La voz difusa de su hermano lo sacó de sus pensamientos y lo trajo de vuelta a la cerca del pequeño terreno. Y con asombro le preguntó:
- ¿Qué me has preguntado? No te he oído bien.
-Estás un poco sordo últimamente. Te he dicho que si has encerao al gorrino. Pero paece que no.
Se fue hacia la cerca para cerrarla y que no se saliese el algo famélico cerdo que cría an y cuando volvió le pidió que le redactara una nota para entregársela a su pareja actual, él accedió pero a cambio de que él cubriera sus acciones los días que salía de ojos de su hermana pequeña, ya que últimamente no la veía con tanta frecuencia como lo hacía otras veces y eso era sospechoso, pero no tanto como para mencionárselo a sus padres, los cuales seguían algo preocupados por Alicia y su inesperado casamiento con uno de los guardias del Conde, que había rondado ya algunos días cerca del bosque esperando sin duda alguna a Alicia. Por otro lado, José seguía cambiando constantemente de pareja sentimental y esparciendo su semilla por el mundo, aunque últimamente parecía que había encontrado a alguien que lo había estabilizado, parecía haberle cambiado un poco, no demasiado, pero sí lo suficiente como para restringir sus furtivas salidas.
A Fernán no le interesa a demasiado la vida de su familia, excepto para realizar intercambios de información o en los casos más graves, extorsiones a sus hermanos.
Entró a la casa y en cuento hubieron comido todos, se fueron a descansar, fuera había empezado a llover y algunas gotas entraban al interior por las brechas entre la paja del techo, no importaba demasiado, todos estaban acostumbrados y las evitan al dormir ya que sabían los emplazamientos de las grietas debido a los años. Cuando solo quedaban resquicios del fuego en la lumbre y la lluvia ya no estaba tan presente en el ambiente, en la casa todavía había una persona que no podía dormir, que estaba pensando en todo lo que había ocurrido en los largos cinco meses que se percibían en los árboles del bosque, que estaban perdiendo las hojas y con estas primeras lluvias, se pudrirían y descompondrían para dar lugar a plantas que resistirían el invierno que poco a poco se acercaba, rozándole los talones a aquellos seres que no estuvieran preparados para las temperaturas y la falta de recursos. Aún caían gotas del techo y el sonido que hacían al impactar al suelo embarrado, casi imperceptible, lo oía Fernán como tambores que le exigían que decidiese lo antes posible.
La decisión no era tan difícil de tomar, pero las repercusiones sí que podrían cambiarlo todo.
Se llevó las manos a la cabeza, no quería errar y arrastrar a nadie; al volver a ponerlas a su costado, descubrió a Alicia abrazándose las piernas con ambas manos con la cabeza apoyada en las rodillas. La miró y oyó un leve llanto que procedía de ella; normalmente no haría nada pero por alguna razón se le acercó con cuidado y le tocó el hombro cubierto con la tela gruesa que portaban todos los miembros de la familia, se sorprendió y levantó la cabeza dando un respingo.
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El bosque NO encantado
FantasiFernán es un joven solitario que vive junto a su familia en una casa en uno de los terrenos del Conde, cercano a un bosque sobre el que se cierne una maldición desde hace tiempo, o eso es lo que dice la gente...