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Dave se fue al igual que todos.

Todos menos Anne, por supuesto, quien aún tenía noticias para mi


-¡¡¿¿COMO MIERDA PASÓ ESTO??!!


Muy malas noticias.

Primera cosa mala en esa noche de abril. 

Mi falda hawaiana, se había atorado en el ventilador.

No en uno de techo. En un maldito ventilador de piso. 

No culpo a nadie. Hacía un calor infernal.

Pero la falda estaba destruida. 

Anne me dijo que a la entrada del campamento, había una tienda. Fui por mi bolso y bajé la colina corriendo. La fiesta era en menos de una hora y a mi me faltaba el cabello, la ropa y... ya... no soy tan exagerada, pero mi cabello es algo imposible de manejar.

Por suerte, en la tienda habían faldas.

Para mi mala suerte, eran de un color muy... raro.


Igual, pagué y subí de nuevo la colina. Me di una ducha y saliendo me acomodé el cabello.


Segundo problema.

Mi crema para peinar se había acabado. 

¿Como? No tengo ni puta idea. Pero no salía mas que un chorro que no era suficiente.

Estaba destinada a que mi cabello se esponjara y parecer una "afro" o una escoba. 

Las dos me aterraban. Y solo faltaba media hora.


Intenté no cepillarlo tanto. A veces en mi casa, no me secaba el pelo no me lo desenredaba. Se me hacían unos rizos algo lindos, pero decentes. En serio esperaba que el caso se repitiera allí.

En un clima húmedo y caluroso.

Mientras tanto, me puse mi top y la falda de color raro. Me miré al espejo.

No estaba tan mal.

Me puse el collar de flores

Si, me sentía bonita.

Me puse los lentes.

Casi me hago pipí encima.

No estaba bonita. Para NADA bonita

Pegué un grito de frustración. Nyla y Anne llegaron corriendo

-¿¡Araña!?

-¡¿Que pasó?!

Contigo o NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora