Capítulo 19

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Salieron juntos del recinto y ambos se detuvieron frente a la puerta del restaurante. Jimin tenía intención de despedirse de la mejor manera e irse. Jungkook estaba en un debate mental para pedirle al chico que se quedara un rato más junto a él.

— ¿Vives cerca de aquí? —Jungkook preguntó.

— Aproximadamente a 20 minutos caminando.

— ¿Puedo acompañarte a casa? —mordió ligeramente su labio y apartó la vista del mayor pues estaba realmente nervioso.

— Oh, no es necesario. Podrías perderte. —Jimin sonrió viendo las acciones del menor— ¿Te gustaría dar un paseo antes de irnos?

Ocho palabras hicieron que el corazón de Jungkook diera un brinco en su lugar y bombeará sangre frenéticamente a todas las partes de su cuerpo. Los ojos del menor viajaron directamente a los del contrario mientras sonreía tímidamente, asintió.

Caminaron sin destino alguno, rodeando la manzana y llegaron hasta el parque dónde se conocieron. Cuando ambos se dieron cuenta del lugar en el que se encontraban fue inevitable no sentir emociones. Sonrieron tímidamente y tomaron asiento en la banca favorita de Jimin, la misma en la que Jungkook había estado sentado aquel día dónde su historia comenzó.

Sin decir ni una sola palabra, solo disfrutar del silencio de la noche y de su compañía los minutos transcurrieron lentamente. Jungkook pensaba seriamente en que decir y Jimin simplemente disfrutaba del momento. El joven Park jamás pensó que viviría algo así, jamás creyó que conocería a Jungkook, que lo besaría, que lo abrazaría, que compartirían muchos de sus lugares favoritos, que compartirían una cena juntos. Jimin estaba demasiado feliz y su tímida y bella sonrisa no lo ocultaba.

Jungkook giró y vio la sonrisa en el rostro del contrario y debido a sus sentimientos estaba a punto de explotar. Tragó grueso y jugó con sus manos sin dejar de observar los labios del mayor. Jimin se percató de ello y volteó. Sus miradas se conectaron y sus corazones se alborotaron.

Ambos tenían lo mismo en mente.

"Sus labios sobre los míos."

Sin más, ninguno se atrevió a hacerlo.

Quince minutos en silencio transcurrieron y los jóvenes ni siquiera se habían percatado de ello. Cuando estaban juntos parecía qué el tiempo se detenía, que todo a su alrededor se desvanecía.

— ¿Debes llamarme hyung o yo llamarte así? —Jungkook preguntó en son de broma mientras giraba su cabeza para poder ver al más bajo.

— Tú debes llamarme así.

— ¡¿Bromeas?! —Jimin asintió y Jungkook se sorprendió aún más, pues él juraba que Jimin era su menor.

— Soy dos años mayor que tú, Jeon. Así qué debes llamarme 'hyung'. —la sonrisa triunfadora mezclada con un poco de diversión hizo que el estómago de Jungkook se revolviera. Tragó grueso y algo dio un salto en su cerebro. "¡La foto!" se gritó mentalmente mientras hurgaba en los bolsillos de su chaqueta, hasta que la sintió, la apretó con su mano sin sacarla aún.

— ¿Te gusta mucho tomar fotografías? —Jungkook preguntó viendo directamente a los ojos curiosos de Jimin.

— Así es. Empezó como un hobbie pero creo que se ha convertido en algo más que eso. Es una bella forma de expresarme, de recordar momentos. Será maravilloso cuando dentro de unos años pueda ver todas las imágenes que en un momento tuve la oportunidad de fotografiar, que pueda recordar el lugar, incluso si no estoy ahí o el sonido de los pájaros mientras cantan, el olor de las flores o del pan recién horneado, sentir el viento chocar con mi rostro y estremecerme al contacto y recordar esos paisajes que me enamoraron. Será maravilloso poder revivir esos momentos solo con verlos en una fotografía —Jimin le sonrió a la nada recordando todas las veces que había salido de casa para crear aquellos recuerdos.

Jungkook estaba maravillado con las palabras del chico y por primera vez en su vida su amor por la fotografía realmente tuvo un significado.

Jimin se levantó de la banca cuando se percató de la hora. 11:35 de la noche marcaba el reloj en su muñeca izquierda.

— Debo irme, ya casi es media noche y... —Jimin no pudo terminar su frase pues Jungkook se había levantado en un ágil movimiento quedando de frente y muy cerca de él.

— Sí. También debo volver. Julie debe estar preocupada. —ambos se rieron al escuchar la última oración de Jungkook.

Cuando la risa de ambos había cesado, el contacto visual fue inevitable. Los ojos de Jungkook parecían recorrer cada parte del rostro del más bajo y por el contrario, los de Jimin estaban situados solamente en los del menor.

— Creo que perdiste esto —Jungkook extendió algo frente a Jimin, este lo miró frunciendo el ceño y terminó tomando el papel. No recordaba haber perdido nada, hasta que se dió cuenta que era una fotografía y qué, efectivamente, era suya. El corazón de Jimin dió un salto en su interior cuando se dió cuenta de cual era y la dedicatoria que tenía.

Jimin se había quedado sin palabras. Jungkook sonreía tiernamente viendo al chico leer una y otra vez lo que en la fotografía estaba escrito.

— No te avergüences —Jungkook rió y Jimin volteó a verlo rápidamente avergonzándose aún más— No eres el único que tiene una foto del otro —hizo un guiño y Jimin terminó por pintar aún más su rostro en un dulce tono carmesí.

Jimin aún no se atrevía a decir nada, ni siquiera quería preguntarle si él tenía fotos suyas, aunque era algo más que obvio y la pregunta que realmente necesitaba hacer era: ¿cómo las había conseguido?. Sin más, no dijo nada.

— Debo irme —Jungkook susurró demasiado cerca de su cara, sus respiraciones se mezclaban y antes de que pudiera pasar lo que todos quisiéramos, Jungkook corrió su rostro y depositó un beso en la mejilla del contrario y se fue sin decir nada más.

Una bella sonrisa adornaba cada rostro. Jungkook estaba demasiado feliz, tanto que no podía controlar su agitado corazón. Jimin sonreía tímidamente y miraba la polaroid en sus manos como si de un trofeo se tratara. Esa definitivamente sería la polaroid más importante de su colección. Guardó la fotografía en su billetera y emprendió camino hasta casa.

Dieciocho minutos más tarde estaba entrando en su propiedad. Cuando se dió cuenta que Jiseok aún no había llegado y le pareció raro, pues ambas chicas se habían ido mucho antes de la cena. Decidió enviarle un mensaje pero aquella acción fue cortada rápidamente, cuando recibió una llamada de un número privado.

𝐛𝐞𝐬𝐨 𝐫𝐨𝐛𝐚𝐝𝐨 ⧼ jikookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora