No, no sé cuándo escuché la alarma. No sé ni cómo. Pero me desperté a las prisas. Encendida y veloz me arreglé lo suficiente para irme al colegio. Ya iba un poco tarde.
Conducía de vuelta a aquel instituto, sin ninguna intención o instinto de que me gustara la sensación. Pero en fin, no fue nada menos que corto el viaje de casa a la escuela.
Llegué, trotando para no llegar más tarde, y bueno. Lo logré, en realidad llegué apenas.
-Buenos días alumnas, hoy comenzaremos con una pequeña lectura. Macbeth. Estaba en el programa que recibieron sus padres. Por ende lo deben de tener así que vamos. Capitulo uno. Michelle, usted inicie por favor.
La chica comenzó a leer y yo pude sacar todas mis cosas sin sentirme observada. El pase de lista y el propio libro de Macbeth.
Se detuvo y me miró.
-continúe Michelle.
La incité a proseguir. Tomé el libro y encontré rápidamente la pagina en la que todas se encontraban.
Comencé a caminar entre las filas, Michelle se detuvo de nuevo.-gracias, prosiga usted ahora Esther.
Esther era una de las nuevas amigas de Luca. Esa chica era de las que más aprendía en mi clase y por eso no me desagradaba tanto.
Terminó de leer y de nuevo m puse frente a la pizarra.
-de acuerdo, con lo leído en la obra... necesito que anoten las palabras del inglés antiguo que no comprendan y busquen su significado. Después de ello, haremos otra vez la lectura pero ahora con el pequeño cambio de palabras para mejor comprensión. Tienen veinte minutos.
Tomé asistencia con la mirada y así pude observar a ese imán llamado Luca Edelstain. Su mirar tan pulcro observaba el diccionario de forma compleja, y frunciendo el ceño analiza la palabra con precisión.
Parecía un ángel a plena luz de día.
¿Qué se puede decir? Una idea loca atravesó mi mente al escuchar cuchicheos por mi aula. Y era tal grado que instintivamente me puse de pie.-saben que no me gusta ese comportamiento. No en mi clase, no conmigo. No en mi escuela. No advertiré más pues las instrucciones, las reglas desde la primera hora fueron establecidas. Por ello, les asignaré asientos.
Mi voz se escuchó bastante tosca y grosera sí. Miré a la chica de ojos enigmáticos y su manera de agachar la mirada me envolvió. Y una humedad, grande invadió mi desesperada entrepierna.
-Zoller, en el primer asiento de la fila de la puerta. Rodgers, el último de la fila frente a mi escritorio...
Fui diciendo nombres.
-Edelstain, frente al escritorio. Fuller, enfrente a la pizarra. Cruise, detrás de Edelstain. Y finalmente, Sixtos detrás de Fuller. Ahora sólo tienen diez minutos más para finalizar la actividad. De lo contrario, chicas no calificaré y será una firma menos en el cuadernillo de evaluación. Así que silencio.
Todas las chicas tomaron sus asientos en completo silencio. Ya me había acostumbrado que ninguna de mis alumnas me respondiera en réplica. Y aproveché esto para tener un mejor panorama de la estudiante nueva.
-saben que si tienen dudas se pueden acercar, o puedo ir yo. Pero deben levantar su mano y me acercaré.
Todas tenían la mirada baja. Y me quedé sentada observando y leyendo la biografía de Shakespeare.
Cinco minutos habían pasado, miré el reloj. Y cierta alumna carraspeo.Levanté la vista y Edelstain tenía la mano arriba.
No lo pude evitar y me acerqué, a paso firme y ella me miraba extrañada y a la vez algo temerosa y eso me producía cierto o algo de intriga. Del saber qué sentía. De qué piensa. Y sus enigmáticos ojos me observaban con curiosidad e interés además de cierta intimidación.
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Professor's obsession
Genç KurguNo sé cómo iniciar. Sí, el principio suena lógico. Pero es complicado de explicar. Todo en la vida es complicado, empezando por nosotros mismos. Y creo que en eso radica el problema, el problema de no saber vivir. Creo que todo este tiempo he sido...