No quiero NADA

no más...

Muy temprano esa mañana Yuuri le preparo una sopa a su compañero, Phichit dijo que estaba algo enfermo y que faltaría a clases, así que como buen amigo desidio encargarse de prepararle algo rico.

No iba a negar su preocupación, pero bueno todos se resfrian alguna vez.

Fue a su turno en la panadería tratando de no preocuparse por su amigo, pero sin éxito, al salir le llevo algunos postres y un té, lo dejo todo preparado por si se levantaba ya que aún estaba en cama aunque si notó que se dió un baño, quizás para bajar algo de fiebre.

No quiso molestarlo más por eso lo dejo solo mientras iba a sus clases, no vería a su rubio hasta la salida, pero simplemente no podía avandonar a un amigo.

Agradecida el tener su celular en vibrador ya que Yurio le mando al rededor de 34 mensajes preguntándole donde estaba ya que no se vieron en el punto de siempre.

Solo vasto un mensaje de repuesta donde le informaba que pasó a ver al tailandés y los mensajes cesaron dejándolo poner atención en clases.

Al final del día tanto Yurio como Mila lo acompañaron a visitar al enfermo, pero se negó a verlos alegando que no quería contagiarlos, la pelirroja se fue enseguida ante la amenaza de verse enferma.

En cambio el rubio se quedó con Yuuri, prepararon la cena y aunque Phichit había comido muy poco les alegro saber que no tenía fiebre o algún malestar más grave.

Ya que nadie enfermo quiere levantarse de cama ni para comer.

Así que no notaron la mentira.

No vieron anormal la tristeza de sus ojos o que estubieran enrojecidos.

No se dieron cuenta que había algo más en esa actitud.

No iba a llorar, ni a deprimirse el era el sueño de cada chica en el campus, un chico guapo y con mucho futuro, no iba a dejar que una mala experiencia con Seung lo afectará más de lo debido.

Saco fuerzas de donde no supo que tenía y se levantó a enfrentar un nuevo día.

No nesecitaba a ese coreano, no señor, podría trabajar con el material que ya tenía y haría maravillas para entregar su trabajo.

Nadie iba a burlarse de él, nadie lo haría menos, él demostraría al mundo que nada lo afectaba.

Yuuri le ayudo mucho aún sin saberlo, su sola presencia le daban ánimos para seguir.

Comer su comida, sentir su preocupación, su suave tacto sobre su cabello, sin duda alguna ese japonés era un ángel.

Decidido y con nuevos ánimos se puso a realizar el trabajo, ya tenía el tiempo medido y tenía que entregar un trabajo increíble, nada lo detendría.

Para su suerte estando en clases diferentes, no se toparía a ese bastardo.

Porque aunque no quisiera aún pensaba en lo ocurrido.

En cómo su cuerpo reaccionaba, en cómo dejo de sentir dolor y empezo a sentir... algo raro.

Durante la exhibición de trabajos, abierta a todas las clases, Yuuri pudo observar los trabajos de todos, el imprecionante trabajo de Yurio, el fantástico arte que mostró Phichit, aún así ninguno ganó, ya que para su desgracia una chica de su clase salía con un cuidador del zoológico y este le facilito la entrada a un área de leones, las fotos fueron buenas y sin más que decir, ella ganó.

Aún así exhibieron las obras de toda la case en el gimnasio para que todos pudieran apreciarlas.

Era asombroso poder ver todo el esfuerzo en cada trabajo, cada alumno reflejando mediante las fotografías, un arte.

Phichit estaba contento de terminar su tarea, más aún de no tener que ver más a ese tipo.

Los Yuri's paseaban mirando cada fotografía y los diferentes tipos de efectos utilizados.

Al menos dos alumnos tuvieron que abarcar en una misma especialidad, así que la compañera que ganó también le tocó trabajar con alguien de la clase de Veterinarios.

La exhibición duraría al menos tres días para mostrar el progreso ante las demás clases.

No era nada nuevo que alguna clase hiciera alguna clase de exhibición para los demás alumnos.

Así mismo mostraban sus progresos ente el director y ocasionalmente a algún directivo que ofrecían becas ante los mejores estudiantes.

Todos los alumnos trabajaban muy duro para ser reconocidos y tener alguna propuesta de trabajo, y cualquier proyecto por más pequeño que fuera era importante para ser evaluado como candidato.

Entre más puntos a su favor, más oportunidades tenían de que sus profesores intercedieran por ellos ante algún importante directivo.

Aún más la clase de fotografía que tenía a una profesora muy profesional y difícil de imprecionar.

Aún no terminaba un proyecto cuando ya estaba organizando el siguiente.

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Perdonen la espera, no me sentí de ánimos para escribir mucho...