CAPÍTULO 10

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-No es una broma papá, realmente nos casamos- dijo Shaoran asintiendo lentamente. Hien dejo de reír inmediatamente y su rostro comenzó a enrojecer. Lancé mis ojos hacia mi padrastro que se veía furioso. ¡Santos cielos!

Antes de que pudiera reaccionar, saltó fuera de la silla y agarró a Shaoran de la camisa. Su rostro contorsionado de rabia. Grité y traté de levantarme pero Shaoran me empujó hacia atrás en el sofá, manteniendo su mano firmemente en mi hombro así no podría levantarme.

-¡¿Te casaste con mi hija en Tokyo?! ¡¿Maldita sea Shaoran, en qué demonios estabas pensando?! ¡Ustedes dos son sólo niños! ¡Ella es un bebé por amor de Dios!- gritó Fujitaka furiosamente con los puños apretados sobre la camisa de Shaoran.

Shaoran ni se inmutó.

-Sé que somos jóvenes pero amo a su hija más que a nada- dijo Shaoran.

Fujitaka bajo la cabeza y resopló fuertemente revolviendo su cabello con la otra mano con desesperación. Parecía que trataba de controlarse.

-¿Entonces la amas? ¿Tú la amas?- dijo de forma irónica para luego golpearlo de lleno en la cara casi derribándolo. Grité de nuevo sorprendida de que esto estuviera pasando. Hien se levantó rápidamente y agarró a Fujitaka.

-¡Es mi hijo!- dijo empujándolo lejos de Shaoran. Todos estaban de pie ahora gritándose el uno al otro, el Sr. Fujitaka estaba tratando de alcanzar a Shaoran, mientras Hien estaba frenándolo. Incluso nuestras madres estaban gritándoles a sus maridos llorando.

Miré a Shaoran, su labio estaba sangrando y se veía furioso. Agarró mi mano y me puso detrás de él cuando Fujitaka se liberó de Hien y se lanzó a agarrar mi mano.

-¡No vas a seguir casada con él Sakura! ¡Vete a tu habitación ahora! Mañana iremos a ver a un abogado y arreglaremos este desastre- grito furiosamente.

Negué con la cabeza.

-No vamos a divorciarnos- dije en voz baja agarrando la parte trasera de la camisa de Shaoran, lo sentí tensarse cuando Fujitaka trató de lanzarse por mí de nuevo, giró su cuerpo ligeramente así estaba fuera de su alcance.

-¡Cómo no! ¡Ustedes van a divorciarse, no vamos a permanecer impasibles mientras ustedes dos lanzan su vida a la basura, ni siquiera estaban saliendo, son unos críos!- gritó Hien.

Mi mamá y Ieran se miraron la una a la otra.

-Fujitaka calmate por favor, tenemos que hablar sobre esto, tiene que haber algo que podamos hacer sin un divorcio ¿siquiera es legal? Sakura no tiene dieciocho, quiero decir ¿qué hay de una anulación?- preguntó mamá como si eso resolviera todos los problemas.

¿No era legal? ¿Oh Dios en realidad no estábamos casados? Me sentí enferma de decepción, empujé la sensación lejos ya que no había tiempo para pensar en eso ahora, si no era legal entonces lidiaríamos con eso después, nos casaríamos de nuevo o algo.

-Tampoco vamos a conseguir una anulación, Shaoran y yo queremos estar casados- dije con seguridad.

Hien se acercó a mí rápidamente y me abofeteó. Al instante Shaoran soltó lo que sonó como un gruñido y agarró a su padre empujándolo contra la pared.

-¡No vuelvas a tocarla! ¡No me importa si eres mi padre, si vuelves a poner un dedo sobre mi esposa otra vez TE MATO!- dijo tan cabreado que sólo con su tono de voz podría haberlo matado. Se volvió hacia Fujitaka.

-Eso va para usted también- gruñó regresando a mí y acariciando mi rostro con ternura.

-Amo a Sakura y ella me ama. Seguiremos casados, no importa qué edad tengamos, creí que estarían felices por nosotros pero obviamente me equivoqué- dijo tomando mi mano y volviéndose hacia la puerta.

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