Precaución: esto contiene spoilers sobre la historia original: la portadora del octavo artículo. Si desean leerlas, están advertidos. Son sucesos que ocurren a fuera de la historia. Ocurren en el tiempo pasado y en el presente.
"Si esta leyendo esta...
Neo Ciudad Domino, una ciudad que a pesar de un trágico incidente que casi la destruyó y la hizo casi un pueblo fantasma ha logrado recuperarse y sus habitantes lograron dejar atrás ese amargo recuerdo. En dicha ciudad, el duelo de monstruo ha evolucionado de tal forma que ahora se pueden dar duelos en motocicletas creadas para ello. A esos duelistas se les conoce como turbo duelistas, y en Neo Domino se hacen carreras con esos duelistas hábiles.
Jack Atlas, era la sensación del momento al ser el mejor turno duelista del mundo, y hasta se decía que ya tenía el título del nuevo rey de los juegos.
Un nuevo duelo de exhibición estaba por darse en la pista de carreras de la ciudad. Todos los invitados y espectadores estaban ansiosos por ver el duelo cuando el presentador salió.
- Hola Neo Domino! Veo que todos están más que desesperados por el ver al gran Jack; pero como todo evento, necesitamos un buen evento de apertura. Así que les presento a la sensación del momento, la diva de Neo Domino, la hermosa Mariko Atlas! - una explosión de humo rodeó al presentador y de ahí emergió una hermosa chica de cabello dorados y ojos radiantes y azules cual zafiros puros.
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- Hey! Qué hay Neo Domino! Es hora de bailar! - dicho eso, Mariko comenzó a cantar mientras bailaba sonriendo con alegria. Sin embargo, esa sonrisa era completamente falsa ya que Mariko solo podía usar su voz para cantar. Nadie la escuchaba y no la dejaban opinar ni decir lo que sentía o quería ni mucho menos la dejaban tener duelos. Únicamente Jack tenía ese privilegios y eso le molestaba y entristecía muchísimo. Terminó todo, Mariko se fue a su habitación lujosa de color blanco con azul y llena de armarios con varias vestimentas para sus conciertos; se acercó a su mesa de noche, la abrió y sacó su mazo de cartas de ojos azules con su monstruo sincro arriba de estas: dragón plateado de ojos cerúleos.
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- Mi bello dragón plateado....eres el único que me escucha aquí...ya no puedo decidir por mí como antes... - pequeñas lágrimas cayeron en la carta alertando a la chica y rápidamente las secó - Lo siento dragón plateado...por poco te arruino - en ese momento, una luz casi arcoíris rosó el suelo. Mariko alzó la vista y desde su ventana vio en el cielo nocturno la silueta del dragón polvo de estrellas hecho por un hermoso manto de estrellas. Al ver esa imagen, su mente retrocedió en el tiempo recordando a alguien muy especial para ella.
