Trigesimo segundo oneshot: El amor no se ve...

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*esperen la señal*

Lo sentimientos, esas sensaciones internas que aunque al inicio de nuestras vidas no sepamos que son o que significan y ya viven en nuestro ser, no tiene pan textura ni forma propia, mas no quiere decir que no se pueden ver ni sentir, sobretodo sentir. Los persivimos en las acciones del hombre, sus expresiones, sus artes, escrituras; pero se sienten más cuando usamos nuestro corazón y no los ojos.

En la cancha de la preparatoria Domino, sentada en una banca con un balón de basketball y en uniforme deportivo, se encontraba Maya viendo el cielo azul.

- Algo te inquieta - dijo el espirito del diamante a su lado.

- La verdad si - le contestó su otro yo mentalmente - Ya tenemos las tres cartas de los dioses egipcios y algo tiene que ver la roca del museo; pero...cuando tú y el faraón se vayan, que pasará después? Como seguiré cuando no estes? - la joven agachó la mirada con melancolía; su alter ego expresó tristeza en sus ojos.

- Se a donde quieres ir Maya; pero debes saber que no te dejare sola, después de todo estás en buenas manos. Sígueme - Miyu guió a Maya hasta el salón de judo donde estaban Joey, Tristán y Yugi practicando con sus demás compañeros de clases - Justo ahí, entre todos esos chicos, hay uno que te ama tanto y juró cuidarte. El saber cuanto le importas y ver como lo expresa me hace saber que podré estar en paz y que estarás muy bien - Maya se sonrojó al ver a su amor sonreírle y saludarla, pero entonces...

- Yugi cuidado! - un alumno de mayor altura que el pequeño tricolor aprovechó la distracción tanto de él como del docente para hacer un ataque. La joven lanzó el balón y le dio en la cara al atacante tirándolo al suelo. Pasado el peligro, ella fue hacia su novio y lo abrazó aliviada.

- Yugi amigo, estás bien? - le preguntó su mejor amigo de cabellos dorados.

- Si, lo estoy.

- Que sucede aquí?! Que hace aquí señorita Katsuya? - interrogó el docente.

- Fue mi culpa Nishima sensei. Antes de clases le pedí a la señorita Katsuya que terminada su clase me buscara para darle un recado de parte de mi abuelo para su abuela. Es que el hospital de su familia ve a mi abuelito - dijo Yugi viendo disimuladamente a Maya, y le guiñó el ojo.

- Así es sensei; pero fue entonces cuando vi a Takeo atacar al señor Mutou. Por eso actué y lo golpeé con el balón - agregó Maya.

- Señor Nakaoka es el colmo! Es la última vez que le permito esto! Tome sus cosas y diríjase inmediatamente a la oficina del director! - ordenó furioso el profesor.

- Si profesor...me iré... - en un rápido movimiento, Takeo tomó el balón y lo arrojó con fuerza hacia Yugi.

- Amor! - su novia lo empujó y el objeto esférico le dio en la cabeza tumbándola.

- Chaparita! Eres un....! - Joey estaba por golpearlo cuando....

- Llamen una ambulancia! - gritó Tristán al ver que salía sangre por uno de los oídos de su amiga.

De forma casi fugaz la ambulancia llegó y trasladó rápidamente a la paciente junto a sus acompañantes al hospital y de ahí la,joven fue enviada a emergencias. Yugi, sus amigos y los abuelos esperaban impacientemente alguna noticia sobre su condición, y luego de un larga espera, un médico apareció.

- Ryoma cómo está Maya?! Cómo está mi nieta?! - preguntó Sakura con la angustia al suelo

- Jefa...tengo una buena y mala noticia.

- Díganos la buena! - exclamó Joey.

- La buena es que está fuera de peligro - todos soltaron un gran respiro de alivio que parecían darle aire al pasillo - La mala es que...debido al golpe que recibió, la bala que tenía en su cabeza producto del atentado tocó uno de sus nervios de la visión y debido a eso...ella quedó ciega.

La portadora del octavo artículo. One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora