LA REINA LOBO | edmund pevensie

CHAPTER NINE

[ CHAPTER NINE ]

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El duelo había comenzado y las expectativas de que Peter fuera el campeón iban bajando poco a poco, al ver como las heridas iban formándose sobre su cuerpo, aunque Miraz no se quedaba atrás con las que le proporcionaba el rubio. La aparición de Caspian y Susan saliendo del bosque sobre un caballo, llamó la atención de mayor de los Pevensie quién pidió un descanso, el cual Miraz aceptó igual de cansado.

Sin pensarlo un segundo, Briar corrió hacia ellos dispuesta a escuchar las noticias que traían, deteniéndose junto a Edmund.

— ¿Y Lucy? — preguntó Peter preocupado.

— Logró pasar con un poco de ayuda— lo tranquilizó Susan, refiriéndose a la inesperada ayuda de Caspian.

— Gracias— le agradeció al pelilargo.

— Estabas ocupado.

— Más vale que vayan allá arriba, por si acaso— habló Peter dirigiéndose a ambas chicas—. No creo que cumplan su palabra.

— Sigue sonriendo— le ordenó Edmund mirando a los narnianos a sus espaldas, quienes se veían preocupados por la salud de su Rey.

Peter acató la orden, recibiendo gritos de guerra por su parte, para luego prepararse para volver a pelear. A diferencia de antes, Briar se quedó junto a ellos sin acatar la orden de Peter, por lo que Arwen se acercó a dónde se encontraban, no queriendo estar separado de ella por mucho tiempo.

— Te dije que vayas arriba— le dijo Peter, luego de que Edmund ubicara su brazo en su lugar. Provocando que éste notara que la presencia de Briar seguía junto a ellos, haciéndolo fruncir el ceño.

— Briar, ve arriba, por favor— le pidió el morocho acercándose a ella.

— Mis lobos están aquí— respondió firme.

— Ellos pueden pelear sin ti, no tienes nuestra experiencia.

— ¿Cómo puedo tenerla si no me dejas pelear?

— No puedo perderte— murmuró mientras sujetaba su rostro y la miraba fijamente a los ojos.

— No lo harás— contestó de igual forma—. Pero no me pidas que no luche por lo que es correcto.

Edmund suspiró abatido, perder a Briar era lo último que quería. Y no podía imaginarse cómo reaccionaría si la veía muerta en el campo de batalla.