Capitulo 11

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-auch- me queje sentí un dolor intenso en mi cabeza ya que como tenía mis manos en las de Eduardo no me dio tiempo de afirmarme, Eduardo Quedo ahí tirando nos miramos y comenzamos a reír, dios santo era la primera vez que lo veía reír a carcajadas, mis ojos lo miraban con admiración, tenía una sonrisa tan bella, tan especial, nos paramos como pudimos del hielo, lo quede mirando y me mordí el labio, el ya nuevamente estaba completamente serio, duro tan poco su sonrisa, les juro que su rostro se ilumino con aquella sonrisa 
-te vez lindo cuando sonríes –le dije tímida mirando a todos lados
El me quedo mirando directamente a los ojos, su seriedad aun estaba ahí, ¿Por qué no sonriera como lo había hecho hace algunos minutos atrás? Su sonrisa era tan hermosa, debería sonreír todos los días, a cada minuto, a cada segundo, me mordí el labio , este hombre me tenía las hormonas revueltas, completamente revueltas 
-no digas estupideces –me dice sacándose los patines, yendo hacia unas bancas para ponerse sus zapatos , yo lo seguí, ashh odiaba cuando se ponía bipolar, a veces era tan lindo, simpáticos y otras veces tan idiota.

El Día A cabo en eso, el se enojo como de costumbre, se fue directo a su habitación, yo fui por un jugo a la nevera, ya no sabía que hacer con mi vida, de pronto suena el timbre, fui abrir, era una señora rubia, de ojos azules, estaba entrada en edad 
-hola –me dijo con una sonrisa, yo correspondí a su sonrisa
-Hola ¿se le ofrece algo?-pregunte con una sonrisa en los labios 
-si, yo soy la mamá de Eduardo, tu debes ser ¿Victoria No?-Me Dice La Señora, yo me sorprendo, como es que sabe mi nombre, a caso ¿Eduardo le Había Hablado de mi?
-si, yo soy Victoria, pero ¿Cómo es que sabe mi nombre?
-Pues ¿Como Eduardo No Me Iba a Decir El Nombre de su esposa? –dice con una sonrisa, yo quedo totalmente impactada ¿su esposa? ¿Cuándo paso esto que yo no me acuerdo? Ni si quiera soy su novia, ¿Qué hago? ¿sigo con la mentira de Eduardo? ¡hay carajos! ¿Qué hago?, de pronto siento una mano en mi cintura, esa mano que ah hecho maravillas en mi cuerpo 
-¿Cómo estas mamá? –dice Eduardo Yendo a Abrazar a su madre- adelante, toma asiento- la señora se sienta en el sofá, yo me la quedo mirando, aun no puedo creer que Eduardo le haya mentido a su propia Madre 
-muy bien, te vez mejor hijo bueno desde ya sabes-Eduardo no dice Nada, solo mira Asia abajo-pero bueno, ahora te veo feliz con tu esposa –dice sonriendo yo quedo mirando a Eduardo 
-Si Mamá, Con Mi Esposa –dice mirándome y asiéndome señas para que yo guardara silencio 
-¿Cuál es su nombre señora? –Le Pregunto Sentándome al frente de ella
-Mi Nombre es Laura Garcés De Yañez, pero por favor trátame de tu-dice con una sonrisa 
-¿Hasta cuándo te quedas mamá? –pregunta Eduardo con su voz ronca 
-mmm…dos meses 
-¡¿DOS MESES?! –Pregunto Exaltada, Eduardo me queda mirando con una expresión rara en el, creo que me suplicaba que guardara silencio 
-¿te molesta Victoria? –me pregunta Laura 
-no, por supuesto que no 
-¿Dónde dormiré? –Pregunta Laura, Buena pregunta, es decir si supuestamente estoy casada con Eduardo tendré que dormir con el, ósea por un lado creo que estoy contenta, pero no, yo no puedo ser la cómplice de Eduardo, no puedo.
Pasaron Las Horas, Laura, La Madre de Eduardo estaba durmiendo en mi habitación, le inventamos un montón de mentiras, le dijimos que esa habitación era de alojados entre otras cosas, ahora estoy acostada en la cama de Eduardo, el se encuentra en el baño 
-¿tendremos que dormir juntos?-le pregunto cuándo lo veo cerrar la puerta 
-no, ¿Por qué seguiste mi mentira? –me pregunta Eduardo sentándose al frente mío
-porque em…no se es que Eduardo yo quiero, quiero saber de tu vida –le dije susurrando mirando a todos lados menos a el 
-¿Por qué quieres saber de mi? –me pregunto 
-porque no se nosotros tenemos una relación, ósea pues ya sabes…-dije sonrojada 
-escúchame bien Victoria, Nosotros no tenemos nada ¡nada! -dice susurrándome fuertemente, mis ojos se llenaron de lagrimas, a pesar de todo seguía siendo la niña sensible, me di media vuelta y cerré mis ojos, sentí a Eduardo asiendo lo mismo que yo, una distancia tan grande había en aquella cama cada uno en un rincón, era como dormir sola, completamente sola. 
Después de no dormir en toda la noche llegue a una sabia conclusión, Eduardo me va a respetar, adiós a la niña que se queda callada, adiós a la niña sensible y tímida, ya no. 
Me Levante, hice desayunos para los habitantes de la casa, tenía todo servido, paso una hora tuve que desayunar sola, tenía que irme al trabajo, deje todo servido y me fui. 
*en el trabajo*
-Buenos Días Sergio 
-muy buen día ¿Cómo estas Victoria? –Me Pregunta Sergio desde Su escritorio 
-bien y tu? –le digo sirviéndole café 
-bien, ¿hoy saldremos? –me pregunta con una sonrisa 
-mmm…es que no puedo, tengo visitas en la casa por dos meses –le dije 
-wow tendré que esperar mucho eh –yo asentí a las palabras de Sergio, Pasaron las horas, por fin me iba al departamento, estaba más que agotada pero aun así le tenía una sorpresa a Eduardo, hoy le iba a hacer algo que estoy segura que nunca nadie le ah hecho en toda su vida 

-Hola –dije con una sonrisa a Eduardo y a Laura que estaban sentados conversando 
-¿no le das un beso a tu esposo? –me pregunta la señora Laura, yo di una sonrisa sínica, me acerque a Eduardo y lo bese, fue un beso corto pero se que el lo disfruto 
-¿Cómo te va mi amor? –le con una sonrisa sínica, y diciendo las últimas palabras con sarcasmo 
-muy bien ¿Qué tal el trabajo? –me pregunta sonriendo, oh dios santo sonrió de nuevo, creo que la visita de su madre le ah hecho bien 
-bien –dije mirándolo extrañada-traje comida china para que veamos una película hoy 
-oh que lastima tendrán que verla ustedes, es que hoy tengo unas reuniones con unas viejas amigas –me dice Laura, yo sonrió
Por fin se habita hecho de noche, La Madre de Eduardo se había ido a la famosa reunión, yo supe la comida china en unos platos y los lleve a la habitación de Eduardo, puse una película, ambos nos acostamos para verla 
-¿ella es novio de el? –me pregunto sobre la película 
-si, pero ella está enamorada de su hermano –le dije llevándome un bocado, de pronto lo mire 
-¿Qué miras? –me pregunta serio 
-¿Por qué le mientes a tu mamá?
-eso no te importa –dijo con su sexy voz ronca 
-mmm..tienes razón 
No lo pensé ni por un segundo, comencé a besarlo, me subí arriba de el, Eduardo me miraba extrañado, recorría sus manos por mis caderas, le baje los pantalones para luego bajar su bóxer, el bulto de Eduardo estaba caído todo fue tan rápido que aun ni se excitaba, puse su miembro en mi boca, lo lamí unas cuantas veces, lo volví a meter a mi boca, el jadeaba yo tenía el control esta vez, no faltaba casi nada para que se corriera 
-¿quieres más? –Le Pregunto con una sonrisa picara 
-oh si nena, quiero más 
-que lastima –le digo riendo, me hice a un lado y lo deje con todas las ganas de penetrarme, estaba a punto de llegar al orgasmo y lo deje, ¿saben lo frustrante que es eso? Imagínense como deje a Eduardo, Atónito no la podía creer, lo deje con todas las ganas. Eduardo Me miraba impactado, para mí que nunca ninguna mujer lo había dejado con las ganas, pero dicen por ahí que siempre hay una primera vez para todo
-¿Por qué hiciste eso? –Me Pregunta Impactado
-hay Eduardo, es mejor que te guardes tu miembro, no vaya a ser cosa que se te empiece a tullir –le dije no parándome de reír, estaba atacada riéndome, de pronto vi algo que tal vez nunca imagine ver cuando estaba inventando todo este plan, Eduardo se comenzó a reír conmigo…

Sexo con TimidezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora