Éxtasis (5)

Luna 36

La biblioteca prohibida.

(Pvo Lilineth).

Lilineth: (narrando)–unos cuantos días pasaron y Blianca y yo tratamos de experimentar para saber que poderes tiene ahora pero fue muy infructuosa la práctica de sus habilidades.

Lilineth: talvez tus nuevos poderes no son activos si no pasivos.

Blianca: no sé, aún siento que mis capacidades físicas y mágicas siguen igual.

Lilineth:...¿que tal si buscamos un libro sobre los núcleos de criaturas para ver que poderes tienes?

Blianca: ¡sí, eso suena bien, por cierto ¿donde están las demás?!

Lilineth: ¡Erika tuvo que ir al invernadero, Philia tiene que preparar las nuevas elecciones para su elegir un predecesor al graduarse de la escuela!

Blianca: ¡ya había olvidado que ella se gradúa este año y que su cumpleaños dieciocho ya está cerca!

Lilineth: (narrando)–aunque pasamos muchas cosas con Philia ella se tendría que ir de regreso a su nación Apócrifo, el reino santo donde nació el héroe que portó el la Gaia de la humildad, muchas veces le pregunté sobre este pero me dijo que fue enterrado junto al héroe y que no se sabe dónde le enterraron, tal vez esa información podría estar en la biblioteca de la escuela. Blianca y yo nos fuimos a la biblioteca de la escuela y buscamos todo sobre núcleos mágicos, múltiples libros y enciclopedias sobre bestias pero la información era muy vaga, casi todos los libros solo hablaban del exterminio de criaturas y sus peligros.

Lilineth: (frustrada)–¡buscamos múltiples libros, cuarenta enciclopedias, doscientos documentos y mil archivos pero no hay nada!

Blianca: (frustrada)–¡es muy frustrante no encontrar nada, lo hemos intentado todo!

Misstres: nya.

Lilineth: ¿sucede algo Misstres?

Lilineth: (narrando)–Misstres nos guió hasta una gran pared de libros.

Misstres: detrás hay un pasaje, de allí sale un olor a magia sellada muy potente.

Lilineth: ¿crees que puede ser un Urano o un Gaia?

Misstres: no lo sé, es una sensación muy tenue de magia mezclada con algo distinto a lo que conozco.

Lilineth: (narrando)–buscamos algún tipo de palanca o mecanismos para abrir la puerta pero no encontramos nada hasta que Blianca sacó todos los libros y encontró un reloj conectado a muchos engranajes.

Blianca: ¡rayos, es un cerrojo de tiempo!

Lilineth: ¿un cerrojo de tiempo?

Blianca: ¡las brujas la inventaron para mantener cerrada una puerta especial!

Lilineth: ¡apártate, voy a destruir el cerrojo!

Blianca: ¡no puedes, es un cerrojo que al ser destruido retrocede el tiempo a su alrededor unos momentos antes de ser destruido!

Lilineth: ¡entonces ¿como lo abrimos?!

Blianca: ¡tenemos que esperar a que se abra por si sóla y según el reloj se abrirá  a media noche y se cerrará a a las dos de la madrugada lo que significa que tenemos menos de dos horas antes de que se cierre!

Lilineth: ¡entonces tendremos que venir en la noche!

Lilineth: (narrando)–salimos de allí y decidimos que nos escabulliríamos a la noche...la oscuridad de la noche estaba ya presente, eran las once y media de la noche y ya me encontraba fuera de la habitación con uno de mis vestidos especiales que saqué del cofre.

Blianca: (susurrando)–¿que traes Lili?

Lilineth: (susurrando)–es mi traje de Kunoichi, mi madre me lo había comprado para mí octavo cumpleaños diciendo que con esto podía escabullirme en la cama de cualquier hombre así que será mejor que no opines

Lilineth: (narrando)–Blianca y yo nos fuimos a la biblioteca, debido a que los pasillos eran vigilados por golems que aparentaban ser estatuas decidimos ir por el techo volando mientras cargaba a Blianca. Entramos a la biblioteca por una ventana de arriba nos colocamos a esperar a que la puerta se abriera...pasado veinte minutos el muro se hundió en el suelo mostrando un pasillo y entramos en el. Bahamondes por unas escaleras hasta que llegamos a una especie de laboratorio de alquimia, allí estaba Minerva y la madre de Blianca trabajando en algo raro.

Morgana: ¡...aún es muy pronto para aplicar la baba de lombriz, esperemos a que se enfríe!

Minerva: ¿por qué ocultas los libros de bestias en esta sección prohibida?

Morgana: ¡entiendo que dificulte las cosas para Blianca pero no quiero que salga herida...voy por un poco de bebida que ya me dió sed....

Minerva: ¡ahora que se fue...¿que hacen aquí a estas horas de la noche?!

Lilineth: (nerviosa)–¡ho...hola Minerva!

Minerva: (sonriendo)–¡regresen a la cama o tendré que tomar medidas interesantes....veo que finalmente está usando los vestidos que si madre compró!

Lilineth: (narrando)–Blianca y yo nos vimos obligadas a abortar la misión, sin importar que haga nunca podría combatir con la perversión de una succubo.
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Gracias por leer y comenten.