Mi Amor, Mi Vida, Sé Que te estoy Asiendo Un Daño, pero lo que está sucediendo ahora es para hacernos más fuertes, para que tu seas más fuerte mi amor, Eduardo Vida Mía cuando yo no…
Joder No Pude Seguir leyendo, ya que una voz grito desde la puerta
-¡¿Qué Mierda estás Asiendo Victoria?!-Dijo Eduardo gritándome, yo solté las cartas, estás cayeron al suelo
-Eduardo, yo….Eduardo Se Que No Debí, pero necesito saber –le confesé
-¡Cuando Dejaras de meterte en mi vida!- dijo tomándome de mis brazos bruscamente
-Suéltame Eduardo, me duele –le suplique y él me soltó- yo solo quiero saber, por favor necesito Saber
-¡¿Por qué quieres saber?! –me pregunto Gritando
¡Por Que Te Quiero, Te Quiero y esto me está consumiendo, necesito saber quien carajos es Catalina! –Dije Gritando mientras lágrimas salían de mis ojos, Eduardo Quedo Petrificado, me miraba, ambos estábamos en las lágrimas
-¡Tu No Me Puedes Querer! –Me Dice Con Su Voz Ronca y Seria
-pues así fue-dije susurrando- yo no lo pude evitar- le acaricio la mejilla- yo te quiero –le susurro- te quiero tal como eres
-¡cállate!- me suplica
-necesito saber, por favor –le suplico
-¿realmente quieres saber quién es Catalina?-me pregunta Con Su Seriedad mientras Lágrimas brotan de esos ojos
-necesito saber-le digo nuevamente
-está bien, entonces vamos –dice jalándome de mi brazo
-Espera, espera –le dije mientras suplicaba que me soltara
-¿Qué pasa?-me pregunta serio mientras se secaba las lágrimas
-a fuera hay tormenta, yo estoy con pijama –le digo, el va a la habitación, comienza a buscar en su ropero, luego vuelve a donde yo me encontraba, -alza las manos-me dijo yo lo quede mirando e hice lo que me dijo, este mendigo me estaba vistiendo, luego me paso un abrigo largo, de color negro, nuevamente me jalo del brazo y bajamos a tomar un taxi, Eduardo no me dirigía la palabra, en su rostro se notaba lo molesto que se encontraba, ash y todo por mi culpa, nos subimos al taxi, él dio la dirección al chofer, hacía tanto frio, llovía sin parar, estuvimos cerca de tres horas en aquel coche, luego al fin llegamos, nos bajamos, él estaba completamente serio, además sus ojos los tiene llorosos, me volvió a jalar de mi brazo, íbamos tras los matorrales, no veía mucho ya que este hombre prácticamente me llevaba corriendo, más encima había lluvia, estábamos completamente mojados.
De pronto paramos, el me quedo mirando con sus ojos lleno de lágrimas
-¿tú querías saber quién era Catalina Verdad?-me pregunto mientras lágrimas brotaban de aquellos ojos marrones
-si, yo necesito sacarme está duda Eduardo-le dije mientras no pude evitar que también derramara lágrimas por mis mejillas
-entonces mira-me dice serio mientras apuntaba al horizonte-Te Presento-su voz se quiebra- a Catalina Estrella Ruíz Gonzales, el amor de mi vida-yo lo quede mirando mientras veían que lágrima tras lágrimas rodeaban aquellas hermosas mejillas, me estaba presentando la tumba de el amor de su vida muerta, mi corazón se aprieta, ahora entiendo tantas cosas, Eduardo se agacho, su mano estaba con sus labios para luego poner la misma mano sobre la tumba de Catalina
-Hola Mi Amor-Susurro a la tumba, mi corazón se apretó mientras lágrimas salían de nuestros ojos
-Eduardo-susurre-perdóname –le dije con mis ojos llenos de lágrimas, me sentía tan mal, me había metido demasiado en su vida, no debí hacerlo, es que nunca había sentido esto por nadie, siento actué mal, ahora todo calza, ahora todo tiene sentido para mí.
-no tengo nada que perdonar –dice mirándome a los ojos-no tenías como saberlo
-Eduardo-susurro- me siento tan mal –dijo mientras lágrimas salían de mis ojos
-supongo que quieres saber cómo murió Catalina, como también supongo que te debes estar preguntando porque no está en un cementerio –me dice mientras se seca aquellas lágrimas que le habían brotado
-ya no voy a preguntar nada, tu solo di lo que me quieras decir-le susurre mientras le acariciaba la mejilla, ya terminamos más que mojados, está lluvia no paraba
-te contaré, pero no acá porque terminaremos con pulmonía –me dice, yo lo mire extrañada
-¿entonces donde iremos?-le pregunto
Eduardo me jala nuevamente del brazo, nos alejamos de aquella tumba aislada, caminamos algo, tenía mucho frio, de pronto llegamos a una casa, entramos, ¿de quién sería aquella casa? Que estaba en medio de la naturaleza igual de aislada que la tumba donde descansaba Catalina.
La Casa era enorme y muy hermosa, entramos, Eduardo prendió la chimenea, se veía que aquella casa de abandonada no tenía nada.
-Quitémonos la ropa, se tiene que secar-me dice
-¿y si nos enfermamos? –le pregunto
-te aseguro que en segundos estarás muerta de calor, la chimenea está encendida –me dice, hice caso, ambos en estos minutos nos encontrábamos en ropa interior, mientras nuestras respectivos atuendos se secaban
-Eduardo, yo lamento mucho, perdóname –le suplique mientras tomaba de sus manos
-no pidas perdón, te contaré todo, sencillamente te contaré porque no quiero que te enteres por terceras personas, porque quiero que sepas porque te eh metido en la mentira de que tu eres mi esposa, te mereces saber absolutamente todo lo que sucedió –me confianza
Inicio Del Racconto (Narra Eduardo)
-hay Mi Lalo –Me Dice Catalina Riendo Mientras corre por toda la casa
-te voy a alcanzar hermosa-le digo riendo mientras la alcanzo y comienzo a hacerle cosquillas
-hay no-entre risas-jaja no amor-me dice Catalina Riendo
Nosotros Éramos Completamente felices, conocí a Catalina en una florería, las flores que habían en ese lugar no se comparan con la hermosura de mi Catalina, nos hicimos amigos, con el tiempo nos hicimos novios, al pasar los meses ella me confesó algo que me dolió el alma entera
-Dime Catalina, necesito saber qué es lo que te ocurre, me preocupas, ayer vomitaste, hoy te desmayaste, ¿estás embarazada es eso? Mi amor si es eso no tengas temor en decírmelo, yo sería la persona más feliz del mundo si estuvieras embarazada
-¡No, No, No Lalo! –Le Dije entre lágrimas-no Estoy embarazada
-¿entonces qué es lo que tienes?-pregunte
-mi vida, yo sé que es difícil-tomo de mis manos- se que dolerá pero yo ya no puedo seguir escondiéndote esto, yo hace más de diez años que me descubrieron una enfermedad –me dijo Catalina Al Borde del llanto
-¿Qué es lo que tienes?-le pregunté derramando lágrimas
-tengo cáncer-susurre-y ahora ya no puedo seguir ocultándolo
Sus Palabras me destrozaron el alma, pero le jure que siempre iba estar con ella, que nunca le iba a dejar estar sola, porque la amo, era la primera vez que me enamoraba, no la podía dejar escapar, ella era todo para mi, cada día que pasaba los sin tomonas de Catalina se hacían más intensos, así fueron los últimos tres años, la acompañe a cada quimioterapia, ya no tenía cabello por razones obvias pero no dejaba de ser hermosa, ella no tenía a nadie en el mundo, solo a mí. Llego un momento donde tuvieron que hospitalizarla, ya estaba muy débil
-Hola Mi Vida –Dije Susurrándole Mientras le besaba la frente
-Llegaste-susurro débil mientras acariciaba la mejilla- hoy hable con el doctor
-Catalina, No Hablemos de eso ¿si?-le suplique mientras la veía acostada en aquella camilla de hospital, estaba con tantos aparatos
-es bueno hablarlo mi vida, necesito que sepas-me susurro
-Catalina Por Favor-Lágrimas Salen de mis ojos
-El Doctor Dijo Que Ya No Tengo Defensas, ah sido maravilloso estos últimos cinco años junto a ti, pero nosotros sabíamos que esto iba a pasar-me susurra mientras lágrimas caen en de sus ojos….