CAPÍTULO 14

608 107 50
                                    

Sonó el despertador, provocando que se despertara de golpe. En una hora había quedado con Sehun, Así que apartó todas las sábanas que lo rodeaban, y se preparó para la quedada.

Habían pasado veinte minutos más de la hora acordada, y había comenzado a preocuparse, ya que Sehun no aparecía, y temió que se hubiera perdido al buscar su ubicación, así que, miró por la ventana para comprobar que ningún niñato se encontraba en las rejas de su puerta, y salió con el móvil en mano.

llamó varias veces y no contestó ninguna, preocupado, le escribió un mensaje preguntando donde estaba, y si estaba bien.

La mañana era tan fría, que comenzó a jugar con el vaho que echaba su boca al respirar. Comenzó a tiritar, y se acurrucó intentando entrar en calor, mientras que sacaba el móvil para comprobar la hora, dándose cuenta de que había pasado una hora, y Sehun no aparecía.

Cansado, cerró la puerta de rejas, para aproximarse a la de madera que daba al interior de su hogar. Pero antes de abrir, su móvil vibró en el bolsillo de su pantalón, en señal de que había recibido un mensaje. Corriendo, lo abrió, quedando sorprendido y confundido ante lo que estaba leyendo. Era un mensaje de Sehun.

"¿Cómo se siente esperar congelado, hyung?"

"¿Qué? "-Escribió totalmente confundido, mientras miraba a su alrededor.

"No te hagas como el que no sabe. ¿De verdad creías que iba a aparecer después de toda la mierda que dijiste? Debí haberlo visto antes de llamarte anoche"

"No te entiendo"

"No soy ningún «mocoso con cara de póquer sin talento al cual nadie quiere» como tú dices" -Baekhyun quedó totalmente confundido con aquellas palabras, y comenzó a ponerse nervioso. Él no había dicho nada de eso.

"No lo entiendo, yo no he dicho eso nunca"

"¿Sehun?"

Sehun dejó de responder a sus mensajes, y sintió como las lágrimas volvían a salir, no sabía cuando se había vuelto tan sensible.

Llamó a Minseok, pero no respondía a sus llamadas.

Entró a su casa decaído, intentando que su madre, la cual se encontraba leyendo en el salón, no se diera cuenta de sus lágrimas. Pero fue imposible. Cuando entró, su madre se levantó preocupada del sofá.

-Hijo, ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras? Ven, siéntate en el sofá, ¿Tomaste el medicamento? Voy a por una pastilla para ti, mientras quédate sentado -En cuanto dijo todo aquello, se dirigió a la cocina a por el medicamento, mientras Baekhyun se encontraba sentado donde su madre le había ordenado. En ese momento, el chico parecía una marioneta, había dejado de llorar, y miraba pensativo a la pared de aquella sala, con el delineador corrido, ojeras, y ojos llorosos y oscuros.

Su madre se acercó apresurada, con pastilla y agua en mano, y se sentó al lado de su hijo. Este simplemente tomó el medicamento, y ella inmediatamente lo abrazó, sin preguntarle de nuevo que le había pasado. Entre mimos y palabras como "Estoy contigo" "Aguanta" y "Esto va terminar", Baekhyun se durmió en los brazos de su madre.


🌘🌗🌖🌕🌔🌓

Aquella tarde la había pasado durmiendo, o encerrado en la habitación. Sentía que aquellas pastillas lo único que hacían era que se deprimiera aún más, en vez de solucionar sus problemas. Y es que como decía su profesor de filosofía del pasado año, cuando tienes un problema y te agobias, ya tienes dos. Pero ¿Y cuándo se te acumulan tantos? Es imposible no agobiarse o no pensar, cuando lo único que recibes son problemas.

Era lunes por la mañana, y lo que menos le apetecía en ese momento era ir a clases. Pero debía hacerlo, no solo porque era su deber asistir al instituto, sino porque necesitaba respuestas, tenía que hablar con Minseok, desahogarse, hablar de sus problemas, pero sobretodo, saber si estaba bien, y el porqué de que no respondiera a sus llamadas. Temía que le pasara algo.

Su madre lo dejó en la puerta del centro, mientras ella entraba por una segunda puerta por la cual solía entrar el profesorado. Baekhyun aligeró el paso en busca de su amigo. Una vez en los pasillos, ignorando aquellas miradas de las que estaba acostumbrado, divisó a su querido amigo hablando con otro chico, el cual era conocido por ser hijo de la profesora de matemáticas, su nombre era Kim Junmyeon, se trataba del típico chico que siempre era delegado.

-Minseok -Dijo exhausto mientras corría hacia él. Últimamente se sentía muy cansado, debido a la poca alimentación. Solo comía porque era obligado por su madre -¿Por qué no respondes a mis llamadas? Me tenías preocupado.

El nombrado, lo miró con una mueca entre triste y enfadada, mientras el chico de al lado hacía lo mismo, y Baekhyun sintió como se derrumbaba aún más.

-No soy ningún pringado asmático con obesidad mórbida -Dijo entre dientes.

-Ni yo soy un niño de mamá, ni mi pelo parece que lo lamió una vaca, y tampoco soy un niño rico al cual le dan todo, sé conseguir mis cosas por mis propios méritos, sabes -Saltó el otro chico, provocando que el corazón de Baekhyun se estrujara.

-¿Qué? No lo entiendo, Sehun también... Yo... No dije nada de eso.

-Adiós Baekhyun -Respondió el mayor de todos, dejando a un Baekhyun que ni las lágrimas le salían.

Miró alrededor, y vio como Chanyeol lo miraba preocupado, y se aproximaba a él.

-Baekhyun...

Pero Baekhyun estaba flaqueando. Se apoyó en una de las taquillas mientras su vista se tornaba borrosa debido a las lágrimas, y cuando sintió que recuperaba fuerzas, comenzó a correr.

Se estaba muriendo lentamente

Sería mejor terminar cuanto antes.






Como salir del armario con Byun Baekhyun •Chanbaek•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora