es el fin?

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Phichit caminaba por los pasillos con algunos libros que quería devolver a la biblioteca y sacar nuevos.

Pero alguien se interpuso en su camino llevándolo a rastras al otro extremo de la universidad.

Reconoció el salón de música y ese gesto molesto que siempre mostraba Seung, dejo sus libros sin mucho cuidado sobre el piano.

- ¿qué rayos te pasa? - le dijo molesto por ser llevado a ese lugar que tantos recuerdos le traía.

- Guang comete un error, hazlo cambiar de opinión - respondió claro.

- deja tus celos a un lado, déjalo ser feliz.

- ¿y si no lo son? - había mucho dolor en sus palabras.

- solo puedes apoyarlo y esperar a que todo le resulte bien.

- pero...

- si no es así, te buscará como amigo para que lo consueles y él se levantará otra vez.

- no quiero verlo sufrir.

- como su mejor amigo te toca verlo llorar y abrazarlo, verlo feliz y reír a su lado, nadie dijo que era sensillo ser solo un amigo.

- estoy cansado de eso.

- pues creo que es tarde a menos que aún quieras confesarte y luchar por él - miro detenidamente su reacción, por un momento su mirada reflejo tristeza.

- no puedo hacer eso - dijo al fin bajando la mirada.

- entonces déjalo ser feliz con alguien más....

- no puedo - grito - no puedo yo lo amo, pero... - se alteró - no quiero - golpeó con fuerza la pared haciendo sangrar su mano, no le importaba - ya no... - otro golpe que fue detenido.

- ya... - acomodó su cabeza en su pecho para calmarlo.

- mnn - trato, en verdad trato pero no pudo detener su llanto y simplemente se aferró a la playera del moreno.

- ya, ya - nunca había estado en una situación así en la que alguien se desmoronara de tal manera frente a él, no sabía que hacer por eso solo acaricio su cabello de manera lenta.

- lo amo - susurro en medio de su llanto.

- tranquilo - no sabía que decir.

- es mi último año aquí, no lo veré más - se aferró con más fuerza a la playera.

- ya, ya - escuchaba todo pero no sabía cómo confortar lo.

- antes lo veía siempre ya no lo haré si vive con su novio - su voz estaba desgarrada por el dolor.

- entonces confiesate, dile que lo amas, si es tu último año no tienes nada que perder.... - ¿qué lado debía tomar?, decir eso era traicionar a Guang que amaba a otro, sería romper la amistad que tenían ellos, pero no sabía que hacer.

- no, nunca, él no....aunque dejará a Leo y me diera una oportunidad nunca podía estar con él...

- ¿porqué?

- mi familia, no aprueban eso... van a comprometerme con una chica para unir empresas, ya lo acepte, lo acepte desde siempre para estar con Guang.

- no entiendo.

- Guang es hijo de una sirvienta de la casa de mis padres así lo conocí, pero no podía hablarle por ser de la servidumbre, aunque siempre lo veía a escondidas, le dije a mi padre que si le daba becas para estudiar en buenas escuelas, estudiaría y saldría de nuestra casa muy pronto, me creyó esa mentira y pude estudiar con él.

- siempre has estado con él.

- siempre, cuando mi madre se enteró que era mi amigo me prohibió hablarle más, les pedí que no me alejaran de él pero mi padre aprovecho eso y dijo que sólo podía seguir siendo su amigo si yo me casaba con quién él dijera, al principio yo no quería porque ya estaba enamorado, pero acepte pensando en que podía demostrarles que Guang valía la pena y sería mi pareja.

- pero no fue así.

- apareció Leo y mis padres odiarón aún más a mi amigo, no ven correcto una relación entre hombres, pero aceptaron que siguiera siendo su amigo si me me casaba con la hija de un empresario enemigo de mi padre, unirían empresas y mi padre se beneficia yo simplemente acepte con tal de no perderlo.

- lo lamento.

- ya no me queda tiempo, dejaré la escuela estudiaré administración de empresas y me casaré, al menos este año quería estar con él .....pero ya no será así, porque estará siempre con Leo - lloro aún más intenso.

Estar de pie era agotador, de un momento a otro terminaron en el piso abrazados uno llorando y otro intentando consolarlo.

Era un momento íntimo que nadie más que ese salón presenció.

Tardo pero al fin el llanto de Seung se fue apagando, aún así el abrazo no se rompió, Phichit le daba lentas caricias en su amplia espalda, nunca le había tocado algo así.

Había visto llorar a exnovias pero nunca a un chico que demostrar tanto dolor y aferrándose a él como si fuera la única persona con quién podía desahogar tanto dolor.

Era triste si lo pensaba, ese chico en sus brazos estaba solo y su único amigo se alejaba de a poco, no contaba con su familia para superar ese dolor y al parecer no tenía más amigos.

Aún con con el presentimiento de que lloraría más, lo saco de la universidad con dirección a la casa del coreano, no sabría cómo explicarle a Yuuri sobre ese raro asunto por eso mejor fue a su casa.

Tubo que abrir la puerta buscando la llave en los bolsillos ya que Seung parecía perdido en su propio mundo.

Lo llevo a la sala y lo sentó con cuidado, temiendo romperlo aún más, quería acercarle un vaso con agua pero este lo tomo del brazo sin mirarlo y solo se sentó a su lado de nuevo sostuvo su cabeza para guiarla a su hombro para reconfortarlo como lo hizo en el salón de música.

Pasaron minutos, horas y ninguno decía nada, solo compartiendo un medio abrazo.

- hace mucho decidí enterrar todo lo que siento y me funcionó, nunca me interesaron las chicas y solo tenía ojos para él, tuve aventuras, claro que sí pero siempre cuidando que nadie se diera cuenta, incluso ante Guang me mostraba completamente heterosexual.

- mhhh - suspiro sin saber que decirle.

- siempre supe que lo nuestro era imposible, pero ahora que se me acaba el tiempo, solo puedo pensar en que quiero más, más de sus risas, más de su timidez, más de su cercanía, más de él...

- lo siento - ahora se sentía muy mal de juzgarlo sin saber nada sobre su vida.

- ya es tarde, siempre supe que tarde o temprano tendía que dejarlo ir, pero aún así duele - ya no lloro, pero su mirada reflejaba todo el dolor de su alma.

El tailandés solo lo abrazó.

Se estaba rindiendo sin dar pelea, estaba destrozado sin poderse confesar, su vida había sido desidia y nadie podía cambiarla.

Ese día y esa noche la pasó a su lado, cuidando de ese chico herido, no quedaba rastro alguno del chico cool y frío que todos conocian, ahora solo era un hombre con el corazón roto, había soportado tantos años mostrando su rostro serio, que algun día tenía que romperse ante alguien.

Y le tocó a Phichit ver ese lado que nadie ni siquiera Guang, conocía.

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Los amoadoro...

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Chaw...

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