Eduardo me sonrió mientras tomaba de mi mano para guiarme a la habitación
-Parecemos adolescentes –le susurro
-tú eres una adolescente yo soy un viejo de 31 años –me dice divertido tomando de mi mano
-hay ¿Qué cosas dices?-le pregunto mientras me acerco a el para besarlo, entramos a la habitación, nos despojábamos de cada una de nuestras prendas, nos mirábamos, nos acariciábamos, nos amábamos, Al Tenerme Completamente desnuda, me recostó en aquella cama de sabanas blancas, me besaba mi cuello lentamente mientras le acariciaba su espalda desnuda, mis manos bajaron hacia sus bóxer, se los baje delicadamente, él me miro a los ojos y susurro –“Te Amo Victoria”- Sonreí y respondí -“y yo a ti mi vida”- De Pronto sentí como Eduardo me penetraba lentamente, con amor, éramos uno solo, nos acariciábamos mientras él hacia pequeños movimientos, nuestras manos se unieron en símbolo de el amor que sentíamos, esto era increíble como a pasado el tiempo, hace algunos meses jamás hubiera estado asiendo el amor con Eduardo, pero así es la vida, siempre nos sorprende y a mí me pasa sorprendiendo, ¿Quién lo diría no? Yo pensé que a esta hora estaría viajando a Europa pero, ahora me encuentro acá en los brazos del hombre que amo.
Eduardo Salió De Mí, Se Puso al lado mío y me beso la frente, mientras me abrazaba con sus fuertes brazos
-Eres Hermosa-susurro Mientras me besaba mi frente
-así que esto es hacer el amor-le confieso a Eduardo
-pues si mi amor, esto es ¿tienes alguna queja?-me pregunta algo divertido
-no-le susurro riendo- al contrario, fue maravilloso –le digo besando tiernamente sus labios, el me abraza y nuevamente escucho esas palabras tan hermosa, bueno deben ser porque viene de él, esos carnosos labios pronunciaban un “Te Amo”
- ¿por qué tardaste tanto?-le pregunte asiendo círculos en su pecho desnudo
-mm…debe ser porque soy un imbécil –me susurra
-mmm…eso debe ser –le dije divertida- oye Eduardo
-¿mmm..?
-hay que decirle la verdad a tu mami –le digo
-sí, tienes razón, pero yo quiero hablar con ella, tú no tienes la culpa de nada-me dice mientras me abraza con sus fuertes brazos
-sabes, tu mami es increíble, no le vuelvas a mentir-le digo a Eduardo, el sonríe
-¿por qué eres tan exquisita? –me pregunta con una sonrisa mientras comienza a besarme, Pasaron las horas, horas llenas de amor, Ya Eran las ocho de la noche, Eduardo & yo Nos Encontrábamos en el elevador de nuestro Departamento, estábamos besándonos
-Ya Eduardo-le digo sonriendo con tu tonó de regaño
-¿Qué?-pregunta sonriendo
-está tu mamá en el depa a si que ni sueñes que aremos algo más eh-le digo divertida
-¿y por qué no?-me pregunta divertido
-porque ya me tienes cansada-dije riendo-hicimos muchas cosas en esa habitación de hotel –le dije mientras ambos salíamos tomados de la mano caminando hacia la puerta
-¡¿Victoria?!-pregunta Laura impactada, corre a abrazarme
-hola Laura-dije correspondiendo a su abrazo
-¿pero no que te ibas? –me preguntó, yo solo mire a Eduardo con complicidad
-Se Quedo Por Amor Mamá-respondió Eduardo devolviéndome la mirada
-¡Que Felicidad me da por ustedes, ahora volverán hacer el matrimonio Perfecto que eran!-dijo con felicidad Laura, nosotros nos miramos, dios santo que culpa siento, no me gusta saber que le estoy mintiendo a alguien
-Mamá, Luego tenemos que hablar –dijo Eduardo Mirando a Laura
-No Eduardo-respondí-hay que Hablar Ahora Mi Amor –le dí una pequeña sonrisa
-¿de que hablan?-pregunta Laura intrigada, sentía el estomago en mi boca, Eduardo y Laura se sentaron en aquel sofá, luego me senté al lado de Eduardo, de todas maneras era Lalo, él indicado de Hablar, Sabía lo nervioso que estaba, tome de su mano en forma de apoyo.
-Mamá yo…
-hay para con el drama Hijo por dios ¿Qué es lo que sucede?-pregunto Laura
-es que yo te mentí mamá –susurro Eduardo
-¿en qué me mentiste?-pregunto Laura
-Es Que Victoria y yo No estamos casados-susurro mirando al suelo
-¿cómo?-preguntó
-No Culpes a Victoria, ella no dijo nada porque yo se lo pedí, es que quería que no te preocuparas por el asunto de Catalina, entonces invente que ella era mi esposa –confeso Eduardo, yo tome de su mano
-¿entonces ustedes no están casado?-ambos asentimos-¿ósea que ustedes no tienen nada?-preguntó Laura
-Nosotros somos solo novios, pero me encantaría que fuéramos marido y mujer –respondió Eduardo y yo abrí los ojos ¿novios? ¿Realmente éramos novios?
-entiendo Hijo-respondió Laura, nosotros la quedamos mirando-quisiste no preocuparme, y te lo agradezco porque si no fuese así no hubiera conocido a Victoria, que de apoco la empecé a querer hasta ahora que ya la quiero como si fuera mi propia hija-dijo Laura Sonriendo Para Luego Abrazar a su maravilloso Hijo
Pasaron Las Horas, Laura Había Salido con sus viejas amigas, Mientras Eduardo & Yo Estábamos en la habitación
-Quiero que saques eso eh-le exigí mirando aquellas fotos pegadas en su habitación de mujeres completamente desnudas
-¿y quieres que saque las fotos solo porque tu me lo dices?-me pregunta mientras se acerca a mí y me toma de la cintura
-obvio, ya sácalas-le dije mientras ponía cara de enoja pero, por dentro moría de la risa
-mmm…¿Quién lo dice?-me pregunta besándome mi cuello
-yo y eso es más que suficiente-le dije
-no pienso sacarlas –dijo serio mientras me soltaba sus manos de mi cintura
-ash me carga cuando te pones así de serio –dije mientras pretendía salir “enojada” de la habitación pero, el me detuvo con sus fuertes manos, me dio vuelta y comenzó a besarme
-me encantas cuando te enojas-me susurro entre besos
-tonto –susurre mientras seguía sus besos
-mira – de un de repente saco aquellas fotos que me provocaban tanto asco, yo sonreí al instante, comencé a besar mientras lo guiaba a la cama, le saque la playera mientras el masajeaba mis senos, me dio vuelta, ahora él estaba encima de mí, nuestros sexos se rosaban. Saco toda mi ropa, estaba completamente mojada, metió tres dedos dentro de mí, yo grite de placer, los saco y los volvió a meter, cada vez con más rapidez, volví a gritar una y otra vez
-Eduardo Por Favor –suplique con la voz cortada-hazme tuya
-mmm….no-dijo con una sonrisa triunfadora-aun no….