42. Batalla de Dioses

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De un gran impulso, Mark se lanza en contra del Rey Demonio. Arremetiendo un golpe en su rostro el cual es detenido con la palma de la mano de su oponente.

Inmediatamente, sin prevenirlo, Mark golpea con fuerza desde abajo con su mano libre. Siendo un golpe exitoso en la quijada del enemigo quien vuela hacia lo más alto del cielo.

En una velocidad descomunal.

Mildgard se recupera al instante. Pero, aun así, Mark no se detiene y vuela hasta donde se encuentra él en tan solo una milésima de segundo.

Ambos comienzan una devastadora arremetida de puños y patadas en contra de ellos.

Sus movimientos son tan veloces que a simple vista no se puede apreciar como luchan. Y lo único que puedo ver son sombras de su recorrido en el cielo y ondas expansivas que surgen al momento de chocar sus cuerpos.

Todo el cielo retumba al son de sus golpes. Una y otra vez como si no existiera un fin.

En un momento, ambos quedan en una zona fija del mismo. Golpeando sin cesar y a una gran velocidad que ni la misma Galtora, la diosa demoniaca de la crueldad, igualaría su velocidad.

A simple vista, lo que es la armadura de Mildgard se encuentra destruida en algunas zonas de su cuerpo. Y su rostro está rojo, con zonas ensangrentadas, de los golpes encestados en el mismo y con una mueca de odio a su mortal enemigo.

Mientras que Mark, sin tener una armadura en su cuerpo y solo estar cubierto por un gran manto blanco como las nubes del cielo, solo tiene heridas leves en sus brazos y manos por evadir los golpes del Rey Demonio.

En su choque de golpes, comienzan a descender. Hasta que tocan el suelo y con un golpe final, retroceden a una gran distancia.

-¡¡DEJA DE MOVERTE MISERABLE MORTAL!!-

Mildgard golpea el suelo con ambas manos, y sin demorar un segundo, grandes paredes de tierra comienzan a alzarse desde donde se encuentra Mark.

Él, en un rápido movimiento, evade aquella pared y cada una de las mismas que van apareciendo en su camino, serpenteando más allá que la velocidad de una gacela en plena cacería.

-¡¡RATA ESCURRIDIZA!!-

Rayos comienzan a salir de los brazos del Rey Demonio que aún se mantienen en el suelo, haciendo que salgan con mayor rapidez dichas paredes.

Ahora no solamente comienzan a detener el camino de Mark, comienzan a formar un círculo alrededor de él. Y con más paredes que comienzan a crearse, dejan sin escapatoria a Mark.

Justo cuando ya no hay más espacio en el interior, un fuerte estruendo comienza a resurgir del mismo.

Paredes comienzan a destruirse poco a poco en intervalos de un segundo.

Y en la pared exterior del círculo, es destruida como una simple burbuja por Mark, quien sale disparado con su puño en el frente.

El Rey Demonio se levanta alterado al ver a su enemigo venir a toda velocidad. Y en una reacción desesperada, se lanza en su contra.

Él intenta golpear a Mark con su puño lo más veloz posible para encestar. Sin embargo, Mark evade su cometido, haciendo que el puño de su enemigo pase por su costado. Tomando aquel brazo con el que golpeó y aprisionarlo.

Mark alza por los cielos a Mildgard con su brazo y hace que golpee su espalda contra el suelo. Y dando un giro en el aire, da un segundo golpe con su pierna en el abdomen de él.

Y, por si fuera poco, con la misma pierna, lo alza como balón de futbol, dando un giro con su otra pierna para lucirse y arremeter una fuerte patada a Mildgard quien grita del dolor al momento de ser golpeado y es mandado a volar lejos de Mark.

OUT OF CONTROLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora