El Limbo

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ANGELA

Seguro que muchos han oído hablar o escuchado alguna mención de El Limbo, un lugar donde se refleja el alma de los seres que las poseen, El Limbo es una de los pocos planos casi incorrompibles debido a la naturaleza del mismo, en ocasiones llega a tener reflejos de algunas estructuras originales de planos vecinos, en si una dimensión tranquila en mayoría de ocasiones, pero por alguna razón siempre ha sido visitado o más bien habitado por sombras y animas blancas que se pierden entre los planos, siendo lo único que llega a alterar aquel universo.

A pesar de ser consideradas las descendientes directas de Satán, somos principalmente Predilectos, por lo que nuestro principal deber es mantener el equilibrio en todas las dimensiones a toda costa, por lo que decidimos ir a el Limbo en cuanto nos percartarnos de la alteración de aquella balanza multiversal para encargarnos de la filtración de sombras y animas, puesto que el Limbo no debe ser invadido por seres sagrados, ni malditos, ya que es un lugar neutral, si su energía cambia el resultado sería catastrófico, haciendo que esto llegue a afectar a los planos cercanos causando una reacción en cadena.

—Angle recuerda no alejarte mucho - Me dirigí a mí hermana —Este lugar juega con las mentes, no importa quién o qué sea.

—Angela por favor somos lo que somos - Sonrió arrogante —Nuestras mentes de por sí ya son un desastre, no se puede romper lo que roto ya está.

Suspire simplemente tenía cierta razón, continuamos buscando por horas o días incluso, si de términos mortales se trata; el lugar es prácticamente infinito, un vacío enorme en donde no vez ni fin, ni inicio, los colores presentes en el ambiente eran como siempre el blanco y el negro que se supone daba la profundidad de las extrañas estructuras, pero sin equilibrio alguno, pareciera que las energías peleaban por dominar el lugar, como si estas mismas se atacaran; seguimos caminando por la zona en la que nos encontrábamos y tuvimos éxito a cabo de unos momentos más.

—¡Por fin ya me estaba aburriendo! - Angle grito con el fin de obtener su atención en cuanto nos acercamos, aquella sombra pareció girar a vernos.

—Pero Angle eso es sumamente débil no creo que nos alcancé para el arranque - Deguí el juego de mi hermana notando un obvió cambio de energía.

Provocamos que se molestara lo suficiente como para que nos atacara guiada por la ira, le esquivamos con facilidad, como ya era costumbre; sus supuestos ataques, ni siquiera hemos necesitado de desenvainar nuestras espadas, solo lo atacámos con nuestras garras, las cuales habíamos alargado un poco; varias veces seguidas con cortes precisos, cuando se percató de que no podía regenerar sus heridas opto por comenzar a huir de nosotras.

—¡Cobarde no huyas! - Gritamos al unisono, para intercambiar miradas.

—Ya hay que acabarlo - Afirmó mi hermana, yo solo asentí en respuesta.

Corrimos detrás de aquella sombra conformada por la energía negativa de las almas, tan enfocadas nos encontramos en nuestra presa que solo sentimos que de forma repentina atravesamos otra de las criaturas oscuras, la cual era perseguida por cierto par de individuos, con una ligera molestia enfoqué mi mirada a aquellos.

—Enrique... - Susurré su nombre sin pensarlo mucho.

—¡Benditos estúpidos!, diablos... Tks... Mi cabeza - Angle se molestó al instante, por haber atravesando aquella sombra y sobre todo por la presencia de los emplumados supuestos enemigos.

—¿Estúpidos?, malditos demonios... - Dijo con cierto nivel de odio —¿Ustedes que creen que hacen aquí? - Pregunto aquel compañero de Enrique.

—Angle debemos irnos, se esta escapando - Señale la sombra que ya estaba alejándose de nosotras, lo mencioné por el principal motivo de terminar con nuestro trabajo, claro está no espere lo siguiente.

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