En cuanto Alicia vio a Fernán se restregó las lágrimas que le caían por el rostro y se sentó bien, ella no solía llorar por nada ni por nadie, era muy fuerte y por más que Gema le hiciera chantaje, no se sometía a ella, prefería dar la cara aunque eso significara algo perjudicial para ella.
Fernán apartó la mano y la miró fijamente a los ojos antes de susurrarle con un tono dulce y calmado:
-¿Estás bien?
Ella no lo soportó más y se avalanzó a los brazos de su hermano mientras rompía a llorar débilmente y respiraba agitada mente.
-No quiero irme, no me quiero ir con él.
No sabía qué decirle o qué hacer, no había esperado que se abalanzase así sobre él, pero algo le dijo que debía abrazarla e intentar consolarla.
-Tranquila, no pasa nada.- Le susurró mientras la abrazaba - ¿Por qué no te quieres ir con él?-
Ella se separó con cuidado, mirando a su alrededor y le cogió la manó y se fueron fuera de la casa; eso no era muy buena señal, si no quería que nadie se enterase sería algo difícil de solucionar.
Una vez en el exterior se restregó las manos en la cara y comenzó a relatarle lo sucedido desde el principio: El día en el que su padre había ido a zanjar el tema del campesino Alicia había estado caminando por las calles del interior para despejarse un poco de todo, observando con su característica mirada de superioridad a los muchachos que desviaban su descarada mirada hacia ella. En sus paseos no solía hablarle nadie, pero un muchacho se le acercó y le dio los buenos días. Ella estaba sorprendida, pero con la gran tranquilidad que siempre la acompañaba le devolvió el saludo y siguió caminando sin darle más importancia; el muchacho le siguió el paso, no le molestaba, pero el chico volvió a hablar:
-Perdona si me atrevo mucho, pero...
-Pero soy la persona más bella que has visto, ¿no?- le dijo mientras paraba y le dirigía una mirada intensa; él también se detuvo.
-No, iba a decir que pareces preocupada por algo, pero si te molesto te dejo tranquila-
El muchacho se dio la vuelta y empezó a caminar. Alicia estaba sorprendida, nunca le había ocurrido nada similar y se había sonrojado; se dio la vuelta lo más rápido que pudo y separó los labios para pronunciar la frase que comenzaría con los problemas: -¡Espera! Yo no he dicho que me molestes.-
A partir de aquel momento, fueron encontrándose cada vez más frecuentemente, avanzando en la relación que ella nunca habría creído poder tener y eso le fascinaba. Pero no todo iba a salir bien, ya que un guardia del Conde siempre les observaba cuando paseaban por la ciudad y deseaba estar tanto con Alicia que provocó una pelea entre el muchacho, que había abierto una brecha en el caparazón de aislamiento de Alicia y un ladrón de poca monda que había tratado de robarles. La pelea causó la muerte accidental del ladrón y dio la casualidad o mejor dicho, lo había preparado tan bien el guardia, que tomaron preso al muchacho para su ejecución, en cuanto el Conde lo juzgase. Todos los planes que habían hecho en los pocos meses que estaban juntos se truncaron, pero no era ese el fin del plan del guardia, por lo que se acercó a Alicia y le ofreció un pacto, movería algunos hilos para salvar al muchacho si a cambio ella se comprometía con él; sin pensarlo ni un segundo, aceptó su propuesta para poder salvarle la vida a su amado.
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El bosque NO encantado
FantasyFernán es un joven solitario que vive junto a su familia en una casa en uno de los terrenos del Conde, cercano a un bosque sobre el que se cierne una maldición desde hace tiempo, o eso es lo que dice la gente...