26. Rivalidad Invicta

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-¡MISERABLES!- Krista se lanza hacia Hans, y en el transcurso cambia a la forma Asgaroth.

-¡NO LO HAGAS, KRISTA!-

Justo cuando se propone a golpearlo, Hans, se ubica a su costado, y con su puño, golpea desde abajo a Krista. Mandándola al techado de la estalagmita y dejándola inconsciente y atrapada en el mismo.

-¡KRISTA!- exclamo con preocupación.

Aún en ese gran estado, Krista fue derrotada de un simple golpe. Esto va a ser más complicado de lo que me esperaba.

-Ahora es tu turno, Mark Owen-

-¡Prepárate para tu muerte!-

Ambos comienzan a caminar en mi dirección a paso lento, expulsando sus auras demoniacas y haciendo temblar todo el terreno de alrededor.

La gente comienza a gritar de la desesperación por los grandes sismos que estos dos miserables están causando. Algunas estructuras pequeñas de alrededor comienzan a desmoronarse, y siento como las presencias de algunas personas, desaparecen.

-Deténganse...- digo con odio. Pero ellos no hacen caso omiso a mis palabras. -¡Ésta gente no tiene nada que ver!- Tanto Hans como Anxo, dan carcajadas por ver todo el escenario que han causado. -He dicho... ¡QUE SE DETENGAN, MISERABLES BASTARDOS!-

Tanto ellos como yo, nos lanzamos al ataque. Iniciando una pesada batalla.

Cada uno se ubica a un lado de mí, atacándome a una velocidad a la cual nunca me he enfrentado en el pasado.

-Tú solo nunca podrás derrotarnos, Mark- Hans lanza una patada en mi estómago, mandándome a volar a una de las paredes invisibles, que tienen aquellas formaciones rocosas.

Sin embargo, pude reincorporarme, y con mis pies, sentir alguna de esas rocas e impulsarme hacia uno de ellos con una mayor velocidad.

¿Mi objetivo? El más débil de los dos, Anxo.

Con un golpe en su rostro, lo mando a volar, causándole un gran impacto en una de las paredes, y ahora concentrarme en Hans.

-Me imagino que te percataste que Anxo es un poco más débil-

-Todos ustedes lo son. Por eso es que voy a acabarlos sin piedad alguna-

-Mark Mark Mark...- dice mientras mueve su cabeza de un lado a otro. -Tal vez tú no lo sepas, pero deberías saber que...- de un momento a otro, Hans se ubica cerca de mí, manteniendo su mano apegada a mi abdomen. -Nosotros no estamos usando ni siquiera una cuarta parte de nuestro verdadero poder-

Hans me agarra desde la camisa para mantenerme sujeto a él, empezando a levitar y luego, de un solo lanzamiento con fuerza, hacerme impactar con el suelo. Causando un gran agujero y provocando heridas graves en la mayor parte de mi cuerpo.

-¡Tu golpe ni siquiera causó gran dolor en mi rostro, imbécil!- dice Anxo caminando por el polvo que se originó en su impacto contra una de las paredes.

Hans bajando desde la altura en que me lanzó, se ubica a lado de su compañero.

-Tienes dos opciones: rendirte y llevarte ante el Rey Demonio, o que te asesinemos en este mismo lugar, acabemos con la vida de tu esposa, tu hijo y todos los habitantes de esta sucia ciudad- dice Hans con completa seguridad de sus palabras.

Aquellas palabras me hacen reír, mientras que poco a poco me incorporo.

-¿Rendirme, yo?- digo con sarcasmo. -Sobre todo, ¿contra dos mal nacidos como ustedes?- arranco lo que resta de mi camisa rasgada, dejando mi abdomen al descubierto. -Y más aún, contra ustedes, que se atrevieron a raptar a mi esposa...- mi aura demoníaca comienza a rodearme, aumentando mi poder en grandes cantidades y prepararme para el gran esfuerzo que se avecina. -¡YO NO VOY A RENDIRME HASTA ACABAR CON SUS MISERABLES EXISTENCIAS!-

OUT OF CONTROLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora