CAPITULO 2

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El resto del día pareció volar. Me divertí mucho con Rika en nuestra siguiente clase juntas e intercambiamos números. Le pregunte sobre la chica del gimnasio y dijo que aparentemente Yuri había salido con Shaoran un par de veces, ella quería estar con él, pero él se rehusaba a tener una relación formal. No estaba sorprendida por esa revelación en absoluto, era normal en Shaoran, sin compromisos.

Cuando llegue a casa le dije a mi mamá y a mi padrastro, que Shaoran vendría esta noche y que íbamos a ordenar pizza. Estaban bien con ello como siempre. Shaoran prácticamente vivía en nuestra casa. Se quedaba en nuestra casa todos los miércoles, sábados y domingos. Siempre lo había hecho desde que éramos niños.

Después de ducharme y cambiarme a mi pijama rosa. Shaoran llamó a la puerta de mi habitación.

-Hola, Sakura bear- saludo, entrando como si fuera el dueño del lugar, como siempre, dejando caer sus cosas sobre la silla.

-El helado está en el congelador, como prometí. Traje de galletas con crema y sorbete de chocolate porque sé que nunca puedes decidir cuál es tu preferido.

Sonreí emocionada y le puse mi teléfono celular en la mano.

-Ordena la pizza- chille, tomando su otra mano y jalándolo de mi cuarto a la cocina mientras él hacía nuestro pedido.

Después de meter algunas palomitas de maíz en el horno del microondas, me senté en el mostrador de la cocina y él estaba de pie de espaldas a mí, recargado contra el mostrador entre mis piernas. Envolví mis brazos alrededor de su cuello y descanse mi barbilla sobre su hombro, presionando mi pecho en su espalda. Él estaba frotando mis pantorrillas con sus pulgares mientras ambos veíamos el horno de microondas girar. Suspiré felizmente, esto se sentía tan bien. Extrañaba esto.

-¡Hola Shaoran! ¡Te extrañé!- mamá vitoreó, entrando en la cocina y tirando de él en un gran abrazo.

-Y yo a usted señora Nadeshiko- contesto, dándole su sonrisa encantadora. Le tendió una mano a mi padrastro.

-¿Sr. Fujitaka, cómo estuvo su viaje?- mientras él estrechaba la mano de Shaoran con una sonrisa cálida.

-Genial hijo, fue genial. ¡Lástima que tuve que volver, pero para ser honesto no creo que pudiera seguir soportando los lloriqueos de Sakura!- bromeó, dándome en las costillas juguetonamente. Hice un puchero a modo de queja y vacié nuestras palomitas de maíz en un tazón. Mi mamá simplemente se rió como si fuese lo más gracioso.

- ¿Lloriqueos? ¿Sobre qué?- Shaoran pregunto, obviamente confundido, mirándome con curiosidad.

El Sr. Fujitaka se rió.

-Tú, por amor de Dios "¡Extraño a Shaoran! ¿Cuando nos vamos a casa, quiero ver a Shaoran? ¿Por qué no funciona mi teléfono, quiero hablar con Shaoran? "- dijo imitando mi voz y riendo. Shaoran rió también y puso su brazo alrededor de mi hombro.

-¡No es cierto! No estaba lloriqueando. Sólo lo extrañaba un poco, eso es todo. ¡Un mes es demasiado tiempo!- replique, lanzando algunas palomitas calientes sobre él. Las atrapó y se las comió, todavía riéndose para sus adentros. En realidad, sabía que había sido una molestia pero en mi defensa un mes era demasiado tiempo para estar sin uno de los abrazos de Shaoran.

-Bueno, que tengan una buena noche. Nosotros saldremos a cenar- dijo mamá, dándonos a ambos un beso en la mejilla.

Justo entonces sonó el timbre de la puerta.

-La pizza esta aquí - grito desde el pasillo el Sr. Fujitaka. Corrí hacia la puerta principal, agarrando mi bolso al pasar.

-No es necesario, la tengo- dijo él mientras me pasaba la pizza y besaba mi frente.

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