Aquella guerra se había extendido incluso más de lo necesario, al punto incluso de que varios individuos de ambos lados se preguntaban cuál era realmente la necesidad de aquellos extremos, pero no se atrevían a cuestionar directamente a sus gobernantes, solo unos pocos listos lograron encontrar la oportunidad de desistir y huir, ya fuera a algún otro sitio del planeta o incluso a algún otro plano al que pudieran acceder; hubo bajas de ambos lados, tal vez no todas fueron definitivas, aún así se resentia la perdida de fuerzas de las tropas.
A pesar de todo Lucifer fue enviado junto a sus tropas de regreso al plano Celestial, después de todo su padre no se imagino que la guerra tardará tanto en dar un vencedor; aunque lo veía como una ventaja, podía darse un descanso al igual que sus tropas, además de atender a los heridos, organizo todo rápidamente para que los sanadores no tuvieran mayor problema, después de todo necesitaba volver a palacio.
Una vez dejo todo listo entro finalmente al palacio, camino con aparente calma, pero con un paso acelerado con dirección a su alcoba, había algo que le preocupo todo este tiempo debido a que prácticamente su hogar se quedó desprotegido, una vez se aseguro que nadie más lo vería decidió correr para ir de inmediato a revisar que las gemas de los Hikariyami estuvieran intactas en su sitio, se alivio al verlas ahí flotando en medio de su sala de oración, pero al acercarse nunca se imagino encontrase con otras dos.
LUCIFER
—Son cuatro... - Susurre para mi mismo, un poco incrédulo al respecto —Pero... ¿De donde salieron las otras dos?
—Amo Lucifer, ¿Ocurre algo? - la voz de Daniel desde fuera de la sala me tomo con cierta sorpresa, posiblemente alcanzó a verme corriendo antes de entrar.
—No es nada Daniel, no te preocupes, por favor continúa con tus deberes - le respondí tras girarme ocultando las gemas a mis espaldas. Lo ví alejarse después de una pequeña reverencia, una vez escuché que cerraba la puerta de mi habitación volví a girarme para observar más detenidamente aquellas gemas.
Dos gemas oscuras y dos luminosas, las otras dos no pudieron aparecer de la nada, posiblemente sean las gemas de Angela y Angle, Enrique y Rique, ¿Por qué que tomaron un solo color?.
—Oigan ¿Están despiertos? - Les llamé, pero no obtuve respuesta de ellos.
"No lo están, la gema no permitirá que lo hagan hasta volver a estabilizar su espiritu"
El hermano de la gema oscura fue el primero en hablar.
—¿A que te refieres? - Después de todo no quedaba exactamente claro.
"Lo que quiere decir mi hermano, es que están bloqueando los recuerdos que crearon en la última concientización"
—Volverán a empezar entonces - Concluí.
"Así es, al menos si la gema no decide que es mejor concientizar o crear una conciencia más"
—Esperemos que no sea así- un suspiro de pesadez se hizo presente, después de todo en realidad no podía hacer nada al respecto —Sera más seguro para ustedes si están en habitaciones diferentes.
"Concuerdo"
"¿Todos?"
Pregunto el de la gema oscura para asegurarse.
—Si - Fue toda mi respuesta.
"De acuerdo..."
Incluso se podía notar su molestia en su voz, pero al parecer no se resistiría o algo parecido.
Salí de mi sala de oración, necesitaba organizarme para asegurar que estuvieran en el mejor lugar posible, creo que dejaré una de los chicos, Angela y Angle o Enrique y Rique en la principal, y la otra en mi sala privada, aunque la de la sala principal tendría que estar oculta o en alguna sub sala, en cuanto a la de los hermanos Hikariyami dejare una a cargo de Leviatán en la sala de Serafines y la otra a cargo de Zadquiel en la sala de Querubines, son unos de los pocos de acá en los cuales confió realmente.
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PREDILECTOS
FantasyLos Predilectos son seres inmortales de un poder infinito poseedores de las tan deseadas e inalcanzables gemas del alma con el único propósito de mantener el equilibrio entre el mal y el bien, la luz y la oscuridad, las energías altas y bajas existe...