y se pone a mi lado, bajamos las escaleras y nos dirigimos al gimnasio donde a estas horas siempre está vacío ya que ellos tienen descanso.
Una vez llegamos nos cambiamos de ropa y una vez vestidos caminamos al centro del gran gimnasio.
La ropa que llevo consiste en una pantalón negro, una camiseta de mega manga de la misma dejando los pies desnudo.
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Boda entré extraños (1° Parte.)
Hombres LoboEl camino que nos toca recorrer está lleno de sorpresas. Nunca vas a estar preparado para las que te toquen a ti, sean dichosas o sombrías, pues eso es parte de adquirir experiencia. Y descubrir cuán gratas o desafortunadas son las que te esperan, e...