PREDILECTOS

El Torneo Está Cerca

ANGELA

Los amaneceres pasaron rápidamente sin darnos cuenta, las misiones y entrenamientos se volvieron cada vez más exigentes, al grado de que solo los superamos sin morir en el intento debido a nuestra naturaleza y ya que Luciel esta a cargo de estos, aun asi llegabamos a tal punto de agotamiento que aquellos que entrenaban con nosotros lograban hacernos frente con mas facilidad de lo habitual, nuestro consumo de almas había aumentado debido al desgaste fisico, espiritual y mental, aunque por alguna razón se nos proporcionaron más de las necesitadas para recuperarnos, temo admitir que después de cierto tiempo deje de oponer resistencia, ya que era mejor consumirlas a perder el control.

Aun asi me resultaba extraño, tanto a mí como a mis allegados, siempre me he negado incluso en situaciones criticas, simplemente no me gustaba tomarlas sin más, pero una vez teniendo las esferas brillantes ahí en mi plato se me hacía imposible negarme a aquel sabor agridulce que portaban, no solo el sabor, si no también el aumento de poder que se percibía, era algo casi adictivo de alguna forma, inclusive él se percató del asunto en nuestras citas a escondidas de los celestiales y un poco de los infernales ya que prácticamente solo nosotros, y unos cuantos; sabíamos que ellos se trataban de Predilectos, después de todo durante su estancia ocultaron aquella esencia característica de nuestra raza.

El torneo se encuentra más cerca de lo esperado, mucho mas de lo que habíamos calculado, es como simplemente se hubieran apresurado, a pesar de que hemos investigado, no hemos encontrado forma de que los cuatro nos libráramos de lo que se vendrá al tenernos como los guerreros representantes, aunque se me han ocurrido algunas maneras extremas que no solo nos librarían del torneo, si no también de las divinidades que se hacen llamar nuestros padres, aun así por alguna razón ambos queremos que sea de la forma más sana posible, simplemente no queremos destruir el universo por un capricho que en si solo nos afecta a nosotros, sin contar que consideramos nuestro hogar a los planos donde hemos vivido.

Aunque nunca espere que Padre recurriera al último recurso que mi hermana y yo podíamos ofrecer para aquel torneo. Ese día había vuelto de uno de mis encuentros con Takishawa, consideramos la posibilidad de hacer un control mental, principalmente a Yavhet; para así hacer un tratado de paz o algo parecido, pero esto al final de cuentas sería solo temporal, y él seguramente estaría dispuesto a romper la paz que se haya generado con tal de reclamar aquella dimensión terrenal; regrese algo agotada, ya que también aprovechaba aquellas salidas para arreglar ciertos asuntos que perturben la balanza, era el único momento en el que podía centrarme.

—Bien mis pequeñas como saben habrá un torneo y necesitare de su... - Se interrumpió a si mismo —No, la ayuda de Luna.

—Padre, sabes que si Luna sale a quien más le afectaría sería a mi hermana - Angle se adelantó a oponerse —Además Luna es una entidad peligrosa en muchos sentidos, en mas de una ocasión ha intentado controlar a Angela.

—¿Por qué le afectaría más a ella? - Pregunto con aquel tono que claramente le quitaba la importancia a las cosas.

—Eso es porqué yo me encargo de mantenerla sellada y en control - Hable con seriedad tratando de que él notará que realmente era algo que debía pensar.

—Han dicho que al juntar sus fragmentos ella se libera - Su mirada apenas se había levantado de aquel pergamino que sostenía.

—Y así es - Angle confirmo aquello - Yo prácticamente tengo la llave de ese sello.

—Bien - Su vista viajaba de una a la otra —Pero sigo sin entender, ¿Por qué te afecta más a ti? - Era razonable que tuviera dudas al respecto, el tema de Luna era algo que preferíamos evitar por alguna razón.