un poco de amor

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Solo un poco más tarde, luego de un viaje en silencio, llegaron a la casa del rubio donde al segundo de serrar la puerta ya estaban besándose sin restricciones.

Yuuri nunca había pisado su casa, todo el lugar era nuevo para él, sin embargó no pudo verla como le hubiera gustado.

Habían comenzado una danza de besos desenfrenados que empezaron en la puerta y continuaron en el sillón.

No supieron en que momento pero la ropa comenzó a estorbar los y poco a poco comenzó a adornar el piso.

- Yura - gimió sin poderlo evitar.

- oh Yuuri - empezó a besar su cuello, ese cuello libre sin impedimentos de besarlo, besar sus hombros, ¿en que momento le quitó la playera? ¿eso importaba?

- Yura - gimió aún más fuerte al sentir como besaba uno de sus pezones.

- Ahh...te gusta - comenzó a besar ambos pezones mientras el pelinegro se deshacía en suspiros.

- ya...ya...ahh - trato de pararlo pues todo ese sentimiento le era nuevo, sentir en sus pies cosquilleos, su estómago contraerse, mientras su mente solo tenía una idea presente, "quiero más."

- disfrútalo - empezó a chupar con fuerza un pezón y el otro lo apretó entre sus dedos - tan lindo - cambio de tareas y el japonés solo se desvivía en suspiros.

- Yura - gimió su nombre al sentir algo despertando con mucha energía.

- amor, vamos a la cama - se separó para cargarlo y llevarlo a la cama.

- Yura, yo no....aún...

- relájate - beso su frente.

- estube trabajando - desvió la mirada - estoy sucio.

- no importa.

- a mí me importa - hizo un puchero adorable y el rubio cedió.

- bien - lo dejo sobre la cama - te daré algo de ropa - empezó a buscar en los cajones.

- gracias - murmuró al tomar la ropa e ir al baño que le indico su novio.

- te espero - también busco una piyama para ir a otra habitación para darse un baño.

- te espero - también busco una piyama para ir a otra habitación para darse un baño

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Tanto Victor y Otabek no entendían como los Yuri's se habían ido así como si nada.

Pero la confusión fue reemplazado por el enojó, enojó que no pudieron profundizar al ver al guardia mirarlos con fastidió.

Otabek camino hacia el restaurante en que tenían la reservación, al menos quería tomar algo para calmarse.

Pero Victor lo siguió de cerca murmurando que aún iba a hablar con su jefe para reportarlo, lo siguió al restaurante y se autoinvito a sentase con él.

- lárgate - al fin le dijo luego de pedir solo una botella de vino.

- quiero saber de dónde conoces a Yuuri - ignoro la poca cortesía que tenía ese tipo al decirle a la camarera que no iban a comer y solo quería una botella de vino y una copa.

No quiero NADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora