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«We are never ever getting back together»

Estar sola en este parque siento la libertad que siempre estuve esperando, es la primera vez que escapé de la cárcel.

Supongo que ya descubrieron que no me encuentro en mi habitación, en algunos minutos la policía iniciará la orden para que logren encontrarme. Suerte la mía que me encuentro en un parque que usan como refugio personas que no tienen hogar.

Me levanto del árbol donde estuve recostada, mis piernas están ya entumecidas producto de la posición en la que me encontraba, deambulo por las distintas calles de la ciudad, no tengo a nadie, salvo a Will pero no puedo arriesgarnos, mi padre podrá pensar lo peor, lo conozco sé en qué puede convertirse para conseguir lo que quiere.

No sé cómo llegue hasta esta avenida, llena de personas sin hogar, camino y me coloco al costado de una anciana.

Me observa.

— ¿Qué hace una muchacha como tú en este lugar?—pregunta intrigante, me mira de pies a cabeza, debe pensar que debo estar loca para estar aquí junto a ella, está cerca de lo cierto.

—No, no estoy loca, si es lo que piensa— tartamudeo—Sólo escapé de mi hogar si es que se le puede llamar así— encorvo los hombros

— ¡Ay niña!—exclama— ¿Problemas del corazón?—pregunta riendo, parece que ya experimentó estos momentos

—Algo así...—respondo incomoda—Mi padre me ató a una relación sin que yo pudiera dar mi opinión y elección de con quién quería estar en una relación—agacho la cabeza entre mis piernas.

Recordar los diez minutos anteriores hace que mi cabeza quiera explotar.

— ¡Dios, los padres de ahora son un caos!—exclama a todo pulmón la pobre anciana—La policía no tardará en encontrarte, se nota que vienes de un hogar que posee dinero, no te ofendas pero no eres como las chicas que he conocido en mi vida, ¿No tienes más familiares que vivan cerca de la zona?

—No, no soy muy unida a mi familia, sólo somos los tres, además de mis abuelos, pero no les tengo mucha confianza. —confieso derrotada—No tengo a nadie y si los tuviera ya hubieran hecho que regrese a casa.

La anciana me observa cansada del lío que tengo, al parecer le caí bien, me ofrece una taza de té, junto con las otras personas que se encuentran aquí logramos hacer una especie de chimenea para calentarnos del frío que hace en medio de la noche.

—Toma, puedes quedarte está noche—me extiende una manta—Creo que no van a aparecer los policías, pero si lo hacen sólo te escondes, ¿Entendido?— pregunta

Sin que ella lo ordenara camino hacia un charco formado de la lluvia, cojo un poco y lo unto por todo mi rostro, unas partes más a mi ropa, así será más difícil que los policías logren identificarme.

—Creo que así ya no sabrán quien soy en realidad. —digo regresando a su lado.

—Buen trabajo niña—me regala una sonrisa sincera

Logro recostarme junto a ella, su cuerpo caliente me reconforta a seguir adelante, personas como ella deberían ser eternas.

[...]

La mañana llego rápidamente, la anciana no se encuentra a mi costado, las demás personas no se hallaban ahí, parecía que se habían esfumado, me levanto aturdida del suelo, mi cuerpo está adolorido por el lugar en donde decidí dormir. Estiro mi cuerpo, tratando de entender en donde pueden encontrarse, mis dudas logran esclarecerse cuando veo a todos rodeados por la policía.

THIS IS MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora