cap.36

1K 70 1
                                    

De todas formas, sonreír frente al espejo reflector, como me gustaría que fuese cierto. Corrí hacia mi celular, lo tiré dentro de mi bolso y salí de mi habitación. Mis ojos se abrieron cuando pude escasear sin detención alguna cada detalle en él, era como si nos hubiésemos puesto de acuerdo para combinar cada vestimenta.

Sus ojos aún no se fijaban en mí, estaba muy entretenido discutiendo amistoso con mi hermana, ambos reían y nadie notaba mi presencia.

—Lista —Interrumpí su conversación y lancé una mirada que de seguro había captado enseguida, mi venganza pronto llegaría.

Apenas valen notó mi voz, desvió sus ojos de mica, para poder acoplarlos con los míos, suavemente sentía esa suave sensación de que era elevada, de que giraba y sentía esas interminables cosquillas por casi todo mi cuerpo.

—Okay, Ok, ya entendí, los dejo —Carcajeó, dio pequeños golpes en la espalda de valen y salió saltando directo a su habitación.

Apenas desapareció de escena, valen tomó de mi mano y me acercó de un solo tirón para que sus labios alcanzaran mi mejilla derecha.

—Luces... muy bien ¿Sabías? — ¿Era idea mía o había hecho un comentario sobre mi vestimenta? Creo haber mencionado que nunca lo hacía, era... una señal.

—Gracias —Sonreí escondiendo mis mejillas sonrosadas— Puedo decir lo mismo, bueno... es igual, siempre —Carcajeé.

Solo rió conmigo y cruzó un brazo por detrás de mi cuello para así salir del departamento.

Hacía frío, pero como siempre he dicho "Ante todo; digna" Detestaba parecer un esquimal, miles y miles de chalecos, bufandas y guantes... no era nada de mi estilo y sabía lo mal que lucía cuando mi madre exageraba sobre el clima. Gracias al cielo, esa noche había decidido ir a cenar a solas con papá.

Subimos a su auto y nos pusimos en marcha. Destino: La gran y hermosa casa de duki.

—Dios, hace frío, debería abrigarte —Me comunicó mirando mi vestimenta en uno de los semáforos en rojo.

Me gustaba que se fijara, pero no en extremo.

— ¿Ahora eres mamá? —Reí rodando los ojos.

—Lo digo porque pareciera estar a punto de llover y tu andas vestida como si fuese un caluroso día de verano —Rió sin dejar de mirar hacia el frente, era adorable verlo manejar con tanta profesionalidad.

Finalmente llegamos a la gran casa pintada de blanco, era hermosa, imaginaba como sería de lujosa por dentro si por fuera parecía de estas típicas casas de revista.

Estaba lleno de autos, por lo que nos costó encontrar lugar y valen acabó estacionando su gran vehículo a casi una cuadra de la "Mansión"

Comenzamos a caminar por la vereda congelada, entregando nuestros cuerpos al aire frío y no me importaba en lo más mínimo pegarme un resfriado si sabía lo fabulosa que vestía, sabía que era un pensamiento bastante hueco, pero vamos, había logrado que valen por fin se diera cuenta y no usando cosas vulgares ni llamativas, solo era yo.

Desde lo lejos se podía escuchar la música y ya se encontraba un gran grupo de adolescentes charlando de mal modo en las puertas.

—Así que... con _______ ¿Eh? —Dijo un muchacho de rostro conocido apenas nos vio aparecer cerca.

valen solo sonrió, era mejor evitar discusiones con esa clase de persona, muy a la defensiva y si algo le parecía ofenderle, pobre el chico que lo haya hecho enfadar.

Mis oídos se taparon con música reventada apenas entramos, las luces de colores instaladas, eran tan profesionales que podía pasar por un verdadero boliche. La multitud bailaba alocada en medio de la sala y las hormonas estaban más que revolucionadas en todas las parejas presentes.

Nos quedamos parados mirando a nuestros alrededores, supongo que ambos buscando amigos.

— ¡rocio! —Exclamé.

 Ѕσlσ Δϻιɢσs 《ωσѕ ч тυ》#Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora