Noche de bodas

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   En esta ocasión no salieron de viaje x el trabajo de ambos.
Pero al llegar a su nueva casa Alberto de se quedó asombrado en lo que la había convertido Amelia.
No sabía qué hacer con aquel remordimiento, cuando Amelia sale de la recamara para ir a la sala con un baby doll hermoso que guardo para ese día.
Dejaba ver su figura muy claramente con esa lencería que compró para ese día tan especial.
Trataba de fingir Albero pero era imposible que Amelia no lo notará, ella sin preguntar solo pensaba en que su actitud era por los nervios y estés de la boda.
Lógicamente aprovecho el brindis cuando Amelia tenía sus veladoras encendidas,apagando las luces,para que solo iluminara la sala esas pequeñas luces y todo fuera más romántico, acercando una botella de champagne sumamente fría, llegó la hora de brindar, Amelia trata de entrelazar los brazos de ambos para brindar y con una gran sonrisa en su rostro levanta la copa para tomarsela diciendo.... Brindo por este amor que nos tenemos y para que hoy sea el comienzo de una vida que será para siempre.

  Que pasaba? Alberto no pudo decir nada solo fingió una bonita sonrisa, Amelia seguía esperando una reacción por parte de su ahora esposo, pero nada sus respuestas y o comentarios eran muy cortos, pero no perdía oportunidad sin terminar una copa servía la otra, se había ido aquel hombre atento y amoroso, pues sin ofrecer o servir la copa de Amelia tomaba sin parar, ella no necesitaba esas cantidades para estar ebria, de hecho ya lo estaba.
  Bueno y ya con tanta copa Amelia toma la desicion de ir acercándose cada vez a Alberto, haciéndole insinuaciones y luego caricias, el comenzó a responder a lo que Amelia le estaba demostrando ( al fin hombre) y ya en esas condiciones y con las cantidades de copas, se fueron a la cama y pasaron una bonita noche de bodas, Alberto estaba sumamente borracho, y Amelia feliz de poder formar su hogar, su familia. Creo en mi opinión personal que si no somos todas somos la mayoría, la mujer siempre sueña, y sus necesidades son muy diferentes a las de un hombre por más que se amén. Es sólo mi humilde opinión

Cuanto tiempo duraría está felicidad? Hasta que Alberto lo dijera o su hermanastra le contara lo que pasó el día anterior.

AMELIA.   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora