CUATRO

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Jongin

Una vez terminada la plática con Soo, decidí seguir con la selección de cosas de Joon. Al terminar, acomodé todo en cajas y con un plumón permanente escribí su contenido.

—Za-pa-tos— terminé de escribir. —Vaya, son muchos pares de zapatos— quejé un poco.

La pizza ya había llegado y mi estómago sentía la misma felicidad que yo cuando pudimos percibir ese delicioso olor a queso fundido entrando por nuestra puerta.

Terminé de comer y mientras lavaba los trastos sucios mi teléfono comenzó a sonar, era Joon.

—Jongin, por favor... dime que lo que hiciste hace rato sólo fue para llamar mi atención, que me pusiera un poquito celosa. Yo sé que tú no eres así, Innie— su voz se escuchaba un poco entrecortada y solloza.

—Joon, ya no me interesa estar contigo. Por favor, entiéndelo— suspiré.— Mira, es difícil decir esto por teléfono pero...—Cállate, Kai. Aún no vayas a decir algo de lo que te vas a arrepentir. —Estoy enamorado de otra persona— aún hay tiempo, retráctate.

—¿Se puede saber de quién? Si es de esa vieja mugrosa yo...— la interrumpí.

—No, no, no es ella.

—¿Entonces?— la música del lugar donde ella se encontraba comenzaba a ser un obstáculo para que yo pudiera concentrarme.

—Se llama Soo, ¿bien?— ahora sí la regaste, Kai.

—¿¡Qué!? ¿¡Me vas a cambiar por un... chico!?

Ni si quiera yo sabía la respuesta de aquella pregunta puesto que contaba conque se tragara la idea del engaño con Amber, entré en pánico al pensar que jamás se separaría de mi si no tomaba una decisión un tanto extrema.

—S-sí, lo amo y pienso luchar por los dos— basta de mentiras, Jongin.

—Aparte de infiel, eres gay... que deshonra para tu familia— colgó.

Ella tenía razón, no por sus argumentos sino que el no afrontarla cara a cara y dejar en claro que ya no quiero nada de ella, me convertía en un cobarde, una deshonra.

Me tiré al sillón chocando mis dedos con una caja al costado de este, la cual contenía nuestro álbum de recuerdos, cada una de nuestras citas, viajes, aniversarios, todo estaba ahí.

Abrí el álbum hojeando las primeras fotos. La foto más colorida plasmaba nuestra visita al parque acuático... lucíamos felices, enamorados.

¿Cómo fue que ella cambió de la nada?

¿Yo también tengo la culpa de que no haya funcionado esta relación?

Las razones que fueran ya estaban dadas y no quería retomarlas.

A cada hoja que pasaba, mis ojos entraban en un lapso cada vez más y más de apagado automático lento hasta por fin provocarme el sueño.

—Jongin...— bajó la cabeza el de grandes ojos.

—¿Soo? ¿Qué-qué haces aquí?— di un pequeño brinco del susto por tan repentina aparición.

—Yo también te amo, por favor... nunca te rindas.— Sus palabras recorrieron todo mi sistema circulatorio hasta llegar a mi coxis.

Aquel chico comenzaba a preocuparme, no sabía cómo había entrado a mi apartamento y mucho menos por que al seguir pensado esto puedo ver como se acerca lentamente hasta mi.

—N-no, Soo. E-estás equivocado, yo-yo yo sólo bromeaba.

Justo cuando ya no podía hacerme más para atrás del sillón y su frente casi tocaba la mía... un leve sonido parecido a mi timbre comenzaba a divisarse entre tanto alboroto.
Aliviado de que todo fuera sólo un sueño, me dirigí a la puerta, di un pequeño vistazo por la mirilla de la puerta percatándome que aquel culpable de mi sueño se encontraba tocandola como loco.

Dear Neighbor  [Kaisoo fic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora