terminemos

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No podía creer lo que sus ojos veían, esa fotografía tenía que ser falsa, estar alterada o ser de hace años, obviamente no podía ser verdad.

Yuuri no podía haberse besado con Víctor de ninguna manera, conocía perfectamente a su novio, no sería capaz de hacer algo así.

Yuuri era hermoso, bueno, amable, inteligente, astuto, bello, de buen corazón, hermoso ser, sus ojitos brillaban cuando se emocionaba, mostraba cierto gesto cuando algo lo molestaba, no usaba sus lentes cuando quería verse aún más sensual, se ruborizaba si tomaba su mano y sonreía cuando se besaban.

Había tantas cosas buenas en él que era imposible una infidelidad, y de ser el caso sería mejor terminar.

No amarras a alguien que no desea estar contigo, al contrario se deja libre para que busque su felicidad, aún si eso te destroza a tí.

Con un dolor en su pecho mando un mensaje a su amado para hacerle saber que estaba de regreso y que todo salió bien.

Pero aunque el japonés estaba en línea y vio de inmediato el mensaje, no respondió.

Siempre respondía inmediatamente.

Trato de ignorar eso y se dirigió a darse un baño para calmar sus pensamientos.

Al salir miro si celular aún sin respuesta, se cambió a algo cómodo y aún no había respuesta, fue a la cosina para comer algo, pero sinceramente no tenía hambre, miro sus celular una vez más y oh sorpresa, no había ningún mensaje.

Estaba tratando de no pensar tonterías, guardo la foto, tenía que comprobar que era falsa, porque si tenía que ser falsa.

Escuchó el timbre de su puerta y no recordaba si había pedido una pizza, tal vez lo hizo pero su mente era un caos.

Lentamente camino y abrió la puerta listo para preguntar cuánto era, pero en lugar de eso un cerdito se abalanzó contra él.

Apenas pudo mantenerse en pie y reconocer ese cabello negro, ese olor a canela, que le hacía preguntase si era por algún shampoo o simplemente era su aroma natural.

Ese abrazo se sentía nesecitado así que no dudó en corresponderle y con un pie cerró la puerta de golpe.

Solo fue un día ¿era normal que lo extrañará tanto?

Que más daba, le encantó ese recibimiento, quiso llevarlo a la sala pero el pelinegro tenía otras intenciones y lo guío hasta la recámara del rubio sin soltarlo.

Algo pasaba y Yurio lo noto hasta el momento en que intento separa a su novio para besarlo y este no quiso abandonar su pecho que ya se sentía húmedo.

Estaba llorando.

Confundido y con ganas de hacer mil preguntas, se calló todas sus inquietudes para tomar a su novio y ponerlo en la cama, trato de no alejarse mucho y se recostó a su lado.

Beso su cabello y los sollozos se hicieron audibles, con mucha ternura le dió caricias en su espalda y también en sus muslos.

Beso tanto su cabello que el chico al fin abandonó su escondite y recibió gustoso los labios de su amado.

No hubo palabras de por medio, solo mimos, caricias y besos.

Hasta que al fin el llanto de convirtió en jadeos nesecitados y finalmente en pequeños suspiros de paz cuando se quedó dormido.

El rubio se levantó con cuidado y se quitó la playera húmeda, camino a la cosina y llamo a quién le podía dar más detalles.

-- porque no respondes -- gruñó molesto.

No quiero NADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora