Capítulo 13

428 60 9
                                    

Jimin tenía los ojos clavados sobre el muchacho frente a él. Por un momento creyó que era una especie de broma de muy mal gusto o incluso que empezaba alucinar. Jimin quería correr lejos de ahí, quería estar entre los brazos de su hermana y que ésta le dijera que todo estaría bien, pero Jiseok no estaba ahí y en su lugar, se encontraba Jungkook.

"¿Qué diablos estaba pasando? ¿Por qué estaba él aquí? ¿Por qué me abrazo? ¿Me ha seguido, por qué lo ha hecho?"

Jimin se sentía más patético que nunca antes. Había llorado como un niño pequeño sobre el pecho de aquel joven al que tanto amaba.

"¿Qué debería decirle ahora? ¿"Gracias por dejarme llorar sobre tu pecho pero debo irme"?"

Jimin simplemente había dejado de pensar, su mente estaba en blanco y no se atrevía a pronunciar ni una sílaba.

Jungkook estaba estético, petrificado en su lugar. No se atrevía a decir absolutamente nada.  "¿Qué si digo algo estúpido y vuelve a irse?"

Los segundos parecían horas, el reloj no dejaba de andar, era más de medianoche y ellos seguían parados frente a frente con solo un metro de distancia que los separaba. Con cientos de ideas y conversaciones en sus mentes pero nadie se atrevía a pronunciarlas.

─ ¿T-te encuentras b-bien? ─"¿en serio, Jungkook? ¿no pudiste pensar en algo mejor?"

Jimin no respondió y simplemente se hecho a correr. Igual que solo unos minutos atrás, con la diferencia de que esta vez Jungkook no iba a dejar que escapara.

Tomó su mano cuando lo alcanzó, solo un par de metros de donde habían estado antes. Jungkook vió directamente a los ojos del contrario. Estos estaban llenos de lágrimas nuevamente y sin pensarlo, volvió abrazarlo. Susurró un suave "todo estará bien" y Jimin que había retenido las lágrimas, rompió en llanto.

Jungkook sintió la respuesta de su corazón, y es qué su órgano vital había empezado a latir como loco. Por alguna razón, sentía la necesidad de protegerlo, de hacerle sonreír y de jamás permitir que lágrimas se deslizaran por su mejillas otra vez.

Minutos después en los que se quedaron en aquella misma posición, Jimin se alejó lentamente del cuerpo de Jungkook limpiando sus mejillas y mordiendo levemente sus labios por sus nervios.

─ Y-yo... lo lament-to... no quería hacerte pasar por este mal rato ─susurró el más bajo casi inaudible, aún así el más alto pudo escucharlo claramente.

─ No debes disculparte... ─Jungkook respondió metiendo sus manos en los bolsillos de su hoodie.

Y el silencio reinó.

Pero... no fue un silencio incómodo, fue uno agradable o eso fue lo que ambos chicos pensaron.

─ Yo... debo irme ─Jimin no levantó la mirada en ningún momento mientras intentaba formular una oración sin tartamudear.

─ ¿Vives cerca? Podría acompañarte a casa... ─Jungkook pronunció casi al instante en el que el más bajo terminó de hablar.

─ Mi casa está muy cerca ─dijo mientras empezaba a caminar sin esperar una respuesta del contrario. Y al no recibir una, suspiró aliviado al creer que el chico ya se había ido del lugar. Pero para la sorpresa de Jimin, no fue así.

Solo después de un par de pasos desde donde había comenzado a caminar hizo que parara en seco y es que por alguna extraña razón su mente pedía a gritos que se volteara. Quizas él solo quería saber sí todo aquello había sido realmente un sueño y que al voltearse todo se desvanecería.

Trato de no darle importancia y seguir su camino pero entonces, como si de una película se tratara, el joven fue sorprendido por una mano en su muñeca que lo hizo girar abruptamente. Jimin dejó de respirar normalmente y sin levantar la mirada de sus manos pudo saber de quién se trataba.

Jimin estaba esperando una explicación de parte del joven pero éste simplemente no dijo nada. Los segundos no dejaban de correr y ellos parecía que no pensaban en hacer o decir algo. Jungkook no soltó en ningún momento la mano de Jimin.

Jimin quería preguntarle amablemente qué estaba haciendo pero simplemento no podía. Era como si su mente estuviera volando en el ciber espacio y lo único que se encontraba allí era su cuerpo.

─ Lo siento... ─Jungkook susurró y Jimin levantó la mirada al fin, preguntándose el por qué de su disculpa.

Y Jungkook simplemente hizo algo que confundió demasiado al más bajo, como también hizo que su corazón revoloteara.

Lo besó.

Y la disculpa fue para replicar la forma en la que Jimin lo había hecho antes.

Estaba de menos explicar lo que ambos se sentían.

Jungkook abrió sus ojos sin separarse de los labios del más bajo y sonrió en medio del beso cuando vió los contrarios cerrados. Y fue allí donde tomó la inciativa moviendo lentamente sus labios sobre los del otro, siendo así correspondido casi al instante.

Sus labios formaron una suave y dulce danza que a Jungkook le fue inevitable no soltar la mano del joven y en su lugar llevarlas hasta el cuello del más bajo para así, profundizar más el beso.

"Sus labios son tan suaves y dulces. Tan gruesos y ese delicado sabor a fresas. Definitivamente podría volverme adicto a las fresas solo por el sabor de sus labios." Jungkook pensó. Vamos que al joven multimillonario realmente le había gustado aquel beso y es que para expresar ese tipo de deseo sobre las fresas cuando odia comerlas es demasiado.

En la mente del otro chico rondaban no tan buenos pensamientos... "Dios, ¿qué estoy haciendo? Él se irá. Para mañana ya me habrá olvidado y esto será solo un experimento. Pero el sabor a cereza de sus labios me está enloqueciendo..." Jimin cuestionaba sus pensamientos, hundiéndose más en ellos.

Un par de segundos después se separon, aún sin querer hacerlo.

Jungkook sonrió dulcemente viendo los hermosos ojos marrones del joven más bajo y sin decir nada simplemente corrió hasta alejarse unos metros del chico. Antes de cruzar la calle que llevaría directamente a su hotel y que además iba a obstruirle la vista del chico, gritó:

— ¡Esa fue mi venganza! —y el pequeño e indefenso Jimin miro al joven lejos de él con una sonrisa en su rostro.

¿Una venganza por su acto previo a todo lo que había sucedido en los últimos minutos? Tenía sentido. Había hecho exactamente lo mismo que él. Pero... la pregunta más importante ahora era ¿Por qué el famoso y multimillonario joven había decidido vengarse de la misma manera en la que Jimin comenzó todo, en lugar de presentar una demando por acoso o una orden de alejamiento?

Jimin era un manojo de emociones y pensamientos tontos. No sabía como controlarlos, ni siquiera podía girar y caminar hasta su hogar. Se había quedado petrificado por más de quince minutos en medio de la calle completamente vacia a medianoche.

Suspiro. Un suspiro tan profundo como ningún otro que hubiera hecho en sus veintitres años de vida. Con pasos cortos y lentos emprendió camino hasta su hogar.

Jimin sonrió una vez más mientras acariciaba sus labios. Aquel beso sería el primero y obviamente el último. Pero se sentía especial. Jimin sabía perfectamente que Jungkook no era el tipo de chico abierto con extraños y mucho menos si de sentimientos se trataba. Era por esa misma razón que el joven Park estaba más sorprendido de que todo aquello hubiera pasado. Estaba feliz pero era inevitable no sentirse triste al mismo tiempo. El joven se olvidaría de lo qué pasó al despertar por la mañana, ni siquiera había preguntado por su nombre. Tal vez Jungkook solo estaba experimentando nuevas aventuras, tal vez solo quería hacer algo divertido y fuera de lo común, tal vez él solo estuvo en el momento equivocado a la hora equivocada. Tal vez y solo tal vez no volvería a verlo nunca más.

𝐛𝐞𝐬𝐨 𝐫𝐨𝐛𝐚𝐝𝐨 ⧼ jikookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora