𝐛𝐞𝐬𝐨 𝐫𝐨𝐛𝐚𝐝𝐨 ⧼ jikookmin

Capítulo 7

Pareció que el tiempo se había congelado, que todas las personas a su alrededor se hubieran desconectado como si de robots se trataran, sintió como si el sonido del reloj caminara más lento, sintió la humedad en sus mejillas deslizarse con suavidad, tan calientes como si estuvieran ahí solo para hacerle daño. Y cómo si de hacerle daño se trataba aquel momento, su mente continuó procesando aquella escena una y otra vez.

[Flashback (horas antes de estar en el aeropuerto)]

La noche había caído rápidamente. Jiseok y Julie se habían quedado toda la tarde en el sofá-cama viendo alguna película en la enorme pantalla de la segunda planta de la casa de los Park. Exactamente a las cinco de la tarde Jimin cruzó por la puerta que lo llevaba a la segunda planta. Se sorprendió cuando vio a ambas chicas en el sofá cama y mientras se acercaba a ellas para saludarlas les comentó que las había llamado un par de horas antes mientras avisaba que estaba en casa y las chicas explicaron que no habían escuchado nada por la película que se reproducía en la pantalla.

Jimin notó un aire incómodo en la atmósfera de las chicas pero no quiso meterse en los problemas que podían tener en ese momento. Simplemente se acercó a Jiseok y la saludó como acostumbraba hacerlo siempre; revolviendo su cabello y con un beso en la frente, Julie también los recibió. Una mirada sombría se cruzo por los ojos de Jiseok cuando presencio aquel acto, pero no dijo nada y en su lugar Jimin simplemente se retiró.

Cuando el reloj marcó las 6:45 de la noche los tres jóvenes se encontraban en la cocina, dispuestos a preparar la cena. Luego de unos minutos entre risas, bromas y nuevos apodos, la cena quedó servida en la mesa.

Aquel momento había sido más que especial y Julie no podía estar más feliz. Cada segundo que pasaba junto a Jimin se convertía en una nueva razón para gustar del muchacho. Además, había olvidado casi por completo que se encontraba en una especie de pelea con su mejor amiga.

Parecía que todo había vuelto a la normalidad.

— ¿Puedo ayudarte? —la peli negro se asomó por la puerta de la cocina, mientras observaba a Jimin lavar los trastes.

— Claro que no. Eres una invitada, jamás me perdonaría si te dejara hacerlo —Jimin respondió sin voltear a verla.

— Pero quiero ayudar. Me han recibido aquí y me han tratado muy bien, además he estado en su casa ya mucho tiempo, ¡y a estas alturas no me has dejado hacer nada Park Jimin!

Jimin rió por lo tierna que podía ser la chica, aún así siguió negándose. Unos minutos después Julie se dio por vencida, dándose cuenta que hacer cambiar de parecer al joven era algo casi imposible. Luego de unos minutos de charla entre ambos jóvenes, Jimin terminó de asear y juntos tomaron asiento en los bancos frente al ventanal de la cocina, dónde habían hablado por primera vez solo unos días atrás.

— ¿Crees qué es posible enamorarse de alguien que acabas de conocer? —Julie preguntó sin voltear a verlo.

— Nunca me ha pasado. No podría responderte. —la pequeña llama de esperanza en la joven se apagó y un incómodo silencio se apoderó del momento.

— Cuéntame sobre tú familia —Jimin propuso. Julie suspiró y respondió:

— Mis padres aún están casados, tengo un hermano que es mayor solo por ocho minutos y ya, no hay mucho que contar —respondió sin darle importancia al asunto.

— ¿Qué? ¿Ocho minutos? —Jimin volteó a verla sorprendido.

— Así es, nacimos el mismo día con ocho minutos de diferencia —respondió restándole importancia.

— ¡Eso es genial! —Jimin dejó ver su eyesmile mientras pronunciaba aquellas palabras.

— Supongo... —Julie siguió sin darle importancia a la charla con el joven o por lo menos eso era lo que quería hacerle creer.

— ¿Te encuentras bien? —preguntó volteándose para observarla. Jimin se dio cuenta en que momento la atmósfera cambio.

— Sinceramente... no. Pero no es algo que deba importarte.

Jimin se sorprendió por el cambio drástico en la actitud de la chica, por lo que prefiero callar o podría arrepentirse después de sus palabras.

— Sabes, me gusta alguien pero se que nuestro amor es imposible, de hecho, para la otra persona yo no existo —Jimin cambió totalmente la conversación. Ni siquiera conocía la necesidad de haber dicho aquello, no era la clase de persona que saldría a la calle a decirle a todo el mundo que se había enamorado de alguien que no lo conoce. Sería estúpido, pero ahí estaba, siendo estúpido.

— Me gusta alguien que jamás se fijará en mi. Suframos juntos —una risa sarcástica se apoderó del silencioso momento y Jimin empezó a temblar.

— Debo ir a dormir, descansa Julie —el joven se levantó del banco y caminó hacía las escaleras.

— Espera... —Julie se levantó del banco en un santiamén y llegó hasta él, posicionándose demasiado cerca.

Jimin se giró y la joven se apoderó de la situación tan comprometedora en la que se encontraban y lo besó. Jimin se sorprendió y la alejó.

— ¿Qué haces? Eso no es correcto.

— Me gustas Jimin.

El joven recién nombrado posó su mano sobre su frente y habló— nos conocimos hace once días, ¿lo recuerdas? Además, estoy seguro de que Jiseok nunca te habló de mi por lo que puedo confiar de que no te has enamorado desde antes, aún así Jiseok si me ha hablado de ti... por dios Julie, en qué lió me has metido. Entiende, eres como una hermana para mi, conozco mucho más de ti de lo que te imaginas, sé muchas cosas... cómo qué eres homofóbica —Jimin se calló y Julie comprendió.

— ¿Eres gay? No, espera, eres gay.

Jimin asintió sin decir nada más. Julie subió las escaleras hasta la habitación que por el momento le pertenecía.

La joven se sentó sobre la cama, tomó su celular y mientras escribía en el una pequeña lágrima se resbalo por su mejilla.

[FINALIZACIÓN DEL FLASH BACK]

Esa noche Julie espero que ambos dueños de casa se acostarán a dormir, cuando la casa quedo en total silencio que fue aproximadamente a las 11:20 pm; luego de la rutina de ejercicios de Jimin. La peli negro tomó sus maletas y tratando de no hacer ruido salió a la calle donde un taxi esperaba por ella para llevarla al aeropuerto.

🐾

Y ahí se encontraba, a la 1:40 de la madrugada en una sala del aeropuerto de Seúl frente a un enorme ventanal del cual podía ver los aviones al otro lado gracias a las luces de las pistas. Aún debía esperar por James para volver a casa.

Su mente seguía en aquella conversación con Jimin y en su mensaje que solo minutos antes había recibido.