Éxtasis (5)

Luna 2

La pequeña princesa.

(Pvo Vania).

Vania: (sufriendo)–¡Ya viene!

??????: (preocupada)–¡mí señora,  recuéstece que nosotras las mismas ya tenemos experiencia!

Vania: (narrando)–me recosté en mí cama y empecé todo el proceso de parto, todas se movían cincronizádamente sin ningún problema....estuve una hora hasta que al fin di a luz a mi pequeña Lilineth.

(Pvo Lilineth).

Lilineth: (narrando)–la luz me segó y no pude ver mucho.

Lilineth: (llorando)–ggggaaaaaaaaa....

Vania: (cansada)–no llores mi bebé, mamá está aquí para cuidarte. Gracias por tu ayuda Alequia.

Alequia: (formal)–¡es mi deber!

(Puerta cerrándose).

Lilineth: (narrando)–luego de que escuché la puerta cerrarse me sentí cansado y quedé dormido... desperté en una cuna en la que colgaban varios juguetes sobre esta. Ví que el cuarto era púrpura además de que había una terraza, era el cuarto de alguien de clase alta.

Vania: (alegre)–¡hola mi bebé, ya despertaste así que debés de tener hambre!

Lilineth: (estómago rugiendo).

Vania: (alegre)–¡vamos a comer!

Lilineth: (narrando)–ella descubrió su pecho y me acercó a el, por el hambre no dudé ni un sólo momento.

Lilineth: (pensamientos)–me siento honrado y humillado al mismo tiempo.

René: (telepatía)–¡pues éste es solo el comienzo!

Lilineth: (pensamientos)–¡René!

René: (telepatía)–¡sí, ví el momento de tu nacimiento y eres muy Kawai!

Lilineth: (pensamientos)–¡y que quiere una tabla cómo tú de mí!

René: (telepatía)–¡así es, soy una tabla que te dará una nueva bendición en su momento... jejeje!

Lilineth: (tragando saliva)–glup.

Vania: (alegre)–ya estás llena, es hora de cambiarte.

Lilineth: (pensamientos)– cambiarme?

Lilineth: (cuando me quitó el pañal de tela pude divisar lo que había en mí entrepierna...o más bien lo que no. René dijo que entendería a las mujeres lo que significa que soy....nooooo.

Lilineth: (llorando)–gggaaaaaa

Vania: (preocupada)–ya pequeña, sólo será un momento.... listo.

Lilineth: (pensamientos)–mi compañero, al menos cumplístes con tu deber.

(Una semana después).

Lilineth: (narrando)–esta a sido la semana más hasta humillante de mi vida, entre mis comidas y mi ida al baño me he visto en un espejo y descubrí lo adorable que soy. Lo único bueno de ser una mujer es poder ver a otras. También noté que todas aquí son succubos y cómo temía, yo también lo soy lo que significa que tendré...mejor ni lo pienso.

Alequia: (alegre)–muy bien señorita, hoy nos reuniremos con jénte muy importante así que vamos a cambiarla.

Lilineth: (pensamientos)–no, todo menos ese vestido...

(Una hora después).

Alequia: (alegre)–¡listo, eres tan linda!

Lilineth: (pensamientos)–¡ya mantenme de nuevo!

(Puerta abriéndose).

Vania: (feliz)–¡es tan linda!

Lilineth: (pensamientos)–por favor no lo remarques.

Vania: (feliz)–¡Alequia, ven con mígo y quédate a mi lado. Tú serás quién ocupé el lugar de su padre!

Alequia: (nerviosa)–¡yo...

Vania: (feliz)–gracias.

Lilineth: (narrando)–caminamos un buen rato hacia una gran puerta, aunque sabía que este lugar es grande no sabía que era tanto. Cuando entramos ví a múltiples personas que vestían como nobles de la edad media excepto por las succubos que vestían todas atuendos ajustados muy reveladores y carentes de tela, parecían muy lascivas.

Vania: (formal)–¡les agradezco mucho por venir a la ceremonia de bendición de mi pequeña hija!

Lilineth: (narrando)–volvimos a cambiar de habitación a una de un gran salón que alberga a cientos de personas.

Anciano: (gritando)–¡Que comience la ceremonia de bendición de la princesa Lilineth Vania Lim Asmodeus!

Lilineth: (pensamientos)–debes estar equivocado....princesa es algo que no se debe usar en el masculino yo.

René: (telepatía)–te dije que es solo el comienzo.
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Gracias por leer y comenten.