Entrelazados a pesar de todo.

Mitsuru

Mi corazon estaba realmente acelerado, aunque creo que la razon de eso es mas que suficiente.

Kokoro-san estaba dando a luz y yo me encontraba demasiado lejos de ella en ese momento.

Cuando vi como un parasito corria tan efusivamente pense que venia tarde a su turno en la cosecha, pero nunca espere que me gritara lo que realmente sucedia en el hospital.

Estoy a un piso de las indicaciones que me dieron y siento que no he avanzado nada.

En cuanto salgo de la escalera puedo ver a los chicos juntos a otros parasitos y yo no hago mas que apresurar mi paso.

- Eh Mitsuru, ¡apresurate! - grita Goro desde donde esta

Al llegar a su lado siento mi estomago retorcerse en mi interior, ignoro a mis amigos y abro la puerta de la habitacion para encontrarme a un grupo de chicas llorando.

- Kokoro-san - grito al no verla desde mi ubicacion

En mi camino hasta la cama siento que mi corazon latia más fuerte que antes e incluso tengo la respiracion contenida y es que el llanto de las chicas no ayuda demasido.

Al estar lo suficientemente cerca de la cama, mi mirada queda clavada en ese pequeño punto rosa que mueve sus diminutos brazos en todas direcciones y me arrodillo al borde de la cama para poder estar mas cerca de el. Kokoro-san esta a su lado y puedo asegurar que luce mas hermosa que de costumbre, independiente de que su rostro se vea cansado.

- Vamos, saluda a papá - le susurra al bebé

Esa simple frase hace que mi mano se mueva por inercia en direccion al bebé, lo veo buscar mi mano y con un simple roce siento una corriente por mi brazo, la sensacion se hizo mas intensa cuando su mano se envuelve alrededor de mi dedo.

Mi garganta se seca y siento como mis ojos se llenan de lagrimas acumuladas, pero no pasa demasiado tiempo para que yo me una al sollozo del resto, soy conciente de la sonrisa de felicidad en el rostro de Kokoro-san y eso hace que mis lagrimas aumenten.

- Es una niña - susurra Kokoro-san

- ¡Creo que deberian darle su codigo! - grita una voz a mis espaldas

Me giro un poco en direccion a la persona que gritó y puedo ver como Ichigo e Ikuno le cubren la boca a Miku, en el rostro de las chicas aun se dejan ver lagrimas.

- Ella no va a tener codigo - le respondo con una sonrisa - Le daremos un nombre, uno igual de especial que ella -

- Será mejor que los dejemos por unos minutos - volteo al escuchar la voz de Nana-san y puedo verla observarnos con cariño y orgullo

Todas las mujeres que se encontraban en la habitación salieron aun con sollozos, fue Nana-san la última en salir y antes cerrar la puerta nos regaló una sonrisa.

- ¿Te sientes bien? Puedo volver más tarde así tu descansas -

- Estoy bien Mitsuru-kun, ¿Quieres que papá te cargue? - la pregunta iba dirigida a nuestra hija y la única respuesta que hubo fue un quejido de su parte

- Es igual de hermosa que tú, n-no quiero molestarla - me niego ante su idea porque realmente tengo pánico de asustar a mi hija y así como está se ve hermosa

- ¿Cuál será su nombre? Miku dijo que Mirai le quedaría hermoso, porque ella es nuestro futuro -

- Ai - no pienso mi respuesta, porque se muy bien lo que significa esa palabra

- ¿Ai? ¿Amor? - se cuestiona ella

- Ella representa el amor que nos une, p-porque estoy seguro que las amo y las voy a amar siempre, amo la familia que estamos formando Kokoro-san - cuando termino de hablar dejo de observar a mi hija y me concentro en los hermosos ojos azules de su madre, ella está en silencio y creo que es por la sorpresa de que por primera vez desde que estamos juntos le digo lo que siento por ella

- Ai y mamá tambien te aman papá - ella me sonríe y yo siento mis mejillas arder, esa es la reacción que ella siempre logra en mi

- Buuaaaaaaa... - un tierno grito salió de la garganta de Ai logrando que ambos nos enfocaramos en ella que seguía con sus ojitos cerrados

El grito vino seguido de movimientos aleatoreos de sus brazos y fue Kokoro-san quien entendió lo que nuestra pequeña intentaba comunicar.

- Ven pequeña, mamá te dará de comer -

Ella se acomodó como pudo para quedar sentada en la cama y cogió a Ai con cuidado en sus brazos, yo estaba ahí observando cuan hermosa se veia con mi hija en sus brazos.

Me siento inútil al estar observandola mientras ella mece a Ai contra su pecho.

Puedo sentir mi cara completamente ardiente cuando la veo retirar una parte de su camisón y deja a la vista uno de sus senos, el cuál pone cerca de los labios de Ai y ella en un momento de quizas instinto lo apresa con sus labios comenzando a succionar como si no hubiera nada más en su mundo.

- Nana-san e Ikuno-chan me mostraron archivos antiguos, en ellos salia como cuidar y alimentar a un bebé, espero no hacerlo tan mal... -

La forma en que Ai se aferra a Kokoro-san me hace sentir tranquilo.

- Esto se llama amamantar, en sus primeros meses de vida va a ser lo único a lo que reaccionará y es lo único con lo que podemos alimentarla - ella me explica esto y me siento inútil al saber que no podre hacer nada por mi hija hasta que este un poco más grande

Quiero decir algo, pero nuevamente me quedo ahí observandolas por unos minutos que no se cuantos son, me siento un intruso al presenciar un momento tan intimo entre ellas.

- ¿Estas satisfecha cariño? Quizás papá pueda ayudarte a expulsar tus gases -

- ¿Gases? - pregunto con pánico

- Solo debes cargarla contra tu pecho y acariciar su espalda hasta que eructe. Ven cargala -

Esta vez si acepto su idea y recibo a Ai contra mi pecho procurando no sacarla de su manta. Ella se acomoda contra mi mientras se mueve lentamente y es tan pequeña a mi lado que siento terror de poder dañarla si me muevo.

- ¿Así esta bien? - pregunto

- No se ha quejado, esta bien en tus brazos papá -

Siento como mi pequeña respira contra mi cuello y deja salir unos cuantos suspiros o eructos leves. Nuevamente siento ganas de llorar, es que sigo sin creer que toda esta felicidad sea para mi pequeña familia.

Alzo un poco el rostro y me encuentro con esa mirada llena de adoración que solo Kokoro-san es capaz de darme.

Las amo, ella y nuestra hija son la mejor oportunidad que me pudieron haber dado, aún siento no poder recordar como me enamoré de Kokoro-san la primera vez, pero me voy a asegurar de cuidar los nuevos recuerdos que ambos estamos creando y mi prioridad desde este día en adelante es proteger a esas dos hermosas mujeres que hoy son parte de mi y lo serán siempre.