CAPÍTULO 4

780 48 0
                                    

-¡Es él! Entonces ¿Qué piensas?- pregunté a Tomoyo rápidamente, mirando mi teléfono centelleante en mi mano.

-¿Cómo es que siquiera me preguntas? ¡Es Daiki Azuma! ¡Por supuesto que deberías ir!- contesto. Suspiré, simplemente no sabía qué hacer. Daiki me había escrito en la mañana preguntándome si quería salir esta noche, de pronto mi teléfono estaba sonando en mi mano y yo sólo estaba mirándolo indecisa.

Respiré profundamente y contesté el teléfono.

-Um... hola- dije en voz baja.

-Hola Jailbait ¿Estás bien? Te tomó mucho tiempo responder- dijo sonando nervioso.

-Uhh sí, yo sólo estaba, ehh... platicando con mi amiga y no sentí que el teléfono se apago eso es todo- mentí haciendo una mueca ante Tomoyo que estaba mirando mi teléfono como un cachorrito emocionado.

-Entonces ¿Recibiste mi mensaje esta mañana?- pregunto.

-Mmm hmm- murmuré mirando suplicante a Tomoyo por algo que decir, ella estaba asintiendo frenéticamente con la cabeza con los ojos muy abiertos articulando "dí que sí" una y otra vez.

-¿Quieres ir?- preguntó después de un par de segundos de silencio.

Miré a Tomoyo una última vez.

-¡Dí que sí!- susurró en un grito.

-Sí- dije en voz baja.

Escuche un "Síííííííííí" ahogado desde el teléfono que asumo no debería haber escuchado.

-Uh, lo siento, no se suponía que escucharas eso- dijo un poco avergonzado.

-Entonces ¿Dónde vives?- preguntó, podía escucharlo rasgando papel en el fondo.

-Vivo a seis calles cruzando el parque del Rey Pingüino ¿sabes dónde es?- pregunté esperando que lo hiciera, yo era inútil con las direcciones.

-¿Vives por ahí? No es de extrañar que seas tan cercana a Li, es justo donde él vive ¿no?- preguntó sonando un poco sorprendido.

-Sí, de hecho vive al lado- respondí.

-Ok bueno, sé donde es, he estado donde Li antes, así que te recogeré a las siete entonces- dijo sonando realmente emocionado.

-Nos vemos- dije cerrando el teléfono y soltando un suspiro de alivio de que todo hubiera terminado. No es que hablar con él fuera difícil porque en realidad era bastante fácil pero toda esta cosa de decidir era un dolor de cabeza.

Tomoyo prácticamente estaba rebotando en su lugar por la emoción.

-¡Genial así se hace!, entonces, siguiente pregunta ¿Qué le dirás a Shaoran?- Tomoyo dijo con una sonrisa. Gemí, no podía mentirle pero al mismo tiempo realmente no quería tener que decirle nada, estaría realmente enojado.

-Ok tengo una solución, que tal si simplemente lo evitamos por completo de ese modo no tienes que mentirle o decirle la verdad, sólo te queda un periodo y no lo tienes con él así que sólo mandale un mensaje y dile que yo te llevaré a casa esta noche y que lo verás mañana- dijo Tomoyo.

Sentí una sonrisa arrastrarse por mi rostro. En realidad, no era una mala idea. De ese modo si la cita terminaba siendo un desastre Shaoran no tendría porque saberlo. Y si iba bien, bueno entonces podría decirle al respecto mañana.

-¡Eres increíble Tomoyo! y perdón por hacer que mientas por mi- dije abrazándola fuerte.

Oh Dios estaba tan nerviosa, nunca había estado tan nerviosa por una cita antes. Deje mi pelo suelto y agregué algunos rizos suaves y un poco de maquillaje, nunca uso mucho así que no quería ir demasiado cubierta. Tomoyo había entrado después de que me trajo a casa y me había ayudado a escoger mi atuendo. Ahora llevaba un vestido blanco ajustado hasta la cintura, la falda caía hasta arriba de la rodilla, mostraba un poco de escote pero no era demasiado revelador, había optado por unos tacones blancos de punta abierta que probablemente me matarían, si tenía que caminar demasiado, pero él dijo una cena y una película, así que debería estar bien.

SIEMPRE TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora