«Livin' on a prayer»
El domingo se fue rápidamente, no salí de mi habitación en todo el día.
Los empleados estaban tentados a abrir la puerta con la llave maestra, pero les mencioné que si lograban abrirla serían despedidos. Lo sé, fui cruel pero quería estar sola, eso incluía también a Will. Aunque no sabía a ciencia cierto si estaba sola en realidad debido a que ella podría estar en cualquier lugar sin saberlo. Sofía dejaba al pie de la puerta comida para mantenerme alimentada, seguro que al ver la bandeja del desayuno sin ser tocada dejó de insistir. Lo mismo sucedió con Thomas quien me conversaba a través de la puerta sin importar no tener respuestas del otro lado.
Paz.
Un día de paz.
¿Lo logré? Tal vez...
¿Fui dura? Quizá
¿Es malo desear algo y no ser obtenido?
¿Es malo querer rápidamente la libertad?
¿Es malo no saber quién eres en realidad?
¿No saber los propósitos que tiene la vida para ti?Así como estás preguntas hay muchas más que rondan por mi mente tratando de encontrar respuestas.
¿Podré hallarlos?
Nunca es tarde para empezar, decía mi padre cuando era una niña antes de empezar a tocar el piano en el salón, extraño los momentos que compartíamos haciendo música.
Me observo en el espejo, no soy linda. Mi cabello castaño claro resalta al igual que mis ojos color café, dudo que algunos chicos lleguen a pensar que soy atractiva.
Los chicos prefieren a chicas rubias con ojos color azules. Sí, las típicas mujeres cliché. No encuentro manera en creer lo que pienso. ¿Desde cuándo me importa lo que dicen o piensan esos idiotas? Creo que la falta de comida está afectando gravemente mi cerebro. Sí, eso es. Claro ahora échale la culpa a la comida. Odio a mi subconsciente.
Avanzo hacia el cuarto de baño, tomo un baño relajante que ayuda a despejar las ideas estúpidas que rondan por mi mente. Cierro el grifo. Camino de vuelta a la habitación, abro el gran armario, dueño de mi tormento. Sí, la ropa y yo no somos buenas amigas, no sé qué ve la gente en la ropa que se toman aproximadamente treinta minutos en decidir en una prenda y otros veinte minutos en otras prendas para luego no comprarlas. Por eso, no sé si tengo la bendición o maldición de tener a un buen amigo que compra para mí la ropa que me voy a colocar en el día. Clasificado por color, ocasión importante, de diario y obviamente de Gala. Así que descuelgo del perchero un conjunto sencillo. No me gusta nada de lujo, salvo si tengo que acompañar a mis padres a eventos importantes. El conjunto está conformado por un pantalón negro, una camiseta blanca con estampado del típico icono de The Rolling Stones acompañado de una chaqueta jean con mis inigualables Vans negras. Se podría decir que este es uno de mis conjuntos favoritos. Cepillo mi cabello y lo dejo suelto para que seque, cojo uno de los pares de pendientes que son mis favoritos, perlas. Ya lista cojo mi bolsa para ir a tomar un buen desayuno, mi estómago ya no aguanta un segundo más sin tener alimento dentro. Abro la puerta de mi habitación sin hacer ruido. Camino por el pasillo hasta dar con las escaleras, desciendo despacio sin hacer el mínimo ruido. No intento huir, sólo quiero salir de aquí sin un guardaespaldas, eso es todo.
Lástima, en la cocina se encuentra Sofía sirviendo el desayuno a todos los empleados, tenía la certeza que nadie estaría despierto, reviso mi celular, claramente son las seis y media de la mañana. Al aparecer debajo del marco de la puerta, todos levantan la mirada y se quedan boquiabiertos al verme despierta a tan tempranas horas de la mañana. Sofía se acerca.
— Cariño, ¿Qué deseas para desayunar?—dice con cuidado. Tiene miedo a que no desee nada y salga corriendo como lo hice aquella noche.
—Lo normal Sofía—respondo sentándome al lado de ellos. Algunos se quedaron observando la acción que hice.
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THIS IS ME
Teen FictionEl fallecimiento de su hermana Samantha desencadenó el sentimiento de libertad de Camile. Su padre Michael, un exitoso productor musical le prohíbe cantar, ya que por ser cantante su hermana sufrió una "sobredosis de drogas" que le llevó a la muert...