CAPÍTULO 18

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Advertencia: Este capítulo contiene LEMON (contenido para adultos) leer bajo su propia responsabilidad.

Cuando la vi caminar por el pasillo, mi aliento se quedó atrapado en mi garganta. Se veía hermosa como sabía que lo haría pero jamás podría haber imaginado cuan impresionante se vería. El vestido marfil de seda al hombro se aferraba a la mitad superior de su cuerpo antes de fluir hacia sus caderas, capas y capas de seda que caían al suelo detrás de ella y un poco más allá. Se amoldaba a ella en todos los lugares correctos, mostrando todo lo que tenía para ofrecer, pero al mismo tiempo ocultando todo lo que sólo yo sabía que había debajo.

Se veía como una modelo salida directamente de una de las revista de novias de las que había estado quejándose el último par de meses. El velo cubría su rostro pero sólo lo suficiente para que pudiera ver su rostro perfecto. Su cabello había sido levantado en la parte trasera, con rizos sueltos que escapaban en la parte de enfrente. Llevaba un ramo de tulipanes amarillos, sus favoritos.

Se veía impresionante y realmente era el hombre más afortunado del mundo.

El Sr. Fujitaka le sonrió orgullosamente, tenía su brazo enganchado a través del suyo mientras caminaban hacia mí. No podía quitar los ojos de ella, mi boca estaba seca, mis manos sudaban incluso más de lo que ya estaban y apenas podía frenarme de caminar por el pasillo y encontrarla a medio camino sólo para poder estar más cerca de ella.

Su padre me miró, sonrió alegremente y no pude evitar sonreírle de vuelta. Podía ver a Sakura mordisqueando su labio mientras caminaba hacia mí, sus mejillas se teñían de rojo cuando la gente hacia "ahhh" al pasar junto a ellos. Les tomó una eternidad llegar hasta donde estaba, cuando finalmente se detuvo junto a mí, fui atacado por su familiar esencia. Resistí la urgencia de gemir, se veía tan increíble que no pude evitar rastrillar mis ojos sobre cada centímetro de ella. Su padre levanto el velo, doblando el borde hacia la parte trasera de su cabeza, Daidouji dio un paso al frente y tomó su ramo.

Sakura se volvió a mirarme y sentí una sonrisa de orgullo cruzar mi rostro, esta chica era mía.

-Hola- articule hacia ella.

Sonrió, una hermosa sonrisa.

-Hola- murmuró de regreso.

El sacerdote se aclaró la garganta suavemente así que aparte la mirada de ella cuando él comenzó a darnos su pequeño discurso de "Estamos reunidos aquí hoy". Finalmente había terminado de hablar y miré al Sr. Fujitaka, vi que sus ojos estaban vidriosos por las lágrimas no derramadas mientras sonreía a su hija y ponía su mano izquierda en la mía. Le di un pequeño asentimiento tranquilizador cuando sus ojos encontraron los míos en un intercambio silencioso, sabía exactamente lo que quería decir, me estaba rogando con los ojos que cuidara de ella. Él no necesitaba decir nada, siempre cuidaría de Sakura, siempre.

Sakura beso la mejilla de su papá justo antes de que él retrocediera y envolviera su brazo alrededor de Nadeshiko, quien seguía llorando, lágrimas silenciosas con una sonrisa de felicidad en su rostro. Apreté la mano de Sakura suavemente y ella suspiró alegremente cuando ambos nos volvimos hacia el frente para hacer nuestras promesas el uno al otro. Me aseguré de memorizar cada segundo de la boda, cada palabra, cada gesto que hacía, cada aliento que tomaba. Me perdí la mayor parte de esto la última vez en Tokyo porque estábamos ebrios, quería ser capaz de imaginar este momento con una claridad cristalina.

Deslicé el anillo en su dedo por segunda vez y esperaba que permaneciera allí para siempre. Esta vez sin duda era legal, sus padres lo habían consentido así que no había nada que se interpusiera en nuestro camino esta vez.

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