TRES

1K 131 18
                                    

Jongin

—¡Hola! ¿Aún te encargas de cazar infieles?— reí un poco. — es que necesito de tu ayuda.

—¡Por supuesto! Sólo dime lo que estás planeando y yo con gusto te secundo, como en los viejos tiempos.

Amber y yo nos conocimos en el colegio elemental gracias a una porción de mi ramyeon de la que se había adueñado sin preguntar.

Ella es una chica muy extrovertida pero que jamás rayaba en lo vulgar, cabe recalcar que siempre ha luchado por la estabilidad emocional de cualquier pareja anteponiendo la fidelidad ante todo.

Estas inusuales prácticas comenzaron cuando Amber andaba con un chico que no es necesario mencionar. Aquel chico decía amarla y, obviamente, Amber se creía aquellas maravillosas palabras; por asares del destino descubrió a su novio siéndole infiel... desde entonces se ha obstinado en ayudar a todo aquel desprotegido por las mañas de la infidelidad.

—Bien, ¿puedo verte ahora?

—Por supuesto, ¿en la cafetería de siempre?— dijo con un tono de añoranza.

—Muy bien, Amber. Te veré ahí.

Después de colgar, me levante rápido con dirección al baño y tomé una ducha que tanta falta me hacía.

Una vez con la camisa y pantalón puesto, salí de la casa. Decidí caminar hasta la cafetería ya que necesitaba despejar mi mente de tanto drama que parecía estar viviendo.

Al paso que daba iba observando los distintos panoramas que se me iban presentando. Un árbol lleno de manzanas, un par de niños correteandose mientras gritaban de felicidad.

—¿Estaré haciendo lo correcto?— pensé antes de dar la vuelta en la esquina de la cafetería.

Una vez parado frente a la puerta, me di cuenta que ya era demasiado tarde para arrepentirme. Abrí la puerta con fuerza y divisé a Amber, sonreí al encontrarla comiendo su ya distinguido pay de moras en los sillones donde solíamos sentarnos a discutir sobre el amor.

—Nunca cambias tus gustos, ¿eh?— dije mientras le tocaba la cabeza.

—Por supuesto. Pasa, toma asiento y bienvenido a mi oficina exterminainfieles— comió un poco más de su pay para al final levantarlo en el aire como si estuviera brindando.

—El motivo por el cual existe este reencuentro es porque...— dejé de hablar al escuchar su voz combinada con el bocado tratando de decir algo.

—Sí, sí... déjame adivinar, ¿tu novia te es infiel?— siguió comiendo.

—En efecto, señorita come pay— los dos reímos un poco hasta que ella comenzó a toser.

—Lo siento, malos modales... ¿Quieres?

—No, no, gracias— reí de nuevo.

Ahora entiendo porque éramos casi inseparables, sigue siendo la misma chica inquieta y comelona.

—Bueno... y, ¿que tienes en mente?— preguntó un poco intrigada.

—Bien, necesito que finjas ser "la otra", en unas horas regresará mi novia y no quiero ver como se sale con la suya— hice una seña a la chica que trabajaba ahí para que trajera la carta.

—Ya veo... ¿Algo más?— se introdujo el último pedazo de pay y masticó con fuerza.

—Pues... ya sabes, tendrá que encontrarnos en una situación bastante incómoda— levante las cejas y al par sonreí nervioso.

Este tipo de cosas no se lo hubiera pedido si no tuviera de otra y entendería si no aceptaba o si se ofendía, pero debía intentarlo.

—Va, sin problema— limpió los restos de comida de su cara y comenzó a escribir en una servilleta.

Dear Neighbor  [Kaisoo fic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora