El momento ocurrió, ella tomó la iniciativa y unió sus labios con los del joven que estaba enfrente suya, fue un dulce beso, que lo siguió otros dos más hasta que se detuvieron y se intentaron preguntar sus nombre, empezaron los dos a la vez y se rieron al oírse ambos, la risa de la chica apaciaguaba a Fernán y le hacía sentirse tranquilo y relajado. Ella le hizo un gesto para que empezase él y así hizo, se presentó diciéndole su nombre y su edad. Pero la muchacha parecía no entenderle, le dejó a ella la presentación, ocurrió lo mismo, no la entendía lo más mínimo así que optaron por comunicarse por gestos.
Durante lo que parecieron durar horas, sólo habían podido decirse como se llamaban y que al día siguiente a la misma hora quedarían en ese mismo sitio para seguir avanzando en la lenta conversación gestual entre ellos. Fernán casi se perdió en el bosque, pero ya se había hecho un mapa mental para recordar el camino y ver a su chica del bosque.
Justo al llegar a casa se dio cuenta que era tarde, la Luna estaba presente; y su familia estaría algo preocupada, al pasar por la puerta se encontró a su familia cenando, todos le miraron, su madre sobretodo. El primero en preguntar fue su padre, que se levantó para decirle que estaban muy preocupados porque no sabían donde se había metido y creían que le habían hecho algo malo o incluso lo habían secuestrado como esclavo para otro noble. Él intentó decirles que había estado en el bosque junto a una joven muy curiosa que no hablaba como ellos, pero solamente dijo que se había metido en el bosque para investigar sobre los animales, las plantas y el transcurso del río y se había perdido por el camino de vuelta. Sus padres se relajaron un poco pero aún así lo castigaron al día siguiente a ayudar a su padre a recoger las verduras y las patatas que quedaban en la huerta que había heredado su familia desde hacía algo más de medio siglo.
Fernán cenó, aunque no tenía demasiadas ganas de comer y se fue a su cama, en vez de dormirse se quedó desierto pensando en la joven, en el cartel, el camino y el lago cristalino en el que había experimentado su primer beso. Mientras soñaba con los ojos abiertos se prometió a sí mismo que la visitaría todos los días a partir del día siguiente para aprender a comunicarse con ella, aprovechar el tiempo con ella y averiguar por qué estaba allí, dentro de aquel frondoso, peligroso e inexplorado bosque que estaba al borde del territorio del conde más importante del reino.
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El bosque NO encantado
FantasíaFernán es un joven solitario que vive junto a su familia en una casa en uno de los terrenos del Conde, cercano a un bosque sobre el que se cierne una maldición desde hace tiempo, o eso es lo que dice la gente...