-Miles de años tras-
Toda su eternidad había sido un vaivén de desgracias una tras otra. A pesar de haber vivido cientos de años, aun no lograba comprender como es que su vida estaba llena de infortunios. Solo quería una vida ¨normal¨, ser un joven pintor, sin preocupaciones en su vida, ver felices a sus hermanos, verlos construir una familia, encontrar...el amor.
Niklaus jamás pensó en esa palabra por mucho tiempo, cuestionaba lo que eso provocaba en las personas y lo que por ende provoco en el al sentir amor a su madre. Una madre que los convirtió en monstruos y al darse cuenta de lo que creo, solo intento asesinarlos.
A sus propios hijos...con sus propias manos.
Desde aquel día no volvió a ser el mismo, no dejaría que nadie lastimase a sus hermanos y que ningún ser viviente se metiese en sus vidas. Por qué el ¨por siempre y para siempre¨ solo aplicaba en ellos...
Los Mikaelson.
Pero todos esos pensamientos cambiaron cuando la conoció, ahí a la orilla del rio, sentada con sus piernas dentro del agua y mientras cantaba una melosa melodía, lavaba su cabello que parecía haber estado lleno de lodo.
El fuego y el agua se fundieron uno solo cuando ella volteo a verlo, sus sentidos le fallaron, aquel odio natural que siempre cargaba se había desvanecido con aquella sonrisa que esos carnosos labios carmesí le regalaban. Aquella figura tierna y delicada, un cuerpo delgado, escuálido, se veía maltratada, como si aquel rió no fuera suficiente para dejarla pura.
Sus ojos no cesaban de ver los otros que lo vigilaban con un semblante tierno, solo sintió como sus cienes habían sido abandonadas por las arrugas que el enojo le provocaba siempre y que ahora su rostro era adornado por una pequeña y embelesada sonrisa.
- ¿Eres mudo acaso? -le cuestiono una dulce voz que para sus odios parecían la melodía más hermosa que jamás habría escuchado.
- ¿Siempre es así de directa? -le respondió con otra pregunta sin dejar de sonreírle.
-Solo cuando se me quedan viendo así-resalto tranquila mientras exprimía con fuerza su cabello.
Lo sacudió un poco más y con una tela que descansaba en su regazo lo cubrió un poco levantándose. Su cuerpo estaba cubierto por un largo vestido, era sencillo, pero aun así era difícil detallar bien su figura con aquella tela gruesa que le cubría, no era muy alta, pero logro verla de arriba abajo sin ser descubierto.
- ...es raro ver a una persona tan dentro en el bosque-se excusó sin dejar de ver cada movimiento que aquella mujer hacía, lo tenía realmente embelesado. Los ojos azules que lo vigilaban incesantemente se desviaron un poco haciéndole notar algo de nostalgia en aquella mirada divagante- ¿Todo bien? -se atrevió a preguntar aun con el riesgo de hacerla enojar o llorar.
-Estoy perdida-contesto devolviendo su mirada a esos serenos orbes verdes, que le hacían sentir una y mil cosas desde que lo sintió llegar.
-Lamento mi mala educación-se disculpó el original cuando estuvo muy cerca de ella, tomo delicadamente su mano alzándola lentamente hasta sus labios-Niklaus Mikaelson-se presentó besando la suave piel de la chica quien solo atino a sonreír un poco, queriendo esconder el rubor que poco a poco invadía su rostro.
-Audrey...Audrey Rosu-se nombró tranquilamente estrechando tranquilamente la mano del rubio.
En sus cientos de años de inmortal, no había sentido latir su corazón ni una vez y aquel día juro haberlo sentido abatir su pecho desesperadamente, creía que en cualquier momento saldría de su cuerpo quitándole cada aliento de vida, pero realmente el aliento se lo quitaban aquellos zafiros que brillaban conforme el atardecer se presenciaba.
YOU ARE READING
Protectora de Brujas ...Despertar...
FanfictionAudrey Rosu es una protectora En 1864 fue una víctima más de los crueles planes de sobrevivencia de Katherine Pierce , quien al enterarse que llevaba una relación íntima con uno de sus Salvatore, decidió vengarse de ella poniéndole una trampa. Al f...