-¡MISERABLES!- Krista se lanza hacia Hans, y en el transcurso cambia a la forma Asgaroth.
-¡NO LO HAGAS, KRISTA!-
Justo cuando se propone a golpearlo, Hans, se ubica a su costado, y con su puño, golpea desde abajo a Krista. Mandándola al techado de la estalagmita y dejándola inconsciente y atrapada en el mismo.
-¡KRISTA!- exclamo con preocupación.
Aún en ese gran estado, Krista fue derrotada de un simple golpe. Esto va a ser más complicado de lo que me esperaba.
-Ahora es tu turno, Mark Owen-
-¡Prepárate para tu muerte!-
Ambos comienzan a caminar en mi dirección a paso lento, expulsando sus auras demoniacas y haciendo temblar todo el terreno de alrededor.
La gente comienza a gritar de la desesperación por los grandes sismos que estos dos miserables están causando. Algunas estructuras pequeñas de alrededor comienzan a desmoronarse, y siento como las presencias de algunas personas, desaparecen.
-Deténganse...- digo con odio. Pero ellos no hacen caso omiso a mis palabras. -¡Ésta gente no tiene nada que ver!- Tanto Hans como Anxo, dan carcajadas por ver todo el escenario que han causado. -He dicho... ¡QUE SE DETENGAN, MISERABLES BASTARDOS!-
Tanto ellos como yo, nos lanzamos al ataque. Iniciando una pesada batalla.
Cada uno se ubica a un lado de mí, atacándome a una velocidad a la cual nunca me he enfrentado en el pasado.
-Tú solo nunca podrás derrotarnos, Mark- Hans lanza una patada en mi estómago, mandándome a volar a una de las paredes invisibles, que tienen aquellas formaciones rocosas.
Sin embargo, pude reincorporarme, y con mis pies, sentir alguna de esas rocas e impulsarme hacia uno de ellos con una mayor velocidad.
¿Mi objetivo? El más débil de los dos, Anxo.
Con un golpe en su rostro, lo mando a volar, causándole un gran impacto en una de las paredes, y ahora concentrarme en Hans.
-Me imagino que te percataste que Anxo es un poco más débil-
-Todos ustedes lo son. Por eso es que voy a acabarlos sin piedad alguna-
-Mark Mark Mark...- dice mientras mueve su cabeza de un lado a otro. -Tal vez tú no lo sepas, pero deberías saber que...- de un momento a otro, Hans se ubica cerca de mí, manteniendo su mano apegada a mi abdomen. -Nosotros no estamos usando ni siquiera una cuarta parte de nuestro verdadero poder-
Hans me agarra desde la camisa para mantenerme sujeto a él, empezando a levitar y luego, de un solo lanzamiento con fuerza, hacerme impactar con el suelo. Causando un gran agujero y provocando heridas graves en la mayor parte de mi cuerpo.
-¡Tu golpe ni siquiera causó gran dolor en mi rostro, imbécil!- dice Anxo caminando por el polvo que se originó en su impacto contra una de las paredes.
Hans bajando desde la altura en que me lanzó, se ubica a lado de su compañero.
-Tienes dos opciones: rendirte y llevarte ante el Rey Demonio, o que te asesinemos en este mismo lugar, acabemos con la vida de tu esposa, tu hijo y todos los habitantes de esta sucia ciudad- dice Hans con completa seguridad de sus palabras.
Aquellas palabras me hacen reír, mientras que poco a poco me incorporo.
-¿Rendirme, yo?- digo con sarcasmo. -Sobre todo, ¿contra dos mal nacidos como ustedes?- arranco lo que resta de mi camisa rasgada, dejando mi abdomen al descubierto. -Y más aún, contra ustedes, que se atrevieron a raptar a mi esposa...- mi aura demoníaca comienza a rodearme, aumentando mi poder en grandes cantidades y prepararme para el gran esfuerzo que se avecina. -¡YO NO VOY A RENDIRME HASTA ACABAR CON SUS MISERABLES EXISTENCIAS!-
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OUT OF CONTROL
De TodoLa ficción es algo que muchos quisiéramos en la realidad, incluso para quien realmente sufre como lo es Mark. Los años de maltrato en el instituto lo habían corrompido, volviendo su corazón oscuro, siniestro y violento. Sin importar el daño que pod...