Estando solos en casa de Alberto en una cena celebrando el aniversario de sus abuelos, salen a seguir celebrando su aniversario a casa de unos familiares, quedando solos Alberto y Amelia, y aunque ya habían estado muchas veces solos es la primera vez que Amelia no pelea con sus prejuicios y se entrega por primera vez a Alberto.
Bueno ese fué el comienzo de un cambio para ella, porque se sentía muy segura y enamorada de Alberto.
Pero su felicidad que desde esa noche los unió más, era tan notoria, que cualquier persona lo podía notar, claro que a la primera y única persona que le contó su maravillosa noche fué a su única y gran amiga. El contacto con algunos de sus familiares era muy poco y jamás tuvo la confianza para contarle sus cosas a nadie incluso a Dolores
Las salidas y las visitas de Alberto se hicieron más frecuentes cada día, y era algo que no le gustaba a Sofía, se podía notar la envidia y coraje hacía su hermana y algo tramaba nuevamente.
Una noche Alberto le dijo a Amelia que no podría ir a verla esa noche y Ella entristeció mucho pero Sofía que todo escuchaba estaba feliz.
Estando en el comedor terminando de cenar suena el timbre de la casa y se voltean a ver las dos, pues nadie esperaba que llegará alguien y Susana para variar no estaba en casa.
Sofía abre la puerta y es un repartidor de pizza, Sofía pregunta a Amelia si ella la pidió contestando que no, pero se acerca Amelia con Sofía a la puerta por la insistencia de el repartidor, quien se ve en aprietos para poder que la reciban y decide dejarla en la puerta cuando ambas la cerraron.
La curiosa de Sofía salió después de percatarse que no la veían y asegurándose que Amelia había subido con su perrito como de costumbre a su recámara, al abrir la caja estaba escrito en ella....Te quieres casar conmigo?... Pero el error de Sofía fue su coraje al ver lo que decía dentro de la caja que no pensó en que era inevitable que Amelia escuchará el ruido que hacía al desbaratar la caja y quejarse y no dejar de maldecir.
Corriendo Amelia baja para calmar a su hermana pero Sofía parecía que no escuchaba solo hacia pedazos la caja junto con las piezas de la pizza, con sus manos y ropa llena de salsa y
Comienza a ponerla en un bote de basura para que Amelia no se diera cuenta de tan bonita noticia y el detalle de Alberto, su odio crecía y así lo hizo hasta dejar cada pedazo en una bolsa negra para tirar a la basura al día siguiente.
Enfurecida con Amelia, y ella sin entender que había pasado con su hermana se va a su cuarto y se queda dormida después de muchos intentos.
Entre el trabajo y lo poco que convivio con su hermana fu suficiente por ese día.
(Se acostó sin imaginar lo que había llegado esa noche con ese repartidor)