Capítulo nueve dedicado a:
Escucho una voz que me llama, luego unas manos sacudiendo mis hombros con insistencia, intento levantarme, pero incluso abrir los ojos me resulta difícil, a medida que la voz se hace más clara puedo sentir que mi cabeza palpita mientras alguien me ayuda a incorporarme, pronto consigo por fin abrir los ojos, y lo primero que veo es una silueta borrosa que poco a poco se va haciendo clara hasta que consigo ver un niño frente a mí con expresión preocupada.
– ¿Estás bien? Sí que te diste un buen golpe ahí –Pregunta afligido, señalando mi frente.
Llevo mi mano a mi frente, sintiéndola ligeramente abultada pero aún con el dolor palpable en mi cien, pero le resto importancia mientras me levanto, ya con el mareo inicial desapareciendo.
–Estoy bien, deja de preocuparte –Le sonrío dando una vuelta sobre mí misma para que vea que estoy bien –Sólo es un golpe de nada, se arregla poniendo hielo.
Él me mira con desaprobación antes de preguntar – ¿Recuérdame por qué te deje subir a ese árbol?
–En primer lugar, porque no habrías podido evitarlo –Le dedico una mirada altiva y, con un suave encogimiento de hombros sigo explicando como si fuera obvio –y segundo, porque la fuerte de los dos soy yo, así que tenía que hacer yo el trabajo difícil.
Al segundo de terminar de hablar le señalo las manzanas en el suelo con actitud de reina ordenando a su criado –Ahora recógelas que yo ya hice mi parte.
Él me mira indignado por un segundo, pero luego se ríe inclinándose para levantar las manzanas una por una, usando su camiseta para ponerlas todas.
–Eres una tirana ¿Sabes? –Sonríe burlón –Conquistarás el mundo algún día a este paso.
–Naturalmente –Le sonrío –Pero, sólo si tú eres mi mano derecha en la conquista.
–Trato hecho –Me ofrece su mano para sellar el trato con nuestro saludo secreto y yo la acepto –Pero, quiero el 50% de todo.
–Sí... –Suelto una carcajada maliciosa como villana de caricatura –Eso no pasará, yo tendré el 75% como mínimo.
–Ni lo sueñes –Se cruza de brazos –Acepto el 40% pero nada menos.
–Bien, bien –Accedo de mala gana –Es tan difícil encontrar un secuaz malvado hoy en día, ya se creen con tantos derechos.
Niega con la cabeza ,sonriéndome con diversión al escuchar mi terrible imitación de acento británico –Terra, amiga mía, insisto –Empezamos a caminar con nuestro botín a casa de su abuela mientras disfruto el sabor dulce de una de las manzanas –Eres una tirana.
Camino a su lado con una sonrisa en el rostro de oreja a oreja mientras escucho a mi mejor amigo, aun con un chichón en la cabeza y el regaño inminente que recibiré de los adultos.
Caminamos mientras nos reímos de su imitación de la abuela enojada, su sonrisa llega hasta sus ojos, sus bonitos ojos.
****
De pronto siento que estoy siendo arrojada fuera de un laberinto confuso y al abrir los ojos mi visión esta nublada y siento un fuerte olor a alcohol en mi nariz, tardo unos pocos segundos en darme cuenta de que estoy recostada en un sofá.

ESTÁS LEYENDO
Pedazos
Любовные романыNo dejaba de decirme que tal vez podía intentarlo, y a la vez una gran parte de mi pedía huir, las preguntas constantes en mi cabeza, se preguntaba si alguien, incluso él ¿Sería capaz de amarme con lo rota que estaba? ¿Sería alguien capaz de amar...