-Dime que firmaste las formas Sakura. Dime que hicieron la operación. Por favor... Por favor, dímelo- rogó, mirándome desesperado.
Negué con la cabeza lentamente, tragándome el horror ante lo asustado y herido que lucía.
La expresión de angustia en su rostro me causó más dolor del que jamás había experimentado en mi vida.
-No pude, ellos no me dejaron. No soy tu familiar más cercano- susurré, cada palabra parecía quemar su camino fuera de mi garganta.
Me miró confundido.
-¿No eres mi familiar? Por supuesto que lo eres, eres mi esposa- dijo con voz áspera, mirándome confundido.
Levanté una mano y acaricié un lado de su rostro.
-Nuestro matrimonio no es legal, Shaoran. Ellos no me dejaron firmar. Lo siento, lo intenté, yo quería- dije lamentándolo desde el fondo de mi corazón.
-¿Entonces, la operación no ocurrió?- preguntó Shaoran todavía mirándome e ignorando a todos en la habitación.
-¿Ahora no puedo caminar? ¿Es eso?- dijo angustiado.
No sabía que decir, me incliné hacia adelante y besé su frente suavemente, haciendo su mano apretarse sobre la mía.
-No tuviste la operación Shaoran, pero si ahora quieres tenerla aun tienes una posibilidad de que funcione- me di la vuelta hacia el doctor, mirándolo en confirmación.
-¿Verdad? Aun puede tenerla ¿no es así?
Asintió con la cabeza y camino hacia delante. Él aclaró su garganta, obviamente tratando de conseguir su atención de nuevo pero los ojos de Shaoran estaban pegados firmemente sobre mí, la expresión de angustia en su rostro me causo más dolor del que jamás había experimentado en mi vida.
-Conseguiré que el doctor venga y hable contigo, si eso es lo que quieres. Es el cirujano que realizara la operación. Debes saber que esto pone en riesgo tu vida, dado que hemos dejado pasar tiempo valioso, cuanto más tiempo dejemos pasar más riesgo corres- dijo el doctor, tocando el brazo de Shaoran ligeramente.
Shaoran no dijo nada, sólo asintió y trago ruidosamente. Presioné mi frente en la suya y lo miré a los ojos, podía ver mis sentimientos exactos reflejados allí, estaba aterrorizado sus ojos estaban vidriosos, como si estuviera tratando de no llorar.
-Te amo- susurré, besando sus labios suavemente.
Cerró los ojos y asintió ligeramente.
-Yo también Sakura.
-Todo va estar bien- dije, deseando que mi voz sonara con más confianza de la que sentía. ¿Los doctores habían dicho que la cirugía tenía que suceder lo más pronto posible, veintisiete horas serian demasiado tarde? Él sonrió débilmente y asintió, haciendo una mueca de dolor mientras se movía.
-No te muevas, sólo aguanta y probablemente te darán algo para el dolor.
Ignoró mi advertencia y tiró de mi mano, haciéndome dar un paso imposiblemente cerca.
-¿Nuestro matrimonio no es legal?- preguntó, su voz apenas sobre un susurro.
Dirigí mis ojos hacia su madre. Sólo nos miraba, lágrimas silenciosas caían por su rostro mientras se agarraba a su camiseta, justo sobre su corazón. Todo en lo que podía pensar era: Egoísta. Tragué saliva y miré de regreso a Shaoran, forzando una sonrisa.
-No, no lo es. Pero anímate, ahora tendremos otra noche de bodas- bromeé en voz baja, tratando de traer algo de normalidad a todo este horripilante calvario.

ESTÁS LEYENDO
SIEMPRE TU
רומנטיקהEsta es una hermosa historia de romance, pasión y mucho mas... Sakura Kinomoto tiene un mejor amigo, el mejor amigo que una chica puede desear, es solidario, leal, honesto, confiable, amable y atento. También es el mejor jugador de la escuela y el...