16: Dos Semanas

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A pasado  tres días  desde me enteré que no era una "simple humana" como me dijo Marcel y que salí del hospital. Fue y es  una noticia un tanto rara... Ya que no se como tomármelo. Siempre creí que sería como mis hermanos, licántropos o como algunos le dicen "cambia forma", Mi madre es una humana como yo, a comparación de mi es que yo puedo tener visones a través de sueños, raro ¿verdad?.

Al siguiente día que salí de centro hospitalario mis padres llamaron a un brujo cercano a la Familia, lo que me sorprendió fue  lo joven que era, pero según Marcel comento tenía más de 500 años aunque aparentaba uno 24 años. Es de estatura alta, piel morena ojos grandes, muy grandes de  color negro, y de labios finos. Su nombre es Macius.

En la muestra no salía nada, solo que estaba con una estupenda salud, Macius vino en cuanto fue llamado y realizó lo que se suponía que definiría lo que soy.

(Flashback.

Cogió mis manos y me miro directo a los ojos, por unos segundos sus ojos se pusieron blancos y después volvió a su color natural.

(color avellana).

—¿que soy?

Pregunto nerviosa.

—Eres humana con habilidad de cambia formas.

Dice mirándome directo a los ojos.

Fin del Flashback.)

Sin embargo de Lucan no se nada desde que salí del hospital no lo vuelto ver ni siquiera ya viene por la noche cómo lo hizo, Lo extraño y me duele que se allá alejado de mi cuando se supone que debería de estar obsesionado por mi.

Se dicen que cuando un Alpha encuentra a su mate se vuelve celoso y que lo que más anhela es estar junto a ella, en el día del baile  si lo demostro, pero después se aido alejando...

***

Camino al último piso y  abro la puerta de el desván y prendo una Vela, miro el lugar y está todo como hace unos años atrás quizás con algo más de polvos, este sitio era mi favorito cuando quería aislar me del mundo.

Camino un poco más y enciendo un viejo candelabro, la luz  ilomina el suelo y paredes de Madera es lo primero veo, ilumino lo que hay alrededor y me acerco un poco más y veo los viejos muebles o algun cuadro familiar dañado, giro desde donde estoy y levanto una sábana polvorienta, y aquí está mi gran tesoro, mi gran piano de cola.

Está cómo como lo deje hace tiempo atrás, Es de un color negro brillante me lo regalo papá cuando cumplí cinco añitos, suspiro recordando ese momento y cojo un pequeño banquito  lo acerco hasta el piano, paso mi mano  lo limpiando lo un poco y me siento dando un gran suspiro.

Levanto la tapa  y toco una tecla veo que sigue sonando igual bien que hace años, me acomodo y toco varias melodías que se van formando conforme pasa el tiempo, haciéndome recordad cuando era una pequeña niña soñadora y alegre.

—No sabia que tocabas el piano.

Dice una voz que reconozco a la perfección.

Doy un respingo y habro los ojos que hasta ahora no me había dado cuenta de que había cerrado .

—No sabes nada de mi.

Contraataco y giro para verlo. Esta de pie a unos pasos alejado de  mi, vestido de traje de color azul marino.

Boda entré extraños (1° Parte.) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora