Capítulo 8 - Pruebas

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Han pasado nueve meses, en los cuales Naruto logró adaptarse perfectamente a sus nuevas armas. Por medio de las artes mágicas desconocidas de Kratos, Naruto fue puesto a prueba de la misma manera en la que su sensei. Obtuvo el Vellocino de Oro al derrotar a una bestia de tres cabezas y sacar la armadura de su estomago. Derrotó al Coloso de Rodas obteniendo la Espada del Olimpo, y logró derrotar a seis enemigos de las siete puertas. 

El primero en caer fue Poseidon, ya que el rubio logró mermar su avatar de agua con jutsus de fuego por un tiempo prolongado, y rompió la coraza que protegía al dios del mar con un jutsu de elemento tierra que endurecía su piel (el que usa Kakuzu en la serie). Los métodos del rubio no fueron tan déspotas como los de su maestro, pero lograba su cometido: derrotar al enemigo. Los clones de sombra probaron ser muy útiles contra este enemigo de varias extremidades marinas. Aunque de su encuentro se llevó algunas heridas, y aunque la mayoría fueron rasguños o cortes menores, hubo uno que recibió en el brazo derecho, cerca del bicep, y que por poco le costó movilidad en la extremidad.

 Aunque de su encuentro se llevó algunas heridas, y aunque la mayoría fueron rasguños o cortes menores, hubo uno que recibió en el brazo derecho, cerca del bicep, y que por poco le costó movilidad en la extremidad

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El siguiente en caer fue Hades, el dios del inframundo, el cual, fue derrotado con sus propias armas, cortesía de Kratos quien le dijo al rubio ese consejo. Después de una incesante pelea en un lugar tan pequeño que lo puso en desventaja, obtuvo las Garras de Hades, con las cuales tuvo que practicar unas cuantas semanas con ayuda de sus clones debido a la naturaleza inestable de estas. A Naruto jamas se le olvidaría la horrible sensación de que su alma fuera casi extraída de no ser por su fuerza de voluntad. De esta pelea salio mejor librado que de la anterior, pero si recibió un terrible dolor de espalda al ser azotado por Hades contra las paredes de ese lugar.

Después siguió Helios, el dios del sol, quien le dio bastantes problemas al ojiazul, ya que primero debía tirarlo de su carruaje volador, lo cual consiguió tras crear varios clones y que estos hicieran un jutsu de viento muy potente y de gran alca...

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Después siguió Helios, el dios del sol, quien le dio bastantes problemas al ojiazul, ya que primero debía tirarlo de su carruaje volador, lo cual consiguió tras crear varios clones y que estos hicieran un jutsu de viento muy potente y de gran alcance que terminó derribando al dios. Sucedieron mil y un intrigas, dentro de las que destacan su pequeña batalla contra la Quimera y dos cíclopes, pero Naruto no perdió de vista a su objetivo.

Cuando estaba a punto de llegar hacia él, la cabeza del dios empezó a brillar con intensidad, a lo que el rubio se tuvo que tapar la vista y depender de sus demás sentidos para encontrar a la deidad y golpearla para que la luz cesara. El rubio escuchó en su mente que debía arrancarle la cabeza, era la única manera. El ojiazul aceptó de mala gana, y empezó a cortar la cabeza de Helios con un kunai, salpicando de sangre su ropa, lo cual lo asqueó un poco. Al rubio se le ocurrió ocultar la cabeza con un henge de una lampara para no levantar sospechas a la hora de usarla.

El Último Espartano - IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora