CAPÍTULO I

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-1860-

MYSTIC FALLS-

Una lluvia torrencial caía en el pueblo de Mystic Falls, las pequeñas calles se empezaban a encharcar y los jardines a enlodar. No era diferente en la mansión de la familia Gilbert, donde todos los empleados de aquella casa guardaban todas las mesas, arreglos florales y merienda que habían preparado para una fiesta aquella tarde.

Una alta pelirroja les ayudaba con la organización dentro del gran salón, como acomodar los arreglos, las mesas, donde poner la merienda.

Su nombre...Audrey Rosu.

Llevaba apenas unos meses en el pueblo y logró establecerse como sirvienta en la casa de los Gilbert, por su gran dedicación, terminó siendo la ama de llaves. Su apariencia era de una chica de apenas 18 años de edad, complexión delgada, cabello largo, rizado y de un color muy poco peculiar, llamativo y para nada discreto rojo sangre, sus ojos de un hermoso color azul cielo. Con un rostro tan hermoso, detallado delicadamente, con un porte tan elegante, delicado...bello.

Cabe mencionar que era una de las chicas más bellas del pueblo, incluso que las burguesas de aquel pueblo. Donde sea que pasara, llamaba la atención de todos en aquel lugar, no creían que fuera sirvienta de los Gilbert, su belleza era incomparable, tanta era la duda que sembraba que llegaron a pensar que era una hija bastarda de John Gilbert, cosa que ni a los hijos ni a la esposa les gustaba escuchar al salir por la calle.

Todos la ven como una severa chica, que al igual que todos los sirvientes tenía la necesidad de trabajar y su única salida fue llegar a aquel pueblo para poder prosperar y no morir de hambre tras las guerras y la tuberculosis.

Pero detrás de todo ese disfraz, se escondía una híbrida muy poderosa, con un solo objetivo a cumplir en aquel pueblo, proteger a una bruja. No era cualquier bruja, si no, una de las integrantes del aquelarre más importantes y poderosos del país. Las brujas Bennett, descendientes de las brujas de Salem, tan poderosas como peligrosas.

Su misión era proteger a Emily Bennett, una sirvienta que llegó al pueblo acompañando a una burguesa muy bella, cabello largo, ondulado y castaño, una tez morena clara y unos hermosos ojos cafés. Era una mujer muy hermosa y muy inteligente, Katherine Pierce, no confiaba nada en aquella mujer, pero debido a que no podía levantar sospechas de nada, no trataba en saber mucho de ella o acercarse.

Por otra parte, debía cumplir con todas las exigencias de la familia Gilbert, ese día de los hijos de estos, era unos muchachos malcriados, vanidosos, egocéntricos y abusivos, tratando mal a servidumbre y cualquier persona que no estuviera en su misma clase social. Guardaba una ropa en el ropero de la gran habitación del mayor de los Gilbert.

-Audrey, tráenos unos trajes que dejamos con el sastre para el día de hoy-ordeno el joven en ropa interior mientras una sirvienta le acomodaba la camisa del traje que debería de usar.

-Su madre me dio estrictas órdenes de que deben llevar esos trajes el día de hoy, pero en cuanto cese la lluvia iré a por ellos-hablo firmemente tratando de no hacerlos enojar, mientras seguía en su labor de guardar las finas ropas.

El chico detuvo las manos de la otra sirvienta empujándola hacia atrás provocando que cayera sobre una cubeta que tenían ahí para limpiar los zapatos, se acercó lenta y amenazadoramente a la pelirroja tomándola del antebrazo, la elevo violentamente y con toda su fuerza la lanzó a los pies de la puerta, al ser tan delgada no batallo en levantarla, por lo que ella volteo a verlo con "miedo", sus ojos se llenaron de lágrimas y la expresión de terror no abandonaba su rostro.

Protectora de Brujas ...Despertar...Where stories live. Discover now