porque te amo

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Ya parecía una rutina, levantarse y darse un buen baño, desayunar juntos, darse mimos y caricias antes de ir al casa de los padres del japonés.

Al llegar el rubio tomaba el control ya que su novio seguía manteniéndose tímido y callado, así que era él quien iniciaba la conversación y hacia a todos reír para sentirse menos tensión entre todos.

Luego de unos minutos alguien llamo a la puerta y fue el rubio quien fue a abrir la puerta en lugar de alguna de las empleadas.

Para sorpresa de todos cuando regreso llevaba del brazo a su adorado abuelo, luego de las presentaciones adecuadas, comenzaron pláticas de negocios pues los adultos se dedicaban al mismo ramo.

Si bien era muy aburrido escuchar hablar a dos hombres de sus hoteles y como habían avanzados desde pequeñas empresas, hasta lo que eran ahora, también era agradable el poder estar todos compartiendo momentos agradables.

Yuuri estaba muy contento de poder ver de nuevo al abuelo Nicolai y saber que al menos ambas familias ya se conocían, era como haber dado un paso enorme en su relación con el rubio, pues ahora ambas familias sabían de la relación y los apoyaban.

Estaba feliz.

Pero antes de poder expresarle a su novio su agradecimiento, nuevamente alguien llamo a la puerta y con una sonrisa que al pelinegro le dió escalofríos, el ruso de dirigió nuevamente a abrir la puerta principal.

Esta vez el rubio era acompañado por un hombre algo mayor que solo saludo cortésmente a todos, se acomodó en el comedor y de su portafolio empezó a sacar algunos documentos.

- vamos a casarnos - murmuró el rubio en su oído.

- ¿qué? - no termino de procesar la información.

- tu mamá estaba triste por no poder ver ni la boda de Mari ni la nuestra, por eso pensé en que podemos dejar que al menos pueda ver la ceremonia.

- estás hablado en serio - mantenían una conversación muy secreta en voz baja, aún si los presentes se preguntaban que ocurría, exepto el abuelo del rubio que ya estaba al tanto de la locura que su nieto pensaba cometer y a la que él lo apoyaba.

- al menos así sabrá que pudo estar presente en un día tan importante - lo abrazó - regálale este momento.

- eres un todo un caso - lo miro con amor - bien.

- entonces ya estan listos - hablo el hombre ya con todo listo.

Todos se acercaron para escuchar como empezaba el notario a hablar sobre el amor, la fidelidad, el compromiso del matrimonio y algunos consejos para ambos, luego fue hora de firmar los papeles.

Yurio había conseguido un par de anillos, no los requerían en una ceremonia así, pero sería un toque dulce para jurarse amor, ese par de anillos los compro desde París en el aeropuerto, cuando ansioso esperaba su vuelo y vio entre las tiendas una joyería, entro más para matar el tiempo que por otra razón, pero quedó encantado con el par de anillos y sin razonar los compro.

Una de sus mejores decisiones.

Todo había sido tan repentino y tan extraño, pero no por eso dejo de ser especial.

El notario se retiró luego de tener las firmas y pidió que fueran a recojer el acta al día siguiente.

Para Yuuri todo parecía un juego, uno muy increíble, no podían haberlos casado sin papeles, claro que su novio era astuto, pero en todo ese plan el echo de llevar al abuelo fue lo que lo hizo más realista, pero seguía siendo un juego, para que su madre no sintiera tanta culpa al partir.

No quiero NADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora