Pedazos

13. Cambios

Creo que he tomado varias malas decisiones en mi vida, pero esta es la peor.

– ¿¡Por qué carajo le hacemos caso a Rafael?! –Grita Luca mientras corremos desesperados lejos de un anciano loco que nos maldice desde atrás con una escopeta.

Cuando finalmente estamos lo bastante lejos y vemos la camioneta a un lado de la carretera nos tiramos amontonádos uno sobre otro mientras Luca arranca con las manos temblorosas y nuestros gritos pidiendo que se apresure, finalmente tras los segundos más tensos de nuestra vida, el motor enciende y nos vamos a toda velocidad.

–Wow, ese tipo estaba loco –Suelta Rafa y el resto gira la cabeza al mismo tiempo para verlo con el ceño fruncido, Sam se le lanza encima, agarrándolo del cuello en un intento claro de asesinarlo hasta que Jacob la aleja y la sujeta en el asiento.

– ¡DIJISTE QUE ERA UNA CASA ABANDONADA! –Le gritamos furiosos y él se encoje de hombros.

–Yo dije lo que escuche, la gente de los alrededores decían que ahí no vivía nadie –Le resta importancia, como si el hombre mayor que vivía dentro no nos hubiera ahuyentado a escopetazos –Además yo nos los obligué a entrar conmigo.

Jacob y Sam se miran entrecerrando los ojos y él la suelta.

–Tú dale –Dice Jacob levantando las manos como si ya no fuera asunto suyo y Sam vuelve a intentar estrangularlo.

– ¡Auxilio! ¡Intenta matarme! –Rafa intenta quitársela de encima mientras Jacob saca su teléfono y les saca unas cuantas fotos.

Finalmente Mack se apiada de él y lleva a Sam al asiento delantero, poniéndole el cinturón de seguridad.

Claro, como si eso fuera a dejarla quieta.

–Cálmate, no queremos cargar con un cadáver toda la noche – Le dice Luca, sonriendo divertido sin apartar la mirada del camino.

–Luego que lleguemos a casa si quieres puedes matarlo –Sugiere Mack pasándose al asiento de atrás mientras los demás se ríen y Rafa lo mira indignado.

Sí... No sé como acabé a una hora de la cuidad allanando propiedad privada si yo sólo iba a casa luego del trabajo.

–A la próxima me bajo de su máquina del misterio si se les ocurre seguir una idea de Rafael –Me quejo, acariciando mi rodilla lastimada, donde me tropecé por salir corriendo –No quiero ser parte de su pandilla de entrometidos si incluye ancianos con escopetas.

– ¿Nuestra máquina del misterio? –Inquiere Jacob, mirándome con aire pensativo –No estaría mal que pintemos así la camioneta.

Me pego en la frente al escucharlo, de todo lo que dije ¿Eso es lo que se le quedó?

–Ni hablar, no quiero flores naranjas pintadas por todos lados –Se queja Luca, negándose completamente a la idea.

–Pero la camioneta fue inversión de grupo, no puedes decidir solo –Opinan Mack y Jacob, haciendo callar a Rafa –Tú no opines por ahora o te dejamos ir a Samantha encima.

Rafa cierra la boca y se encoge en el asiento, mirando a Samy que le guiña un ojo por el espejo retrovisor, él se cruza de brazos con un puchero como si fuera niño pequeño, y yo por el contrario, como no tengo voto en el asunto no digo nada, me acomodo el asiento y me quedo mirándolos mientras discuten, deteniendo mi mirada más de lo debido en Mack ahora que está distraído y noto de pronto que ya no me molesta tanto lo que me dijo, supongo que tiene razón y lo mejor es que seamos amigos, perdida en mis pensamientos cierro los ojos sin darme cuenta, bostezando con cansancio.

Joder, me costará salir de la cama mañana.

***

Tres semanas después...