[ PROLOGUE ]──── ∙:♛:∙ ────
La pequeña niña de cabellos castaños y ojos color miel jugaba en el enorme patio trasero de su abuela paterna, quien debía estar tejiendo en este mismo instante mientras escuchaba la radio rezando para que no dieran malas noticias sobre la guerra, ya que su hijo y padre de la niña se encontraba allí.Briar Jones había perdido a su madre a pocos días de nacer, el parto había sido terriblemente complicado y doloroso por lo que no lo resistió dejando al Sr. Jones viudo y a una nueva integrante del mundo sin madre. Y ahora su padre se iba a la guerra dejando su futuro incierto y desolado.
No era de sorprenderse que la niña creara diversos mundos imaginarios en los cuales jugar, pero nunca creyó que podría entrar en uno de ellos.
Esa misma tarde mientras el sol caía, se encontraba jugando junto a Wolfie, el perro de la familia nombrado por ella, a la Princesa Guerrera. La cual defendía a todos de las garras de la oscuridad junto a su fiel compañero devora villanos.
La pequeña Briar estaba tan metida en su propio juego que no notó cuando se alejó demasiado de la casa por el bosque, siguió corriendo y jugando con Wolfie hasta que se encontró con un gigantesco árbol, el más grande que había visto en toda su vida, lo que no era decir mucho pero así era.
Su tronco y ramas eran de color blanco casi plateado que tenían brillo propio, sus hojas eran de un color carmín como la sangre que caían lentamente junto a sus flores color dorado que resplandecían con los rayos del sol que podían traspasar la arboleda. Sin poder evitarlo, Briar estiró una de sus manos en busca de capturar una de las flores que caían y cuando cumplió su objetivo, esta comenzó a brillar mucho más de lo que ya lo hacía encandilándola. Y cuando el sol tocó la Tierra explotó en miles de pedazos provocando que la niña tapara sus ojos en busca de protección.
Cuando al parecer todo había terminado la pequeña abrió los ojos encontrándose con un lugar completamente diferente en el que estaba hace pocos segundos. El sol se encontraba en un punto que parecía el mediodía y el sonido de los pájaros era embriagador, se encontraba caluroso y el agua que se veía debajo era cristalina. Briar se encontraba en una pequeña colina en el bosque donde se podía ver todo, hasta juró ver un castillo a lo lejos.
Valientemente comenzó a hacer su camino a través de los árboles, tal vez podría encontrarse con alguien que la ayudara. Pasaban los minutos y la niña seguía caminando sin descanso hasta que entre los árboles pudo ver una figura peluda que corría lejos de ella, parecía la de su perro por lo que sin dudarlo comenzó a seguirlo.
— ¡Wolfie, espera!
El Gran León extrañado del grito de una Hija de Eva corrió a socorrerla creyendo que se encontraba en algún peligro, pero al ver la escena frente a sus ojos se detuvo sorprendido. Una niña de cabellos castaños estaba a punto de acercarse a uno de los lobos que anteriormente servían a La Bruja Blanca, preocupado iba a dar un paso para ayudarla, pero se detuvo al ver que el lobo se acercaba a ella sin intenciones de atacar. Este se dejó acariciar por la niña, quien se encontraba feliz por aquello y comenzó a guiarla por el bosque, Aslan los seguía de cerca, no estaba completamente seguro de que el can no le hiciera daño.
Terminaron en la manada de los Lobos, aborrecida por todos al defender a La Bruja Blanca y exiliados. Cada uno de los lobos la recibía con felicidad, y para sorpresa del león, la niña no se asustó cuando estos le hablaron.
Los días pasaban y Aslan seguía vigilando a la niña, ésta ayudaba a los lobos a ser buenos luego de que estos le contaran todo lo que había ocurrido y, según ella, esa sería la única forma de que los demás volvieran a recibirlos con los brazos abiertos. Uno de aquellos días El Gran León se acercó a ella, los lobos saltaron a defenderla, pero al ver que no iba a hacerle daño lo dejaron pasar, el felino quedó sorprendido que después de todo lo que había pasado los lobos se enfrentaran a él sin dudarlo por una Hija de Eva.
El león se presentó frente a ella y le preguntó cómo había llegado allí, la niña le contó entusiasmada lo que ablandó el corazón del felino. Aslan al ver la dedicación de la niña y al escuchar cómo era su vida en el otro mundo, la dejó quedarse hasta que lograra su cometido. Nunca había visto que alguien se pusiera tan feliz, ni siquiera a la Reina Lucy cuando había resucitado.
Los años pasaban y Briar Jones se había convertido en La Reina Lobo ante los ojos de toda Narnia, nunca nadie la había visto, hasta que un día se apareció en Cair Paravel sorprendiendo a todos, especialmente a Aslan y los Pevensie, Reyes y Reinas de Narnia.
La chica de ahora quince años caminaba con un porte envidiable rodeada de los cientos de lobos pertenecientes a la manada, Arwen el lobo gris casi blanco, que había conocido su primer día en Narnia, no se despegaba de ella escoltándola al castillo. Con la autorización de El Rey Peter la dejaron pasar, pero solamente junto a Arwen, quien no se despegaría de ella, por lo que el resto de la manada debía esperar afuera por su Reina.
Los Reyes y Reinas quedaron sorprendidos de que la famosa Reina Lobo estuviera completamente limpia y perfectamente vestida con un hermoso vestido de seda color negro y dorado, desde que escucharon hablar de ella siempre creyeron que se vería como una salvaje cubierta de tierra y suciedad, pero era todo lo contrario, tanto que el Rey Edmund no podía apartar la vista de ella.
Briar se presentó ante ellos con el respeto que se les debía tener a los Reyes y Reinas, y sobre todo a Aslan quien sorprendentemente se encontraba en la habitación presenciándolo todo. La chica los convenció de que los lobos ya no eran una amenaza y pudo demostrarlo cumpliendo su objetivo, y ganando felicitaciones de Los Pevensie por educarlos para integrarlos a la sociedad narniana. Aslan se acercó a ella y le indicó que su trabajo allí en Narnia había terminado por lo que debía volver a su mundo, el mismo de sus Reyes y Reinas, entristeciendo a Edmund. Sin embargo, Briar declinó la oferta sorprendiendo al Gran León quien aceptó su decisión.
Los Reyes y Reinas le ofrecieron vivir en el castillo, lo que aceptó encantada ya que ahora los lobos podrían vivir donde quisieran y ya no la necesitaban como antes, aunque siempre le serían fieles.
El tiempo pasó y entre todos se hicieron afines, especialmente con El Rey Edmund quién desde el inicio le confesó su atracción hacia ella, y luego de años de rogos y confesiones de amor, La Reina Lobo aceptó llevando a cabo, años después, su boda, un hecho de celebración para toda Narnia que duró días enteros.
Ambos se amaban y se apoyaban en todo, pero cuando Los Pevensie se fueron un día a perseguir un ciervo blanco, jamás volvieron, dejando a Briar devastada. Los primeros días ella confiaba en que volverían, confiaba en que el amor de su vida volvería a ella, pero con el pasar de los meses esa esperanza se oscurecía metiéndola en un pozo profundo de depresión que preocupó a todo el reino. La única Reina que les quedaba apenas salía de su habitación, se la pasaba días enteros llorando por su amado y la familia que nunca tendría junto a él.
Aslan no podía permitir que el destino de ambos se separara de aquella forma, no era como deberían haber sido las cosas, pero tal vez aquel no era el momento de que ellos fueran felices. Por lo que cuando Briar dormía aún con lágrimas en sus ojos Aslan la transportó nuevamente a su mundo en el mismo árbol de corteza blanca, hojas carmín y flores doradas que ya no brillaban, nuevamente siendo una niña que no recordaba nada de lo sucedido.
No recordaba Narnia, no recordaba a los lobos y tampoco recordaba a Edmund, al igual que él ni ninguno de los Pevensie la recordaban.
Este no sería su final.
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LA REINA LOBO | edmund pevensie
Fanfiction〔👑〕LA REINA LOBO | ❝ ¿Crees que fuimos felices juntos? ❞ Los Pevensie no fueron los únicos niños que entraron a Narnia, como ya es sabido, pero nadie conoce la historia de La Reina de los Lobos. Luego de que los Pevensie abandonaran Narnia, Briar J...